Columna | P U L S O    P O L I T I C O

         La madrugada de ayer, poco más de 30 horas después del deceso del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, el Congreso del Estado, de acuerdo con la ley, eligió como gobernador sustituto al diputado Sergio Salomón Céspedes Peregrina, coordinador de la bancada de Morena, en el Congreso y presidente de la Junta de Coordinación Política, cargos que pasó a ocupar el diputado Carlos Castillo López, poco antes de que Céspedes Peregrina rindiera protesta como gobernador sustituto.

      Después de las 12 de la noche del miércoles, se dio a conocer la votación de los diputados para la elección del nuevo mandatario poblano. Treinta y ocho votos a favor, ninguno en contra y una abstención, fue el resultado.

       A LA UNA Y MEDIA DE LA MADRUGADA, aproximadamente, fue recibido el nuevo mandatario poblano con aplausos y rindió la protesta de ley, para ejercer el Poder Ejecutivo del Estado hasta finales del 2024, es decir, estará dos años al frente del gobierno estatal.

       Es ORIGINARIO DE Tepeaca, militó en el PRI partido del que fue diputado local y fungió también como presidente municipal de la importante población que fue el segundo municipio constituido en América por Hernán Cortés hace 500 años. El primero fue Veracruz.

        Como presidente municipal de su tierra natal, hizo un buen trabajo según constatan algunos amigos tepeaquenses que fueron contactados por éste reportero. Dicen que entre los pobladores de Tepeaca, se guarda un buen recuerdo de su actuación.

         EN LOS MEDIOS POLÍTICOS SE COMENTA, QUE la designación del sustituto de Barbosa Huerta, se hizo demasiado rápido y que no se cree que el gobierno federal no haya tenido ninguna intervención. Es más, se comenta que Céspedes Peregrina fue llamado a la ciudad de México ayer mismo en la noche y regreso de inmediato a Puebla para ser ungido como mandatario estatal.

       Si fue así, estuvo bien hecho, pues como está actuando el grupo opositor, pudo aprovecharse la falta de gobernador, para crear problemas políticos innecesarios y totalmente fuera de la realidad poblana, que no tiene confrontaciones de ese tipo.

        Céspedes Peregrina, era uno de los tres precandidatos promovidos por el fallecido gobernador Barbosa Huerta. Hace varias semanas propuso a Céspedes, coordinador de la bancada de Morena en el Congreso local; a la secretaria de Economía, Olivia Salomón y al secretario de Salud, José Antonio Jiménez Martínez.

          LOS PANISTAS YA NO SABEN QUE HACER PARA llamar la atención: en la sesión del Senado, del pasado martes, la payasita senadora de ese partido, Xochitl Gálvez, se puso una botarga de dinosaurio para recorrer el salón de sesiones y se colocó atrás del presidente, el senador poblano Alejandro Armenta, quien de inmediato reaccionó ordenando a la “senadora”, respetar el recinto y salir inmediatamente de ahí. Personal de vigilancia la acompañaron a la puerta.

      DESDE SUS INICIOS EN LA POLITICA, doña Xochitl, en los tiempos del foxismo, se dio a conocer por su lenguaje grosero contra los priistas y fue apapachada por sus compañeros de partido. Se hizo pasar como representante de los indígenas, lo que no pegó, pues de eso solo tiene el nombre y algunas blusas bordadas elaboradas por artesanas de nuestra población originaria y nada más.

       Los panistas modernos, no los anteriores al foxismo y al calderonismo, han sido los que han llevado a la política mexicana, a los límites del desprestigio y del deterioro moral y social.

      En la campaña de Vicente Fox, trajeron, con un experto español en la materia, la llamada “guerra sucia” o “guerra de lodo”, consistente en lanzar ataques personales a candidatos y políticos de otros partidos, inventar chismes mezclando a familiares de sus contrincantes, esparcir falsos rumores tratando de descalificar a sus contrincantes políticos, y el mismo Fox, hablando en sus discursos de “marranadas” y cosas por el estilo. Xochitl, entonces diputada por Hidalgo, echando de su ronco pecho y ahora, en compañía de Lilí Téllez, la otra senadora del PAN, lanzando discursos ofensivos, insultantes contra el presidente y altos funcionarios. El objetivo es rebajar, degradar la actividad política y a las instituciones y a quienes la ejercen. Nada positivo distingue a estas “honorables damas”. Ninguna propuesta sensata, ninguna opinión más o menos válida para resolver los graves problemas que los gobiernos de su partido heredaron a éste. Se oponen a todo, critican todo y con el lenguaje más bajo y ruin y nada dicen de Guanajuato, estado que gobiernan desde hace más de 20 años y es el más inseguro por su elevado índice de criminalidad; y nada dicen de que en un gobierno panista, el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, era un delincuente cómplice del cartel delincuencial más poderoso y peligroso de México. El señor y sus cómplices, esperan sentencia condenatoria en los Estados Unidos.

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