Columna | P U L S O    P O L I T I C O
   
          El Instituto Estatal Electoral tuvo un retrazo en el registro de los candidatos para las elecciones del 6 de junio y las campañas políticas que debieron iniciarse ayer, se iniciarán hoy.

          Todavía los partidos políticos no acaban de hacer el registro de sus respectivos abanderados y si bien es cierto que el IEE ha estado desorganizado, también los partidos lo están. Nunca lo habían estado tanto. Para que se de una idea, ayer  “Morena” el partido en el poder, todavía no había registrado a su candidato o candidata a la presidencia municipal de esta capital.

         Lo que está pasando en esta elección, no se debe solo a la pandemia que padece el mundo, de Covid-19, sino más bien a la mala conformación de los partidos políticos, que después de las elecciones del 2018, quedaron en una situación tan dramática, que no son, nos referimos a los principales partidos del país en las últimas décadas, PRI, PAN y PRD, ni la sombra de lo que alguna vez fueron.

         Y “Morena”, el partido en el poder, todavía no acaba de nacer como partido: al igual que los otros tres: están internamente divididos; cuentan con una muy pobre estructura incluso el PRI que durante más de medio siglo, fue el partido mejor estructurado de América Latina.

          De los otros ni hablamos, porque de hecho no existen. Hay registros de organizaciones partidistas ante las autoridades electorales, pero ninguna llena los requisitos mínimos, salvo excepciones. Luego de que cumplen con lo que tienen que cumplir para obtener el registro, se desintegran y quedan los dirigentes que son los que gastan, ¿en qué?, solo ellos saben, los subsidios o prerrogativas de los gobiernos federal y estatales.

          Hasta donde sabemos en Puebla solo hay una nueva organización partidista que está haciendo esfuerzos por organizarse debidamente y eso se debe al dirigente estatal Rafael Moreno Valle Buitrón, el hijo del contador Rafael Moreno Valle Sánchez, fallecido el año pasado por coronavirus. Este dirigente que no aceptó la candidatura plurinominal para el Congreso de Puebla, que le ofrecía la dirigencia nacional, está trabajando en conformar un partido bien estructurado, bien organizado y con militantes activos que saben por lo que van a luchar y las dificultades que van a encontrar para llegar a su objetivo.

         Empezó por designar a coordinadores  en los 15 distritos electorales federales y en la mayoría de los 26 distritos electorales locales, así como en los municipios más importantes del estado; logró que a tiempo estuvieran designados los candidatos para las diputaciones federales, cuidando la equidad de género y lo mismo se hizo en el caso de las diputaciones locales y ya tiene candidatos designados en los municipios donde será posible su participación.

         Se trata del partido Fuerza por México, que tiene una militancia, por lo menos en Puebla, comprometida con la ciudadanía, que le apuesta a la estructura y a la organización, para poder influir entre los electores.

         COMO TODO MUNDO SABE, EL ESTADO DE PUEBLA, cuenta con 217 municipios y esta conformación, no solo dificulta los trabajos electorales, sino los planes de desarrollo de los gobiernos estatales.

         ¿Qué pueden hacer los partidos o las autoridades de la entidad, en siete municipios que cuentan con menos de mil habitantes; con doce, cuya población es de más de mil, pero menos de dos mil; o con veinte, que tienen más de dos mil habitantes, pero menos de tres mil? ¿Qué futuro les espera a los habitantes de estas comunidades? ¿a sus niños que muchas veces no cuentan ni con una primaria completa en su pueblo? ¿O a sus habitantes en general, que no pueden recibir fácilmente ni un auxilio médico?

           Están condenados a vivir se por vida en la más completa marginación.

           ¿Sabrán los que aspiran a las diputaciones locales sobre esta situación?

            Hay quienes afirman que disminuir el número de municipios, sería crear conflictos políticos. Pues para eso están los diputados, para buscar fórmulas adecuadas para resolver problemas sin causar situaciones de conflicto.

          ¿Por qué no tener un diálogo con autoridades y pueblo en cada una de las demarcaciones municipales que se encuentran en clara desventaja respecto a los demás habitantes del estado, para que opinen cómo podría resolverse ese problema?