Jueves, 15 Agosto 2019 05:29

Andrés Manuel y Barbosa, están solos

Columna | P U L S O   P O L I T I C O

             Morenistas de buena fe y partidarios de la 4-T, no morenistas, nos hablaban ayer de su preocupación por las elecciones del 2021, en las que habrán de elegirse nuevos diputados federales, nuevos diputados locales y nuevos ayuntamientos, ya que Morena, no se decide a iniciar un trabajo serio de estructuración y organización.

              En la actual situación, se observa que han dejado solos al Presidente Andrés Manuel López Obrador y al gobernador Luis Miguel Barbosa: no se siente el apoyo de su gente, con todo y que en las urnas tuvieron una votación bastante respetable y eso se debe a la desorganización del Movimiento de Regeneración Nacional, que no se decide a ser partido político y actuar como tal.

               Carece de una línea ideológica común. El partido está integrado por ex priístas, ex perredistas y ex panistas, básicamente y de ahí sus constantes divisiones internas.

                Su dirigencia nacional, se ha dedicado más a la grilla interna, que al trabajo de estructuración y organización.

                 El prestigio o desprestigio del presidente de la república, a nivel nacional y del gobernador a nivel local, recae en su trabajo personal.

                 Desde fuera, nos dicen partidarios de la Cuarta Transformación, sin ser afiliados a Morena, se les ve solos, sin un respaldo real de sus gentes.

                 El PRI fue un partido hegemónico durante muchos años, porque sus integrantes de todos los sectores, hacían fuertes a sus dirigentes y gobernantes y eso se debía a su estructura a su organización.

                 La derecha nacional y local, está constantemente atacando las acciones de la Presidencia y de la Gubernatura y los presidentes municipales y diputados locales, están ocupados en sus propias broncas. No se ve un apoyo decisivo de los alcaldes, de los regidores, de los diputados, de los senadores, a quienes son cabeza en el país y en el estado, del movimiento que está luchando por acabar o disminuir a límites tolerables la corrupción, la ineficiencia burocrática, la inseguridad, la delincuencia organizada o desorgnizada, el desempleo, el desarrollo económico y el desarrollo educativo. Al contrario, parece que están en el plan de obstaculizarlo.

                   Ayer supimos que Eric Cotoñeto, una figura de la izquierda que fue dirigente estatal del PRD y que es hechura (políticamente hablando) del gobernador Barbosa, anda ya operando en los municipios para la creación de estructura y organización partidista y eso no solo está bien, sino que debería ser impulsado por los propios morenistas, ayudando a lograr hacer de su partido, una organización política fuerte, con cuadros bien formados, con líderes, hombres y mujeres, con una línea ideológica clara y con ganas de cambiar tantas cosas malas que hay en el país, para lograr lo que proponen y luchan por ello, el Presidente y el Gobernador.

              Los partidos políticos en general, están destrozados, hechos añicos, llámense PAN, PRI o PRD. Morena no está en esas condiciones, pero como si lo estuviera. Mucha gente está contenta con la forma de trabajar del presidente y del gobernador, pero el partido del que surgieron esos personajes, es un partido totalmente desorganizado, y sin estructura y sin organización, es muy difícil que surjan líderes medianamente capaces para apoyar los trabajos que requiere la Cuarta Transformación, que primordialmente necesita del apoyo popular organizado. Si no hay eso, con el tiempo y un ganchito todo podría derrumbarse y la culpa recaería en los gobernantes.

                  En los tiempos del PRI hegemónico, el presidente de la república, era el jefe de su partido y en los tiempos del PAN “democrático”, el presidente era el jefe de su partido. ¿Porqué carambas los gobernantes de Morena, no pueden meter las manos para que su partido los respalde, les de fuerza para realizar los trabajos que las circunstancias requieren y que provocan el enojo de aquellos grupos que se ven afectados en sus intereses?

                     Cuando Morena ya pueda caminar solo, cuando ya tenga líderes en todos los sectores, grupos bien organizados, cuando acabe con sus absurdas luchas internas, los gobernantes ya podrán soltarlos, pero no antes.

                     La visita que el gobernador Barbosa hizo a los jóvenes rechazados de la BUAP en el zócalo de esta capital, donde se habían instalado desde hace varias semanas y estaban haciendo huelgas de hambre, dio resultados inmediatos.

                   El plantón se levantó y el rector de la BUAP, Alfonso Esparza, entró en diálogo con los estudiantes para ver en que forma se puede solucionar el problema. El gobernador por su parte, ofreció todo su apoyo a la máxima casa de estudios del estado, para que el asunto de los rechazados quede solucionado. El rector siempre ha mostrado sensibilidad para el diálogo con estudiantes y maestros.

                  El PRI insiste en expulsar al dirigente estatal de la CTM, por haber apoyado, en la campaña política pasada, a Morena y no al partido tricolor.

                  Eso de las expulsiones, no era costumbre en el Revolucionario Institucional, hasta que llegó a presidirlo nacionalmente Enrique Ochoa Reza, un priísta que surgió de la nada, que no fue electo, sino impuesto por la voluntad del “Señor Presidente” y lo único que logró, fue deshacerse de buenos cuadros políticos entre ellos varios poblanos, como José Alarcón Hernández, Alejandro Armenta y Fernando Morales, quienes fueron personajes en su militancia partidista y que como buenos políticos, ni siquiera esperaron a recibir su anunciada expulsión, sino que ellos mismos renunciaron a su militancia.

               En los países civilizados, los militantes de una organización política, tienen siempre las puertas para salirse de esa organización o para ingresar a ella o a cualquier otra. Ya hasta en la Iglesia Católica, se acabaron las excomuniones.

                No fueron expulsados del PRI, ni Cuauhtémoc Cárdenas, ni Porfirio Muñoz Ledo, ni Andrés Manuel López Obrador, ni Manuel Bartlett, ni muchos más, personajes políticos de gran valía. Ellos decidieron salirse del PRI e ingresar e incluso formar, nuevos partidos y el mundo, siguió rodando. 

Publicado en COLUMNAS

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