Columna | P u l s o    P o l i t i c o

    En el primer minuto del miércoles primero de febrero, el gobernador electo de Puebla, Antonio Gali Fayad, empezará a ejercer su responsabilidad, al recibir, en ceremonia privada del gobernador saliente Rafael Moreno Valle, el mando.

    Minutos después, Gali tomará protesta a quienes serán los integrantes de su gabinete.

    La ceremonia oficial, será en el auditorio Metropolitano a las 11 horas, ante el Congreso local y el Poder Judicial del Estado. Comerá con su familia y a las 18 horas, habrá un acto en el que el nuevo gobernante, tomará protesta a la señora Dinorha López, su esposa, como Presidenta del DIF estatal.

    Gali Fayad, tiene ya su plan de trabajo elaborado con la participación de los presidentes municipales de todo el estado, así como con las aportaciones de los diputados locales y federales.

    Dicho proyecto responderá, ha señalado el gobernador electo, a las necesidades de cada municipio. Lo que pretende, es no dejar a ningún municipio del estado, por pequeño que sea, sin atención a sus necesidades más sentidas.

   Hasta el momento, el nuevo gobierno de los Estados Unidos, no ha iniciado la deportación masiva de inmigrantes mexicanos sin documentos, como fue el ofrecimiento de Donald Trump a sus electores y es que según los expertos, no será fácil hacerlo, sobre todo porque en la misma nación norteamericana, hay fuerte oposición a ello.

   De todos modos, el gobierno mexicano no debe confiarse y estar preparado para todo.

   El nuevo gobierno del Estado, que presidirá el señor Antonio Gali, debe implementar un plan, ayudado por expertos, para recibir a los miles de trabajadores poblanos que sean expulsados de Estados Unidos, con algunas garantías de que encontrarán aquí las facilidades para emprender una nueva vida productiva.

    Hay numerosos pueblos de la mixteca poblana, al sur del estado, que han estado casi vacíos por años, pues la mayor parte de su gente joven, hombres y mujeres, han emigrado al norte, en busca de un trabajo que les garantice la manutención decorosa de sus familias.

    Muchos poblanos ya han hecho su vida en Estados Unidos, allá han nacido sus hijos y han venido a Puebla solo como turistas, con visitas anuales, durante las fiestas patronales de sus pueblos o en Navidad y Año Nuevo.

     Se calcula que hay en el vecino país del norte, un millón y medio de poblanos.

     Algunos han sido exitosos, tienen sus propias empresas, incluso hay un “rey de la tortilla”, originario de Chiautla de Tapia, que es el industrial más importante en ese ramo, en toda la Unión Americana; otros se han dedicado a la confección de ropa de marca o a prestar sus servicios para la limpieza y mantenimiento de edificios, mediante contratos con grandes empresas.

    Pero la gran mayoría, requerirá del apoyo del gobierno mexicano para no ser extraditados o de los gobiernos locales de sus estados, en este caso Puebla, para reiniciar una nueva vida aquí.

    Afirman expertos, que la negociación de México con el gobierno de Donald Trump, constituye una gran oportunidad para el presidente Enrique Peña Nieto, de reivindicar su imagen, muy deteriorada a raíz del gasolinazo.

    Si la negociación es exitosa, es seguro que Peña Nieto ganará puntos a su favor dentro del país. Si fracasa, pues el descontento se agudizará.

    Por lo pronto, en el Estado de México y en el de Coahuila, no habrá alianza entre el PAN y el PRD, para las próximas elecciones de gobernador en esas entidades.

    Eso favorece al PRI, pues sobre todo en la entidad mexiquense sin alianza de la derecha con la supuesta izquierda, no hay posibilidades de que ninguno de los dos partidos gane.

    El PAN ha gobernado a varios importantes municipios de ese estado, con resultados poco satisfactorios y el PRD, tiene el problema de que le restará gran cantidad de votos el partido Morena, de Andrés Manuel López Obrador.

    Las pasadas elecciones en Guerrero, pudo ganarlas la izquierda si hubiera estado unida, pese al problema de los normalistas de Ayotzinapa, pero tanto el PRD, como Morena, tuvieron cada uno su candidato a gobernador y ganó el PRI.

    En el estado de México y en Coahuila, podría pasar lo mismo.

    Por lo que se refiere a la entidad mexiquense, Morena prácticamente ya tiene candidata y sería un peligro para el PRI y el PAN, si ese partido hubiera hecho una alianza con el PRD, pero los morenistas ya han dicho que no quiere alianzas con nadie.

Publicado en COLUMNAS

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