Columna | P U L S O   P O L I T I C O

        Los dirigentes estatales de los partidos PAN, PRI y PRD, firmaron un documento al que llamaron Carta Compromiso para el trabajo Conjunto rumbo a las elecciones del 2024.

         Augusta Díaz de Rivera, dirigente panista; Néstor Camarillo Medina, dirigente priista y Carlos Martínez Amador, dirigente perredista, firmaron el documento que constituirá un Frente Amplio Opositor para Puebla.

          Se proponen ser una oposición sólida y unida que trabaje coordinadamente para ganar las elecciones del 2024 y para lograr un futuro de gran beneficio para Puebla y sus habitantes.

         CINCO SON LOS PUNTOS QUE CONTIENE LA mencionada Carta: Formar un Frente Amplio con la participación de los tres partidos opositores debidamente coordinados y unificados y brindar un firme apoyo a quien resulte triunfador para ser el candidato a gobernador del Frente Opositor.

          Presentar una opción sólida y unida para el futuro del Estado; Consolidar las reglas para integrar un gobierno de coalición.

          Brindar un apoyo total a quien resulte electo candidato de la Coalición, a la gubernatura del Estado.

           Respetar y vigilar el cumplimiento de leyes y reglamentos electorales. Y trabajar en unidad buscando el fortalecimiento de los partidos que conformen la Alianza.

            TODO PARECE MUY BONITO PERO FUERA de la realidad. Puebla es una entidad que tiene fama de conservadora y clerical, pero la verdad es muy distinta a esa idea que se formó de la entidad a raíz de 1962, cuando los poblanos conservadores estuvieron del lado de los franceses durante la batalla del 5 de Mayo.

            Pero esos poblanos fueron muy poquitos aunque económica y socialmente poderosos. El pueblo del estado, estaba con la República y luchaba al lado de Ignacio Zaragoza, como lo demuestra la presencia de habitantes de la sierra norte, de la mixteca y del centro del Estado.

           El partido conservador por excelencia, heredero del partido que fue enemigo de la Independencia, de la Reforma y de la Revolución, en la época moderna se volvió el PAN y existe ya como partido con registro, desde 1939 y desde entonces hasta la fecha solo ha tenido un sexenio en el poder del Estado y en seis años endeudó al Estado como nunca antes lo había endeudado un gobierno priista. Ese gobernó lleno a esta capital de armazones metálicas elevadas y estorbosas, que llamaron ciclopistas y que no han servido para nada. Realizó obras costosísimas en su construcción y en su mantenimiento, como el museo Internacional del Barroco y como el Centro Integral de Servicios, pese a que el gobierno estatal es propietario de amplios edificios coloniales que quedaron totalmente desaprovechados. Fue un gobierno despilfarrador e ineficiente, que logró que Puebla quedará incluida entre los tres estados del país con mayor grado de pobreza: Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Oaxaca subió unos puntos y su lugar pasó a ocuparlo Puebla. El PAN pues, no es opción, pues también ha fracasado en los municipios donde triunfó algunas veces: Tehuacán, Texmelucan, Huauchinango y otros.

          Sin embargo en esta capital sigue teniendo seguidores ideológicos y a veces algún candidato panista se gana la simpatía de sectores importantes de esta capital, pero ahora no vemos con quien podría hacer frente a Morena para la gubernatura.

          Francisco Fraile podría ser un candidato de pelea, pero no para ganar, sino para competir con dignidad, nada más. Pero eso sería si el candidato presidencial de la Coalición Nacional fuera Santiago Creel, lo que no parece factible.

          MORENA EN PUEBLA LLEVA UNA GRAN VENTAJA a la Coalición o Alianza opositora. Dos de sus cartas: Ignacio Mier y Alejandro Armenta, son estrellas de nivel nacional con un trabajo excelente en el Poder Legislativo (Cámaras de Diputados y de Senadores respectivamente)

          Si la candidata opositora a la Presidencia resulta como todo parece indicar la senadora Xochitl Gálvez, los bonos de la Alianza en Puebla, se desplomarían al infinito. La presidencia es cosa seria y la señora Gálvez, no lo es.