Columna | P U L S O   P O L I T I C O
  
          “El PRI es el único partido que puede sacar a Puebla de la situación de intranquilidad y de pobreza en que se encuentra, por eso está obligado a ganar”, dijo José Antonio Meade, candidato a la presidencia de la república, ante más de 12 mil priístas, la mayor parte miembros del Movimiento Antorchista, reunidos en el Centro Cultural y Deportivo, La Concha, de la ciudad de Atlixco, donde recibió el saludo de los antorchistas y priístas de la zona con la candidata a la presidencia  de ese municipio, profesora Hersilia Córdova Morán.

          Mientras en Atlixco se realizaba el acto más importante que se ha visto en Puebla en apoyo del candidato presidencial priísta, en la ciudad de México se cocinaba la caída de Enrique Ochoa Reza, como dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional, caída que muchos priístas de la vieja guardia, consideraron tardía, pero necesaria.

         La falta de oficio político y de militancia del señor Ochoa Reza, originaron su cambio a poco menos de dos meses de las elecciones.

         Para muchos priístas poblanos consultados ayer sobre este hecho, el cambio debió haberse realizado en la primera semana después de que el depuesto dirigente nacional, había sido designado. No tenía nada que hacer al frente del partido que durante casi ochenta años, ha dominado el panorama político de nuestro país.

          Al hacer uso de la palabra para entregar el cargo al ex gobernador de Guerrero René Juárez Cisneros, Ochoa Reza manifestó, que entregaba al partido, listo para ganar senadurías, diputaciones federales y locales y presidencias municipales. No dijo Presidencia de la República.

           Las primeras palabras del nuevo dirigente nacional del PRI, parecieron estar dirigidas a corregir ese error voluntario o involuntario al afirmar: “Qué no se equivoquen quienes piensan que el candidato José Antonio Meade, no tiene el apoyo de los priístas. Tiene todo nuestro apoyo y lo llevaremos a ocupar la presidencia de la república en las elecciones del primero de julio próximo”.

          Lo cierto es que el cambio de dirigencia nacional del PRI, ha provocado alegría y esperanza entre las huestes tricolores de Puebla, que ante la inmovilidad de su partido en los últimos meses, ya se sentían derrotadas.

          Los rumores, alentados por declaraciones del candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que grupos empresariales estaban presionando al Presidente Enrique Peña Nieto, para que el candidato del PRI declinara a favor del panista Ricardo Anaya, si se quería derrotar al candidato de la izquierda, tenían a los priístas al borde de un ataque de nervios y ningún dirigente nacional o local, decía nada, como si tal rumor fuera absolutamente cierto.

           El acto de Atlixco, indudablemente exitoso y luego el cambio del dirigente, han venido a recomponer las cosas. Muchos militantes del Revolucionario Institucional, han vuelto a sonreir.

           René Juárez Cisneros, es un político formado en las filas del PRI desde los años setenta. Es licenciado en Economía, carrera que estudió en la Universidad Autónoma de Guerrero.

           Fue presidente municipal de Acapulco, ciudad donde nació en 1956. Es un producto de la cultura del esfuerzo, que realizó todos sus estudios en su estado natal, habiendo estudiado la secundaria en una escuela nocturna para trabajadores.

           Después de cursar la carrera de Economía en Chilpancingo, hizo cursos y seminarios que lo capacitaron para desempeñar cargos diversos en la administración pública, con bastante éxito.

           Cuatro veces desempeñó el cargo de secretario de Planeación y Presupuesto de Guerrero y entre 1990-93, fue presidente municipal de Acapulco, en tiempos del gobernador Ruiz Massieu y en 1998 fue propuesto como candidato a la gubernatura por el PRI, partido en el que milita desde 1973.

         Ha sido delegado de la dirigencia nacional de su partido en varias partes del país, entre ellas Puebla y siempre ha entregado buenas cuentas.

          Para muchos priístas, este mes José Antonio Meade, rebasará a Ricardo Anaya en la preferencia de los electores y en junio próximo, alcanzará y superará la intención de voto que actualmente tiene Andrés Manuel López Obrador. El cambio de la dirigencia nacional priísta, ha venido a entusiasmar a los militantes de muchos años que tiene ese partido y que forman su llamado “voto duro”, algo que al parecer solo ese partido tiene y le da fortaleza.

          Pasando a otras cosas, de las que le hablaremos la semana próxima: Puebla ha perdido una inversión de 165 millones de dólares, que la empresa Granjas Caroll, realizaría en la construcción de varias fábricas de alimentos para la industria pecuaria. Lidercillos locales se han opuesto a ello y amenazaron, en las zonas donde se tenía planeado construir dichas plantas industriales, con “poner a los muertos” si había necesidad de ello, para impedir que se construyeran las fábricas. Ante esa amenaza, la empresa chino-mexicana, dio marcha atrás. 

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