Columna | P U L S O     P O L I T I C O

             DOS COSAS SON IMPORTANTES PARA LA SOBERANÍA de las naciones, decía en sus clases de economía política, en la Escuela de Derecho de la UAP, el licenciado Carlos M. Ibarra, tener independencia alimenticia y tener independencia energética. En ese entonces las teníamos, pero actualmente las hemos perdido.

             Se sabe ya, que exportamos petróleo crudo a importamos gasolinas  por miles de millones de pesos; se sabe poco, que importamos nuestros alimentos básicos: maíz, frijol, arroz, arroz, leche en polvo (con la que fabrican las leches ultrapasteurizadas que consumen las gentes de clase media para arriba) y en esas importaciones se invierten miles de millones de pesos.

              Somos un país dependiente en alimentos y energéticos, lo que nos convierte en país vulnerable en extremo.

              El maíz que importamos es maíz forrajero y de mala calidad. Por eso la calidad de las tortillas que consumimos y que constituyen la base de la alimentación en casi todo el país, es pésima, según los comentarios de toda la gente.

              ¿Qué pasaría si tuviéramos un conflicto con los Estados Unidos, nuestro potente vecino que nos surte de todo?, que en cuestión de horas paralizaría a México, negándole la venta de gasolinas y de alimentos básicos para alimentar a la población.

               Por eso el actual gobierno mexicano habla de rescatar a las refinerías que PEMEX tenía abandonadas, para recuperar la producción de gasolinas aquí, y se construye la de Dos Bocas, para lo mismo. La intención de los gobiernos llamados neoliberales, era quebrar a Pemex y devolver el petróleo a las compañías gringas sy europeas que dominaban en ese tema en la primera mitad del siglo XX.

                DESGRACIADAMENTE, NO SE HA HECHO LO MISMO con el campo mexicano, cuyos campesinos se siguen quejando de abandono.

                Nadie habla de impulsar la producción de maíz y frijol de calidad, para sustituir las importaciones. Los ganaderos nacionales, productores de lácteos, están quebrados. Más de diez mil pequeños y medianos establos han tenido que cerrar porque desde hace años, no han tenido apoyos y tienen la competencia además, de las grandes compañías productoras de lácteos, nacionales y extranjeras, que dominan el mercado.

                 Nuestros pobres lecheros, apenas han logrado una mejoría en el precio de garantía de sus productos.

                 En Puebla ha habido una fuerte emigración de campesinos hacia los Estados Unidos, debido a ese abandono que ha venido desde los tiempos del inicio del neoliberalismo. En Puebla, durante el régimen del panismo, convertido en morenovallismo, el campo ha tenido los más bajos apoyos presupuestarios de su historia.

               La entrega de “mototractores chinos”, que según sus promotores eran una maravilla, han desaparecido por completo, porque no sirvieron de nada en el campo poblano. En ves de ayuda, constituyeron un estorbo.

               Los gobiernos neoliberales impulsaron la agricultura pero solo en las ramas de exportación, como la producción de hortalizas y algunas verduras, productos alimenticios que no son básicos en la alimentación nacional y de algunos frutales. Y no se puede negar que tuvieron éxito, pues se lograron ingresos por ese concepto, de 35 mil millones de dólares.

              Muchos productores de pepino, aguacate, col, jitomate, y muchos otros productos de la agricultura protegida, se han hecho ricos, pero los millones de campesinos comunes y corrientes, que producen maíz, frijol, calabaza y sorgo, siguen viviendo en la miseria y con un pié fuera del campo, para huir a las ciudades a mendigar o limpiar parabrisas a la menor oportunidad. Ya no piensan tanto en los Estados Unidos, por la situación que impera en ese país, sino haya estarían pese al peligro del corona virus, que allá es superior al que existe en nuestro país.

               MUY PRONTO, EN LOS PARTIDOS POLÍTICOS NACIONALES, habrá un estallido de ambiciones por los puestos públicos que se disputarán en las elecciones del año próximo. Se renovará la Cámara de Diputados federal: todos los congresos locales, gran parte de los ayuntamientos que son 2,500 en todo el país y autoridades menores. ¿usted cree que los políticos, salvo excepciones, están pensando en las necesidades del pueblo, o solo en sus intereses y los del grupo al que pertenecen?                       

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