Columna | P U L S O    P O L I T I C O

        La abogada Paola Mogoya, dice encabezar las encuestas para ser la candidata de Morena a la presidencia municipal de Puebla y es posible que así sea. Sus contrincantes en la lucha interna, Libertad Aguirre y Rosa Márquez, no son muy mencionadas entre los morenistas. La primera, Aguirre, salió de las filas del PRI y la segunda, Rosa Márquez, de las filas del PRD.

        Pero además, Migoya está más actualizada en la política que sus contrincantes. Ha estado participando en acciones de gobierno en la ciudad de México y tiene relación con funcionarios importantes, tanto federales como de la capital del país.

        Tiene una clara y moderna visión de la situación de Puebla, según pudimos verlo en una reunión de prensa y además tiene carisma, lo que en los tiempos actuales, cuenta mucho.

         Tanto Libertad Aguirre, como Rosa Márquez, han sido dos políticas empeñosas en sus respectivos partidos de procedencia, pero para la candidatura a la presidencia municipal de esta capital, se requieren ciertas características que no han demostrado tener.

        Los partidos están urgidos de mujeres con capacidad y oficio político, para poder cubrir las exigencias de lanzar como candidatos a puestos de elección popular, a personas del género femenino en un porcentaje igual, 50 por ciento, al de los hombres.

         El problema es que pocas son las mujeres que tienen oficio y experiencia política para que los partidos puedan postularlas.

         Doña Rosa Márquez y Libertad Aguirre, deberían tener oportunidad de participar, sobre todo ahora en que habrá numerosos puestos de elección popular en disputa. Son personas valiosas y experimentadas, que no pueden quedar fuera de la actividad pública.

         Ya han ocupado puestos de elección popular y puestos administrativos y partidistas. No son improvisadas y además, conocen las dificultades que las mujeres han tenido desde siempre, para actuar en política. No incluirlas en los planes de los partidos, sería una torpeza.

           Nos dice un priísta de la vieja guardia, sobre el asunto relativo a la postulación de la señora Martha Erika Alonso, como candidata a gobernadora del estado, de la coalición “al Frente por México”, que será sumamente difícil disociar el nombre de la señora, al de su esposo Rafael Moreno Valle.

            “Hay que recordar que durante el gobierno morenovallista, cuando se quería denostar a un personaje de la política, cuando se quería descalificarlo, se le agregaba el mote de “marinista” porque según percibían los morenovallistas, el marinismo estaba desprestiviado.

           “En este caso, es todavía más difícil lograr que la señora Erika, no sea asociada a Moreno Valle, por la sencilla razón de que es su esposo y lo seguirá siendo.

           “Si para fines de denostación política, durante seis años se señalaba a un personaje como “marinista” por el solo hecho de que había participado en el gobierno anterior, ¿cómo se le va a hacer para borrar la idea de que la señora Alonso Hidalgo, sigue siendo la esposa del ex gobernador Moreno Valle, a quien la señora acompañó como lo que es, su conyuge, durante todo el sexenio?”

            Y realmente tiene razón nuestro amigo, hay situaciones que no podrán cambiarse aunque alguien lo quiera.

             La señora Alonso afirma que su esposo no intervendrá en su gobierno, si ella ganara las elecciones. Muchos lo dudan y otros no tanto.

             Lo que pasa es que no estamos acostumbrados en México a ver que un gobernante deje o quiera dejar a su esposa en el cargo que el ocupa u ocupó: lo intentó Vicente Fox, con la señora Marta y también lo quiso Felipe Calderón, pero decidió esperar un sexenio para intentarlo nuevamente y al no lograrlo, pues perdió el control del partido, la señora se lanzó como independiente.

          Con el tiempo y con las prácticas democráticas que seguiremos conociendo y practicando, llegaremos a ver eso como natural, ya verán.

          En el gobierno de Antonio Gali, han mejorado las percepciones de seguridad, de mejoría económica y de respeto a los derechos humanos y eso no es cualquier cosa.

          El mandatario poblano ha puesto especial atención, como se lo pidieron y lo ofreció en su campaña, a la provincia que se sentía abandonada porque pensaba que la mayor parte de la obra y de la inversión presupuestal, se hacía en la capital.

          Gali Hadad, llego a ofrecer que el 30 por ciento del presupuesto se destinaría a la capital del estado y el 70 por ciento restante a las ciudades y pueblos de la provincia y lo ha estado cumpliendo.

          Los terremotos del 7 y del19 de septiembre vinieron a trastornar las cosas, que aun así, el trabajo del gobernante, ha estado centrado en atender los problemas de la entidad en todas partes y no ha descuidado para nada a las ciudades y pueblos del llamado interior del estado. Por todo esto ha tenido reconocimientos oficiales.

Publicado en COLUMNAS

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos