Columna | P U L S O    P O L I T I C O

            Ante el peligro de que en los primeros días de abril, en que se recuerda la pasión y muerte de Jesucristo, el gobernador Miguel Barbosa Huerta, está dialogando con los representantes de la Iglesia Católica y de las iglesias cristianas, para establecer los protocolos que se establecerán en esos días, que resultarían sumamente peligrosos, pues podrían aumentar los casos de contagio y lógicamente de fallecimientos, si no se mantiene el acatamiento de las recomendaciones de las autoridades de salud.

            Dijo el gobernador, que ha habido un relajamiento en los últimos días y que eso a contribuido a que Puebla continúe en naranja dentro del semáforo sanitario.

            Si en Semana Santa, esa disciplina se relaja más, el peligro de aumento de contagios y de fallecimientos, sería sumamente peligroso.

            Hizo un llamado en su conferencia de prensa virtual, a todos los ciudadanos poblanos, para mantener la disciplina de lavado constante de manos, usar el cubrebocas y guardar la sana distancia y en mantener lo más posible el cinfinamiento. No hay que confiarse. Ya se inició en la entidad la vacunación a las personas de la tercera edad y seguirá la vacunación hasta que toda la población del Estado, quede protegida.

             LE COMENTAMOS EN ESTE ESPACIO, que los partidos de la “tripe alianza”, PRI, PAN Y PRD, quedaron hechos trizas en las elecciones del 2018 y que se niegan a aceptar su realidad: perdieron identidad ideológica, situación que ha sido agravada por esta absurda alianza de partidos tan diferentes en todo y por la pobreza, si bien no es extrema, porque el gobierno federal está obligado a seguirlos manteniendo y los gobiernos estatales obligados a colaborar en esa manutención, de todos modos se van a enfrentar a situaciones sumamente complicadas para llevar a cabo campañas más o menos exitosas.

             El Consejo Nacional del PAN, efectuado en la ciudad de México y presidida por el peor dirigente nacional que ha tenido ese partido, don Marko Cortés, acordó destinar solo 80 millones para las campañas de sus candidatos a diputados en los 32 estados de la república.

             En tiempos de gloria, esa cantidad no serviría para nada. Aquí en Puebla en los tiempos del morenovallismo galopante, tal vez se destinarían solo a los candidatos de la capital del estado. Ahora esa cantidad será para todo el país.

            Serán campañas austeras, claro, por la pandemia y todo lo demás, tal vez sean campañas virtuales, pero de todas maneras ese presupuesto es insuficiente y demuestra el poco interés que el PAN tiene en los congresos locales. El quiere ganar la mayoría de los diputados en el Congreso federal, al que destinará 269 millones 700 mil pesos.

            Es decir, que los trescientos candidatos a diputados federales del país y los doscientos de representación proporcional, tendrán un presupuesto tres veces mayor, que el que se destinará a los candidatos a diputaciones locales de las 32 entidades del país.

            Y HABLANDO DEL PAN, LA PRESIDENTA estatal de ese partido, que tiene licencia para estar mucho más activa, que cuando no tenía licencia, se lanzó contra la actuación de la actual presidenta municipal, la morenista, Claudia Rivera, que es absolutamente cierto que ha sido un fracaso a todo lo largo y ancho de la historia local, pero tampoco es cierto que los ayuntamientos panistas han sido un modelo de virtudes, como dijo doña Genoveva.

            El municipio de Puebla-capital ha tenido muy eficientes presidentes municipales priístas, como el licenciado Guillermo Pacheco Pulido, el profesor Jorge Murad, el licenciado Marco Antonio Rojas, el licenciado Mario Marín, la licenciada Blanca Alcalá y algunos más, pero los panistas se cuentan con la mano y los dos que fungieron durante el morenovallismo, fueron opacados, prácticamente borrados, por el gobernante estatal, que se olvidó que era gobernador, para concentrar su obra y la mayor parte de la inversión económica de su gobierno, en el municipio capital del estado, donde tuvo el principal asiento de sus negocios. Aquí se invirtieron 14 mil millones de pesos en dos edificios: el museo del Barroco y el Centro Integral de Servicios, cuyos mantenimientos, también son millonarios. Ahí queda demostrado que para el neoliberalismo, porque el señor Moreno Valle Rosas, era neoliberal completo, los importante era tener un gobierno rico, con lujos y gastos absurdos, y un pueblo pobre. La ciudad de Puebla, durante su gobierno, fue calificada por la Coneval, como la que mayor número de pobres tenía, ente las grandes ciudades del país.

           Cuando Antonio Gali Fayad, fue candidato a gobernador para cubrir un periodo de poco más de dos años, el principal reclamo que recibió de los habitantes de la provincia poblana, fue el de haber estado olvidados, completamente marginados en el sexenio panista que estaba por terminar y pedías caminos, arreglo de caminos, escuelas, mantenimientode los edificios escolares, hospitales y centros de salud.  

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