Columna | P U L S O   P O L I T I C O

            La Ley Acida, o sea la agresión a mujeres mediante sustancias químicas que deformen la piel o sustancias inflamables, se tomará como intento de feminicidio y su pena será de hasta 40 años de cárcel y elevada multa, que fue aprobada recientemente por el Congreso del Estado, es perfectible, afirma el legislador priista Néstor Camarillo Medina.

            Falta establecer la reparación del daño y el presupuesto correspondiente.

           Esta ley es sumamente importante sobre todo porque los casos de agresiones a mujeres con sustancias químicas o inflamables, en Puebla han sido frecuentes ocupando el tercer lugar, después de la ciudad de México y el Edomex.

           Además la justicia ha fallado en varios de los casos ocurridos aquí. Esmeralda Millán, quien afirma que la agresión que sufrió le cambió totalmente la vida, señala que su agresor fue detenido después de cinco años de cometido el delito y a pesar de eso, catorce veces han sido retrasadas por diversas causas las audiencias para juzgarlo, catorce veces.

           Esmeralda Millán, otro caso, relató que la justicia actual ha dejado en libertad a su agresor, pese a que la agresión fue premeditada y planeada por su agresor, como se ha confirmado.

            Los agresores generalmente son las parejas o ex parejas de las mujeres agredidas.

           Por todo lo anterior y para evitar injusticias, los legisladores están obligados a estudiar a fondo el problema y perfeccionar la ley de la materia a fin de que estos casos se resuelvan pronta y expeditamente, como debe ser.

            En la forma en que se ha venido actuando, las mujeres agredidas además de que muy raras veces se reponen de la agresión, tienen que estar lidiando para que se les haga justicia, algo que les provoca daños psicológicos difíciles de superar.

            HAY MUJERES DE MORENA QUE AFIRMAN QUE ahora le toca al sexo femenino la gubernatura de Puebla y que la candidatura de su partido debe ser para una mujer.

             Ese razonamiento es completamente absurdo. No se trata de repartir candidaturas por razones de género, sino por la capacidad política, administrativa y la sensibilidad social, de los aspirantes y desgraciadamente, las mujeres del nuevo partido, apenas están iniciando sus carreras políticas y carecen de la experiencia necesaria para poder realizar un buen trabajo al frente del gobierno.

          Lo vimos en la pasada administración municipal de esta capital. La incapacidad política, la falta de sensibilidad social y la total inexperiencia administrativa de doña Claudia Rivera, dio al traste con su administración y desprestigió a su partido.

           Las mujeres de todos los partidos políticos tienen derecho a que se les tome en cuenta para ocupar puestos de elección popular, pero deben prepararse para hacer un buen trabajo: los legisladores, regidores, presidentes municipales, gobernadores improvisados, ya deben pasar a la historia. La política es cosa seria. Los tiempos de colocar en puestos públicos a amigos o parientes así como así, ya pasaron. La política no es una actividad para enriquecerse fácilmente con corruptelas, sino es un trabajo para servir a los ciudadanos de un pueblo, de una ciudad o de un Estado y se requiere además de sentido social, capacitación administrativa y sensibilidad política. Ojalá y que los políticos de todos los partidos entiendan esto.           

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