Columna | P U L S O    P O L I T I C O

               Guillermo Pacheco Pulido, ex presidente del Tribunal Superior de Justicia en Puebla; Héctor Sánchez Sánchez, su actual presidente y Gilberto Higuera Bernal, encargado de la Fiscalía coinciden: hacen falta recursos para mejorar el sistema de procuración e impartición de justicia en la entidad.

                No ha sido un secreto, que las agencias del Ministerio Público y juzgados de lo civil y de lo penal, carecen hasta de lo básico para su trabajo: papelería; que jueces y agentes del MP, trabajan con numerosas desventajas, no hay suficientes computadoras, no hay mobiliario adecuado y sus instalaciones dejan mucho que desear, pero sobre todo, les falta personal.

                En el pasado sexenio, fueron despedidos numerosos empleados; se suprimieron las agencias alternas del MP. y las denuncias por delitos cometidos en los pueblos, deberían hacerse en las cabeceras de distrito. Eso obligó a mucha gente a no recurrir a las autoridades para hacer denuncias, pues ir a las poblaciones importantes para presentar una queja, para hacer una denuncia, les resultaba costoso y además, era totalmente inútil, pues por falta de personal, no eran atendidas convenientemente y su denuncia se perdía en la maraña burocrática.

             Higuera Bernal declaró, según nota publicada en CAMBIO de Cynthia Berdejo, que recibió una Fiscalía General de Justicia, en ruinas. Uno de sus propósitos es reducir el déficit de ministerios públicos y de peritos. “Espero que lleguemos a un presupuesto que por lo menos, como una mínima aspiración de todas las fiscalías, represente el uno por ciento del presupuesto estatal”.

            “Pretendería tener un presupuesto mayor para tener más personal sustantivo y no administrativo, con más agentes del ministerio público, más policías, peritos y equipo para hacer nuestro trabajo”. El encargado del despacho de la FGE, Higuera Bernal, está demandando lo mínimo para poderle cumplir a la ciudadanía.

              El magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Héctor Sánchez, por su parte, demandó por lo menos el 2 por ciento del presupuesto general del Estado, pues actualmente el Poder Judicial apenas recibe el 0.59 por ciento del presupuesto total, que equivale a 508 millones 708 mil pesos. No es extraño pues que varios informes ubiquen a la entidad poblana, en el último lugar en el rubro de impartición de justicia, como el de “Seguimiento y Evaluación del Sistema de Justicia Penal en México”. Según ese informe, Puebla es el estado con mayor déficit de jueces en el país, un solo juez por cada medio millón de habitantes.

         La consultoría Aregional, cataloga a la entidad, con el peor presupuesto per-cápita de la nación.

          La gente se queja de la lentitud con la que se resuelven los casos, cuando llegan a resolverse, pero es que los órganos encargados de hacer justicia (Agencias del MP y juzgados penales) son insuficientes, no tienen elementos modernos para trabajar y el personal con que cuentan, tiene una enorme carga de trabajo que provoca retrasos aunque el personal muchas veces trabaja hasta doce horas diarias.

            Por su parte, el licenciado Pacheco Pulido, en la reciente presentación de su libro Prontuario del Sistema Nacional Anticorrupción señaló que la falta de presupuesto en las instituciones de impartición y procuración de justicia, es la causa de que todavía no funcione en la entidad el Sistema Penal Acusatorio y que por esa falta de recursos, no se haya podido difundir entre la población, en que consiste ese sistema y los beneficios que reporta.

          Uno de los más graves problemas que padece nuestro país es el de la inseguridad que cada día se agrava más, aunado al de la impunidad que propicia mayor inseguridad.

           Y eso seguirá ocurriendo, seguirá creciendo, mientras las autoridades federales y estatales no inviertan lo necesario por mejorar y eficientar a los órganos encargados de procurar y de impartir justicia.

           Es mucho más importante en Puebla, que ya pasó a formar parte de los estados más inseguros y violentos del país, la inversión en renglones como los que señalamos, que gastar miles de millones en un museo que muy pocos visitan; en ciclopistas por las que muy pocos transitan y en otras obras apantalladoras, que no reportan ningún beneficio real a la ciudadanía.

             Parece que fue un error que López Obrador y su equipo empezaran a operar como si ya estuvieran en el poder, pues en pocos meses han sufrido un desgaste espectacular.

            Las críticas diarias no solo provienen de la prensa “fi-fi”, como él la llama, sino de todas partes y de todos los sectores y lo más grave, de la misma gente que observa las actitudes de muchos morenistas encumbrados, que no se diferencian de las actitudes de la mafia del poder que tanto critican.

            Todavía es tiempo de retomar el camino de la austeridad republicana, sin necesidad de agredir a nadie. Los morenistas deben recordar que su máximo líder esta a favor del amor y de la paz, que eso es lo que incluso se está pidiendo a la parte de la población que más ha sufrido los embates de la delincuencia organizada.

             Si López Obrador logra que sus seguidores se sometan conscientemente a una disciplina bien entendida y realicen un trabajo con real beneficio para la población en general, lograrán salir adelante. Si no logra eso, como dice un destacado expriísta, las posibilidades del regreso del PRI y del PAN, serán muchas.

Publicado en COLUMNAS

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