Columna | P U L S O   P O L I T I C O

         La Revolución Mexicana de 1910, fue considerada como la primera “Revolución Social” del mundo. Fue realizada por campesinos pobres, principalmente y sus objetivos eran, lograr una sociedad igualitaria en nuestro país, que permitiera a todos los mexicanos, alcanzar niveles de bienestar aceptables, con gobiernos electos democráticamente que se preocuparan por la educación, la salud y la vivienda digna de campesinos y trabajadores de las ciudades.

         Una de las ideas brillantes surgidas en ese entonces, fue la creación de escuelas normales, que se dedicaran a formar maestros que no solo enseñaran a los campesinos, la clase más necesitada y atrasada del país, a leer y escribir, sino a trabajar la tierra con técnicas adecuadas y que fueran líderes en las comunidades y pueblos rurales, para impulsar cambios en su sistema de vida, que permitieran un avance de nuestros pueblos en todos los órdenes.

         El 22 de mayo de 1922, se creó la primera normal rural en el estado de Michoacán, es decir, ayer se cumplió el primer centenario de esa normal. Vinieron muchas más, pero ya desde el principio tuvieron opositores dentro del mismo gobierno, que  se encargaron de hacer la vida difícil a maestros y alumnos de esas instituciones.

         Las normales rurales, fueron desde su inicio, como niños maltratados en el normalismo nacional.

         Para poner un ejemplo: La normal rural de Ayotzinapa,  Guerrero, ampliamente conocida en todo el país y en el extranjero por el asesinato de 43 estudiantes de ese plantel, caso que todavía no ha sido aclarado en su totalidad, fue fundada en 1941 y en 1942, sufrió su primer acto de represión por parte de las autoridades de ese entonces.

         EN EL GOBIERNO DE MANUEL AVILA CAMACHO, fue designado como secretario de Educación, el licenciado Luis Sánchez Pontón, un hombre de izquierda, progresista y por eso mismo, mal visto por la derecha y las gentes de pensamiento retrograda, que iniciaron una campaña en su contra. El alto funcionario de origen poblano, se vio obligado a renunciar y en su lugar, el presidente designó al general brigadier, admirador de Benito Musolini, el creador del fascismo italiano, Octavio Vejar Vázquez, que tenía un odio a las personas de mentalidad progresista y lógicamente combatió a las escuelas rurales desde la Secretaría a su cargo y promovió lo que llamó “escuela del amor”, buscando con ello, la reconciliación con la Iglesia Católica que veía mal todo lo que hizo el general Lázaro Cárdenas, al frente del gobierno federal.

         Su guerra contra el normalismo rural fue total, pues pretendió acabarlo.

        Y así fueron muchos funcionarios educativos que empezaron a combatir a los planteles creados para formar maestros rurales, que parecía que no querían que los campesinos y los obreros salieran de su condición de clases marginadas.

         TODAVÍA EN LOS AÑOS CINCUENTA, CON ADOLFO Ruíz Cortines en el poder, el odio contra las normales rurales se hizo patente y se llegó a hablar de la necesidad de cerrar esos planteles.

         Estudiantes y académicos iniciaron su lucha de supervivencia y muchos, entre ellos Ayotzinapa, han logrado seguir en la lucha.

         Durante el último gobierno priista, el de Peña Nieto, los normalistas de Ayotzinapa, la única normal de este tipo que existe en la entidad suriana, sufrió el embate de policías, y se dice que hasta de militares, en la ciudad de Iguala, causando la muerte de 43 jóvenes, cuyo asesinato se está aclarando y cada vez se descubre la acción de autoridades y políticos en estos hechos.

        Los normalistas rurales han sufrido, desde el principio, hace un siglo, de carencias en dormitorios, en comedores, en material pedagógico; al terminar se les niegan plazas, total, que como niños maltratados que luchan para vencer las dificultades y seguir adelante, se han endurecido  y cada vez están más decididos a sobrevivir.

            EN PUEBLA HUBO DOS NORMALES RURALES, UNA establecida en Champusco, entre Atlixco e Izúcar de Matamoros, que desapareció en los años cincuenta para sustituirla por una escuela práctica de agricultura. Los estudiantes normalistas, fueron distribuidos en otros planteles, entre ellos Ayotzinapa.

            La otra institución de este tipo, destinada a mujeres, esta todavía existe, en Teteles, en la sierra norte del estado.

           Las maestras que ahí se forman, han sido buenas maestras, luchadoras y con ideas progresistas.

          ENTRE LOS PERSONAJES QUE HA PRODUCIDO LA Normal de Ayotzinapa Guerrero, se encuentran, el maestro Othón Salazar Ramírez, originario de un pueblo de la montaña guerrerense llamado Alcozauca. Fue el dirigente nacional del Movimiento Revolucionario del Magisterio, que junto con los líderes ferrocarrileros de 1958, lucharon en la ciudad de México por la reivindicación de sus derechos, habiendo paralizado a la gran capital que entonces tenía 5 millones de habitantes.

         Los maestros Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas, que en el estado de Guerrero lucharon por los derechos de los más pobres, incluso con las armas en las manos, ante la incomprensión de las autoridades de entonces. Los dos murieron en la lucha revolucionaria que habían emprendido.

          Esa normal, ha producido maestros altamente preparados, pues muchos continuaron estudios en la Normal Superior de México y en la UNAM y universidades de provincia y son muy capaces en el desempeño de su trabajo y en la lucha por una sociedad mejor.

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