Lunes, 11 Abril 2022 10:15

Itinerario de recogimiento

Reflexión Poética | Compartiendo Diálogos Conmigo Mismo

(Nunca es tarde para poner nuestra mirada en la Cruz y sentirse familia alrededor de la santa mesa en Semana Santa, para reunirse con soledad a escucharse y unirse al silencio para comprenderse).

I.-  UN CAMINO DE CONVERSIÓN
(No hay mayor necedad que negarse a ser)

Cada despertar vamos al reencuentro,
nos ponemos en situación de vernos,
de aprender a reprendernos, amando;
porque así, es como se hace y se nace,
como se conduce y reconduce el ser.

El mejor uso del alma no es el abuso,
ni tampoco es el sol el mejor cuerpo,
todo está en el darse y en el donarse,
en volverse poesía y en hacerse verso,
al servicio de la iluminación celestial.

De Dios somos y a Dios retornamos,
es cuestión de querer y de eximirse,  
de recobrar el soplo de lo auténtico,
y de tomar conciencia de todo bien,
que es lo que nos alivia de todo mal.

II.- LA SANTA CRUZ NOS ACOMPAÑA
(No hay mayor estupidez que abandonar la cruz)

La cruz va con la vida de cada cual,
es parte de nuestra senda vivencial,
es nuestra propia huida del maligno,
es la que nos glorifica y nos redime,
nos enternece y eterniza en Cristo.

Como signo de verdad y cercanía,
el linaje se alumbra con el Señor,
pues nadie va al Creador sin guía.
Él nos inspira de alegría cada paso,
y nos levanta el valor su compañía.

El Crucificado es nuestra esperanza,
signo de luz y señal de existencia,
vía hacia la restauración del todo;
pues sólo la fuerza de la divinidad,
nos retorna al torno de la armonía.

III.- EL VÍA CRUCIS DE LA MEDITACIÓN
(No hay mayor simpleza que huir de lo viviente)

Vuelve a nosotros Jesús de todos,
otórganos por siempre tu fortaleza;
únicamente así hallaremos el vigor,
la valentía para poder manifestar,
tu verdad en nuestra vida, la tuya.

Confiérenos la fibra de tu pasión,
para tomar con brío nuestro dolor,
aliméntanos y aliéntanos cada día,
para que en los momentos oscuros,
podamos recobrarnos de las caídas.

A tu lado se esclarecen las sombras,
el viento cesa, las olas se calman,
el mar se une a la bóveda celeste,
y la tierra entona un nuevo tono,
el timbre que nos lleva a la quietud.

Víctor Corcoba Herrero
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Publicado en COLUMNAS

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos