Jueves, 01 Agosto 2019 06:09

Puebla inicia una nueva etapa

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

           Hoy termina el primer gobierno interino de este siglo y se inicia el primer gobierno de izquierda en la vida de Puebla. La Puebla conservadora que se concentra en la capital y su zona conurbada, se vieron derrotadas por la copiosa votación obtenida por Morena, el partido representante de izquierda, que se concentra en las ciudades y pueblos de la provincia poblana que a través de la historia, siempre se han mostrado políticamente liberales y progresistas.

            El nuevo gobernador constitucional, llega en momentos difíciles para México y lógicamente para Puebla. Su principal problema será el de la inseguridad, pues el crimen organizado y desorganizado, ha sembrado el terror en numerosas zonas de la geografía poblana, tanto del centro como del sur y norte de la entidad.

            Luis Miguel Barbosa Huerta, conoce bien al estado. Es un poblano originario de la zona de Tehuacán, una de las regiones más golpeadas por la inseguridad y la violencia, desde hace años y donde prevalece un atraso económico, político y social, muy especialmente en la zona conocida como la sierra negra. Sabe qué hacer para resolver el problema que ha venido avanzando, por el descuido que gobiernos anteriores han tenido, para formar policías bien entrenados y bien pagados muy necesarios para brindar seguridad y confianza a la ciudadanía.

              El gobierno interino de Guillermo Pacheco Pulido, deja reestructurada a la Fiscalía General de la entidad, una dependencia básica para combatir la delincuencia y el crimen y que había sido reducida a su mínima expresión desde el 2010, lo que propició el crecimiento de la inseguridad, de la delincuencia, por  de la impunidad, derivada de la mala integración de los expedientes, por el excesivo trabajo de las agencias del Ministerio Público que quedaron después de la reducción drástica de esas importantes dependencias y de la falta de denuncias de los hechos delictuosos, por la desaparición de setecientas agencias subalternas que operaban en toda la entidad.

              Barbosa Huerta, ya ha anunciado la coordinación con las fuerzas de seguridad federales, en especial, con la Guardia Nacional, que dio muestras de su eficacia, en el problema de San José Carpinteros y Tepeaca, la semana pasada, pero además se propone, profesionalizar a las policías estatal y municipales y mejorar sus percepciones económicas y sus prestaciones sociales.

             Bajar los índices de inseguridad y violencia en Puebla; mejorar el sistema de salud en todo el estado, prestando servicio a toda la población abierta; impulsar la educación pública gratuita en todos sus niveles, impulsar las actividades económicas empezando por la agricultura y la ganadería que se han visto desamparadas durante una década y realizar una obra pública, que de veras resuelva los problemas más sentidos de la población como agua potable y alcantarillado, caminos y puentes, escuelas, centros de salud y hospitales bien equipados y surtidos de los medicamentos necesarios, es lo que el pueblo reclama y espera de su desde hoy, gobernador.

             No será tarea fácil, pero el gobernador entrante tiene oficio político, tiene sensibilidad social y por lo mismo sabe como hacerlo.

              Además conoce bien al Estado, pues durante diez años fue el hombre fuerte del perredismo en la entidad, lo ha recorrido todo, fue diputado federal y senador de la república y fue pieza importante en la dirigencia nacional de ese partido, del que salió para integrarse a Morena, como muchos perredistas lo hicieron en su momento.

                Tendrá, ya la tiene, la animadversión de una clase media urbana, para la que cualquier agrupación política ajena al PRI o al PAN, es un peligro para Puebla. Habrá rumores y chismes tendientes a sembrar la desconfianza de la ciudadanía y dependerá de su equipo de trabajo y de los militantes de su partido, el que esos rumores, esos chismes en vez de debilitar su gobierno, lo fortalezcan. Es cosa de responder con acciones de gobierno eficientes y de beneficio para todos.

              Platicamos ayer con don Ramón Xilotl, un diplomático de carrera, originario de Atlixco, ya jubilado y ahora director de la carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad Anáhuac de esta capital, sobre la importancia de las relaciones entre los pueblos del mundo.

             El ex-cónsul de México en los Estados Unidos y Embajador Emérito, nos platicaba de sus experiencias profesionales.

              Considera que la nueva política exterior mexicana se está llevando por buen camino, aunque ha tenido algunos tropiezos por falta de experiencia de algunos de sus integrantes, pero que en general va bien y los que ahora dirigen ese renglón tan importante en la vida de una nación, están actuando con patriotismo y con conocimiento de la materia, y su actuación irá mejorando a medida que adquieran la experiencia necesaria para tratar temas delicados, como el de las migraciones centroamericanas.

               Las relaciones entre México y Estados Unidos, siempre han sido difíciles, dijo y ahora lo son más por el carácter del presidente del país vecino. Pero habrá entendimiento pues tanto México, como los Estados Unidos, son codependientes por su intenso comercio y otras cosas que requieren de una diplomacia profesional, seria y responsable, como ya se percibe en las actuaciones de México.

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