Columna | P U L S O    P O L I T I C O

           Tres horas duró la reunión a puerta cerrada que sostuvo el coordinador en el Senado, de la bancada de Morena, con un crecido grupo de sus correligionarios en la que le hicieron fuertes reclamos por lo que consideraron traición a la 4-T y al presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, al estar haciendo llamados a la reconciliación del país (culpando indirectamente al presidente del problema) y pidiendo prácticamente un acercamiento con los opositores a la política presidencial.

         Los senadores descontentos, le exigieron definirse: “está con la 4-T, por la que lucha su partido y esa lucha la conduce el presidente o está en contra de la transformación y del propio jefe del ejecutivo.

      Hubo un momento en que la discusión creció de tono y muchos de los senadores presentes dijeron que Monreal ya no los representa, es decir, que lo desconocían como su coordinador.

       Después de esa reunión los reporteros de la fuente abordaron a Monreal y éste les dijo que no hubo ni gritos ni sombrerazos, pese a que muchos dijeron que la discusión tuvo un tono agrio y que no pasa nada. También afirmó, que si la reforma a la Ley Electoral no se aprueba, tampoco pasa nada.

       Al finalizar la reunión, la senadora Citlali Hernández, cerró el debate afirmando, que la mayoría de los senadores de Morena no comparten sus posiciones. Las respetan, porque hay pluralidad, pero no las acepta la mayoría del grupo parlamentario que supuestamente representa.

       MUCHOS MORENISTAS POBLANOS, SE PREPARAN PARA asistir a la marcha de apoyo a la política del presidente López Obrador el domingo en la ciudad de México.

       “Es el mejor presidente que ha tenido México en décadas: el más cercano al pueblo, el que realmente lucha por abatir la desigualdad, obligando a los empresarios multimillonarios a pagar sus impuestos y los servicios, como la electricidad, que antes no pagaban por la corrupción que imperó en los gobiernos priistas y panistas que le antecedieron.

       “Las pensiones para adultos mayores, para escolares pobres y para discapacitados, son una bendición para millones de familias; pese a la crisis económica mundial, por la pandemia y los efectos de la guerra Rusia-Ucrania, los efectos en nuestro país han sido menores a los que sufren países de Europa y América Latina, principalmente. El presidente ha rescatado el petróleo y la electricidad, a punto de caer en manos de empresarios extranjeros; el peso está considerado por organismos internacionales, como una moneda fuerte: la OCED, ha elogiado los avances económicos del país; el Fondo Monetario Internacional ha elogiado el manejo de su política monetaria que ha permitido mantener una paridad del paso con el dólar en niveles muy aceptables y la ONU, también a hablado de la disminución de la desigualdad en nuestro país.

       “Los avances democráticos, también son importantes: nunca antes los poderes legislativo y judicial, habían actuado con tanta libertad. Antes dependían totalmente del Ejecutivo y ahora no.

       “La prensa ha tenido como nunca antes, absoluta libertad. En los medios informativos, se critica y hasta se insulta al presidente: el responde en sus conferencias mañaneras, pero respeta a sus oponentes, llamándolos defensores de un sistema corrupto, antidemocrático y represivo.

       “La lucha contra la inseguridad y la delincuencia, no ha terminado, pero tampoco ha fracasado: esta guerra interna, se inició en los gobiernos panistas, principalmente el de Felipe Calderón y continuó en el priista de Peña Nieto. Calderón tuvo al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, a un delincuente aliado de uno de los cárteles delincuenciales más peligrosos de México. Los informes que se dan semanariamente sobre este problema, es que asesinatos dolosos, secuestros y privación ilegal de la libertad, van a la baja. La ley se aplica a todos por igual y la coordinación de las fuerzas de seguridad, han permitido la detención de numerosos delincuentes que son sentenciados hasta a 70 años de cárcel”.

         Todos estos constituyen un resumen de lo que nos dijeron varios de los ciudadanos que informaron que irían a la marcha y las razones por las que están dispuestos a participar.

        Entienden el enojo de los que fueron desplazados del poder, pero es mejor que ellos también entiendan que no era posible seguir aguantando tanto latrocinio, tanta ineficiencia, tanta injusticia sin rebelarse. “Que bueno que los cambios se están haciendo por la vía pacífica. Imagínese si hubiera estallado una rebelión armada ahora, con tanta arma de alto poder que entra por nuestra frontera norte para los cárteles delictivos y traficantes de drogas. Iba a ser una matazón espantosa y seguro que nos iban a invadir los gringos”, nos dijo un señor muy canoso, ya de la tercera edad.

Publicado en COLUMNAS

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