La apuesta electoral del 6 de junio de 2021, es si los mexicanos tendremos más de lo mismo, o si votarán por los partidos de oposición.

Los Escenarios para la realización de las elecciones del 6 de junio de 2021, calificada por el Instituto Nacional Electoral, como “la elección más grande de la historia” donde estarán en disputa 300 diputaciones federales de mayoría relativa, 200 de representación proporcional, 15 gubernaturas de los Estados de Baja California, Baja california Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo león, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas, además de la renovación de 30 congresos locales (1063 diputados en total), 1926 ayuntamientos y 16 alcaldías de la Ciudad de México, dando un total de 21,368 cargos que se elegirán en esa fecha.

En cuanto a los costos del proceso, el INE ha informado que ascenderá a 20,464 millones de pesos, siendo un3.5 menor a lo que se gastó en las elecciones de 2018.

Serán 10 los partidos con registro nacional que participarán en las elecciones, el PAN, PRI, PRD,PT,PVEM, MC, MORENA, PARTIDO ENCUENTRO SOLIDARIO, REDES SOCIALES PROGRESISTAS Y FUERZA SOCIAL POR MÉXICO, además de los Partidos con registro local que postularán candidatas y candidatos a Gubernaturas, Diputados y Ayuntamientos.

Los mexicanos llegamos a la antesala de este proceso, con un país en crisis no sólo por la contingencia sanitaria debido a la pandemia del Covid 19, sino también por la debacle económica, aumento de la pobreza, de la violencia e inseguridad, corrupción, así como por el auge de los carteles del narcotráfico que continúan infiltrando a los gobiernos de todos los niveles, hasta instituciones que en su momento se consideraban blindadas como el ejército mexicano, la marina y la Guardia nacional cuyos resultados en la lucha contra la delincuencia aún no son visibles y están siendo investigados por gobiernos extranjeros como el de Estados Unidos.

La apuesta del proceso electoral de 2021, será saber si los mexicanos que votaron por la coalición integrada por MORENA, PT,MC, PVEM Y PES el 1 de julio de 2018 en la elección presidencial y que dieron el triunfo a Andrés Manuel López Obrador y sus demás candidatos, refrendarán su voto o si por el contrario optarán por otros partidos y candidatos aplicando un voto de castigo, reprobando la gestión que a la fecha ha llevado a cabo el Gobierno federal y en los Estados donde ganaron sus candidatos a las gubernaturas.

La estrategia del Presidente está clara para sus opositores y quedó reforzada con la aprobación del INE a los nuevos partidos como: REDES SOCIALES PROGRESISTAS, EL PARTIDO ENCUENTRO SOLIDARIO Y FUERZA SOCIAL POR MÉXICO , que se prevé  harán una fuerza compacta con MORENA, PT, PES y el PVEM en el Congreso para sacar adelante las iniciativas del Presidente en la próxima legislatura, aunque los nuevos partidos tendrán como reto en su primera participación en elecciones, lograr alcanzar el 35 de la votación nacional para conservar su registro.

Otro de los retos que deberán enfrentar las autoridades electorales en las elecciones, será el dar respuesta a la situación que puede presentarse, de continuar la emergencia sanitaria por el Covid 19 , evitar que los grupos de la delincuencia organizada del país intervengan en las campañas o registren candidatos financiados con dinero de procedencia ilícita.

La intervención abierta de los grupos religiosos y sus iglesias, que se ha oficializado con el registro otorgado al PARTIDO ENCUENTRO SOLIDARIO con militantes de la Iglesia Evangélica aliada incondicional del presidente López Obrador.

Uno de los factores que más incidirá en los resultados de las votaciones, será sin duda el uso de los padrones de los beneficiarios de los programas estrella del Presidente como son los de “jóvenes construyendo el futuro” y el de apoyo a los adultos mayores, los que serán utilizados seguramente para atraer y garantizar el voto a favor de los candidatos de MORENA en todo el país, lo que coloca en clara desventaja a los demás partidos, ya que en ningún lado se aclara que dichos programas no pertenecen a ningún partido político y que son recursos del erario público.

Todos estos elementos ponen en entredicho, las condiciones en las que llegarán todas las fuerzas políticas a la elección del 6 de junio de 2021¿ tendrémos más de lo mismo o los mexicanos decidirán cambiar la conformación del Congreso para dar una nueva oportunidad a los partidos de oposición?

Publicado en COLUMNAS

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