Jueves, 05 Noviembre 2020 21:12

Un auténtico James Bond fue espía en Polonia

Columna | SIN LÍMITES

*¿Broma o hecho real de los servicios secretos ingleses?

Gracias al cine, más que a las novelas de Ian Fleming, jóvenes y adultos de casi todos los países  desde 1962 en el siglo pasado, han conocido al agente secreto de su Majestad de Inglaterra, a James Bond, conocido como el agente 007.  La primera película se llamó El Agente 007 contra el Doctor No.

Pero como decía el cómico mexicano, el Chapulín Colorado, no contaban con la astucia del Instituto de la Memoria Nacional de Polonia (IMNP), con sede en Varsovia, que recientemente reveló que un agente británico llamado James Albert Bond estuvo en su país en la década de 1960.

O quizá, no contaban con la astucia de los servicios secretos ingleses para inventar con ese nombre a un espía británico.

Según el archivo, James Bond llegó a Polonia el 18 de febrero de 1964 y salió el 21 de enero de 1965, durante la Guerra Fría. La primera novela fue publicada en 1953, mientras la primera película se estrenó en 1962. Algunos creen que los británicos escogieron el pseudónimo del agente como una broma.

Se trató oficialmente de un empleado que se desempeñaba como archivista del Agregado Militar de la Embajada Británica y pronto llamó la atención de los oficiales del servicio de contrainteligencia polacos.

Sabemos que Bond estuvo en Polonia en 1964 y 1965, dijo a la agencia de noticias Reuters, Marzena Kruk, Directora del Archivo del IMPN y agregó que viajó un poco por el país, le gustaban las mujeres, igual que a su tocayo literario, pero no hay ni una palabra sobre el Martini, la bebida favorita del personaje de ficción, pero le gustaba la cerveza polaca.

Bond estuvo bajo estricta vigilancia, visitó las regiones de Bialystok y Olsztyn al noreste polaco, para ingresar en las instalaciones militares del entonces estado satélite soviético. No estableció contactos con ciudadanos, lo que habría tenido graves consecuencias para cualquier polaco sospechoso de trabajar con agentes del otro lado de la entonces llamada Cortina de Acero.

¿BROMA DEL GOBIERNO BRITÁNICO?

Tal vez fue una broma  inglesa para los polacos o tal vez fue un poco de diversión con la contrainteligencia polaca, tal vez tenían sentido del humor, dijo Kruk.

A la fecha, el agente James Bond ha protagonizado 14 novelas, nueve historias cortas y 25 películas, siendo la más reciente Sin Tiempo Para Morir, la cual ha sido retrasada en su exhibición por la pandemia del coronavirus.

EL AUTÉNTICO JAMES BOND

Este James Albert Bond nació en Bideford, Devon, en el suroeste de Inglaterra. Lo definen como hablador, pero precavido.

Su esposa, con quien se unió en matrimonio diez años antes de ir a Polonia, confirmó que el hombre era un espía y que lo acompañó a ese país en los sesenta como parte de su misión, pero que ella no sabía realmente el trabajo que hacía. Este James Bond continuó su servicio en Inglaterra un tiempo antes de retirarse y fallecer en 2005.

Lo más destacable de su trabajo como espía fue un intento de acceder a finales de 1964 a las instalaciones militares de Bialystok y Olsztyn, en el este del país, cerca de la frontera con la Unión Soviética.

Se interesaba en las mujeres, pero era muy cauteloso, era un agente de bajo nivel con un nombre muy mediatizado ya que los agentes comunistas también conocían al héroe ficticio.

El escritor Ian Fleming, antiguo agente británico, autor de la serie, ha dicho que su héroe debía su nombre al ornitólogo estadounidense James Bond, del que poseía un libro sobre las aves del Caribe.

El actor Sean Connery, quien dio  conocer las películas de James Bond falleció a los 90 años de edad el pasado sábado 31 de octubre. Además, fue considerado por muchos como el mejor agente secreto de la historia.

Conocido por su papel de James Bond en la saga de películas del agente 007, el escocés tenía una prolífica carrera cinematográfica, con muchos reconocimientos por su trabajo ante las cámaras. Retirado de la actuación en 2003, Connery residía desde entonces en las Bahamas.

En fin, como escribió Ricardo Palma (Perú, 1833-1919) en su poesía Corona Fúnebre:

La religión augusta del trabajo   
y el culto del honor fueron su emblema:       
quien dones tales a la vida trajo       
el juicio de los postreros no tema.       
¡Feliz el que a la tumba ha descendido       
con la conciencia del deber cumplido!

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Publicado en COLUMNAS

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