Columna | Desde el portal

 La anunciada incorporación del inminente ex gobernador de Nayarit, Antonio Echevarria al Gobierno Federal, abre el abanico de aspirantes presidenciales, no porque tenga posibilidades o no para asumir el cargo, sino porque emplaza o desplaza a los anotados actualmente.
 Son tres los gobernadores llamados a la IV-T, desde el correligionario Adán Augusto Hernández López, el priista Quirino Ordaz Coopel y el panista Antonio Echevarria, que aún cuando todavía no se define la función que habrá de realizar, indudablemente que será de relevancia.

 Y no sólo es una función burocrática o de reconocimiento a la función realizada, sino que su origen partidista lo muestra como la intención fundamental de abrirse a la pluralidad y a la experiencia política, de que la administración pública no esté en manos de un solo grupo, facción o partido, sino que se escuchen otras experiencias y se sumen a un proyecto nacional.

Esto es relevante en momentos de polarización y de confrontación, que sirvan para detener el afán divisionista o de cerrar el paso a las expresiones políticas que han estado y están vigentes en el país. En reconocer los aportes de los mandatarios salientes y sus conocimientos sean aprovechados.

 Desde luego, hay quienes no lo ven así y consideran que la integración de los gobernadores
salientes es producto de negociaciones o de acuerdos con poderosos grupos de presión o de cuotas partidistas o amiguismo. Como quiera que sea es positivo pues se demuestra que los que se consideran dueños del cambio, no lo son.

 También, se amplía el portafolio de aspirantes presidenciales y los que están a la vista no son los únicos. Hay en el país mucho talento y una gran cantera de donde seleccionar al próximo que no obligadamente tiene que ser del mismo equipo y del mismo partido.

 No todos deben estar seguros de que les corresponde la continuidad de la transformación, porque si bien se han sentado las bases para ni echar atrás los cambios impulsados, si se pueden hacer correcciones en donde sea necesario para la satisfacció del respetable.

 En pleno ejercicio del poder, los movimientos políticos o burocráticos tienen un mensaje hacia la sociedad y esta los analiza cuidadosamente. Seguramente seguirán los cambios una vez que se haya cumplido con los amigos, compañeros y correligionarios y que no han dado resultados, para iniciar la etapa de consolidación.

 Mientras tanto, habrá que esperar los resultados de los ex gobernadores integrados al equipo que, como hemos señalado, viene a abrir el pluralismo y a aumentar el portafolio del número de aspirantes presidenciales.

 No todos están seguros, es el mensaje.

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