Columna | P u l s o    P o l i t i c o

            La dirigencia nacional de la Confederación Nacional Campesina y dirigentes de todo el país, estuvieron ayer en Puebla, encabezados por su dirigente nacional, Hernández Heras, para brindar su apoyo al candidato del PRI a la gubernatura del Estado, Alberto Jiménez Merino.

             Se anuncia la presencia de la dirigente nacional del PRI, Claudia Ruíz Massieu, el domingo 26 del actual, en el acto de cierre de campaña del candidato priísta, que se llevará a cabo en la Plaza de la Constitución, (Zócalo) de esta capital. Se calcula que asistirán no menos de 20 mil priístas de todo el estado.  Este acto está anunciado a las 11 horas y estarán también representantes nacionales de los sectores del partido tricolor.

               Aunque sea en la recta final, los priístas ya están dando pruebas de que saben arropar a sus candidatos como lo han hecho siempre y que si hubo tardanza en hacerlo aquí en Puebla, se debe a que por el “trancazo” que recibieron en el 2018, quedaron medio atarantados y fuera de lugar. Pero ya están despertando.

               Todos los pronósticos del resultado de la elección que se llevará a cabo el 2 de junio, apuntan a que como se ha venido señalando desde hace tiempo, Luis Miguel Barbosa será el triunfador.

                Sin embargo ya hay dudas de que el segundo lugar lo ocupe el “candidato independiente” apoyado por el PAN, PRD y MC., Enrique Cárdenas.

                Quedó muy golpeado a raíz del debate del pasado domingo y se le vio demasiado nervioso durante su desarrollo. Además, solo visitó los municipios urbanos y ningún municipio rural.

                 Los apoyos que ha estado recibiendo a través de algunos desplegados, son de gente ajena a la política  y completamente ajena al estado de Puebla.

                La aplicación en Puebla del “hoy no circula” fue propuesto, hace cuarenta años, por el entonces director general de tránsito, Rodolfo Pacheco Pulido, durante el gobierno de don Guillermo Morales Blumenkron.

               Si entonces se hubiera empezado a aplicar esa medida, tal vez no se hubiera llegado al grado de contaminación del aire que se dio hace unos días.

               Hoy Puebla tiene millón y medio de vehículos y además, durante el gobierno morenovallista, el tránsito vehicular en la ciudad, se complicó demasiado, aumentaron los embotellamientos, se retiró a los agentes de tránsito de los principales cruceros de la ciudad, que agilizaban la circulación, se redujeron los espacios para la circulación vehicular con motivo de la construcción de las inútiles ciclopistas mal hechas y pésimamente trasadas y todo eso, ha afectado al medio ambiente.

              Ahora que la propuesta de hace cuatro décadas fue presentada por el Consejo de la Crónica de Puebla y que el Ayuntamiento le dio entrada, sería bueno que el Cabildo la estudiara a profundidad, auxiliándose con técnicos en materia vial, para hacerla efectiva en el menor tiempo posible.

              Algunos colegas con quienes comentamos esto, nos decían que el ayuntamiento de Puebla, debería contar con un departamento de Ingeniería Víal, pues la ciudad lo requiere con urgencia. El caos que se advierte a determinadas horas del día en las principales calles y avenidas de la capital, se ha venido complicando por la falta de una dependencia especializada en la materia. Se nota que todo lo referente al tránsito de vehículos, se hace sin un real conocimiento de este tema, en forma improvisada.

               El estado de Puebla tiene un gran potencial agropecuario completamente desperdiciado. A los gobiernos neoliberales, no les ha importado el desarrollo del campo y por eso, hemos llegado a ser un país dependiente alimentario: somos la cuna del maíz que es base de la alimentación de millones de mexicanos, y lo tenemos que importar de Estados Unidos, de donde nos mandan un maíz forrajero y además transgénico.

                Importamos frijol, arroz, leche en polvo, que es la base de las fórmulas que como “leche deslactosada”, “leche semidescremada”, “leche ligea o ligfhe”, etc, se nos vende en los supermercados.

              Tal vez la cosas empiecen a cambiar, pues ya el gobierno federal, está impulsando a los pequeños y medianos establos que en su mayoría han cerrado en todo el país. Pueblos como Chipilo, dedicados desde su fundación a la cría y explotación del ganado lechero, a la fabricación de quesos y otros productos lácteos, tuvieron que cambiar su actividad, ante el embate de las empresas transnacionales dedicadas a vender fórmulas químicas en las que la leche en polvo importada de Estados Unidos y países europeos, son solo uno de los elementos de esas fórmulas.

Publicado en COLUMNAS

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