Columna | P U L S O   P O L I T I C O

     El senador guanajuatense, Juan Carlos Romero Hicks, aspirante a la candidatura presidencial de su partido, en visita a Puebla y en conferencia de prensa, dijo estar sorprendido por el hecho de que en Puebla, el padrón de Acción Nacional registrara un número de militantes, tres veces mayor que el de su estado, Guanajuato.

      Resulta que Puebla y Guanajuato tienen casi la misma población, 6 millones de habitantes en números redondos, pero la tradición política derechista de la entidad del bajío, ha sido de siempre, y por eso el PAN ha podido gobernar durante 25 años consecutivos.

      En Puebla, considerado un estado de vieja tradición católica, nunca había tenido un gobierno panista hasta el 2010, pero ese gobierno estuvo conformado por ex priistas y personas venidas de fuera.

       El catolicismo poblano, no se reflejaba en la política y por eso el partido de la derecha o conservador, nunca había crecido y cuando por primera vez accedió al poder, ganando el ayuntamiento de Tehuacán, el segundo municipio más importante del Estado, no fue por el fortalecimiento del PAN, sino por un pleito interno entre grupos priistas.

         Tiene razón Romero Hicks, es sorprendente por ilógico, que en Puebla estuvieran registrados 36 mil militantes panistas y en Guanajuato, solo haya 12 mil.

         Guanajuato fue el centro de la guerra cristera de los años veinte, esa guerra religiosa cuyo objetivo era tomar el poder para establecer, en vez de un estado laico, revolucionario e independiente, un estado religioso, sometido a la jerarquía católica.

          Esa guerra fracasó y ya restablecida la paz, surgió, allá en Guanajuato, un movimiento denominado Unión Nacional Sinarquista. Dos o tres años después, surgió el PAN, que sería el brazo político de la derecha mexicana. Los sinarquistas agrupaban a las fuerzas populares, principalmente campesinos, que serían los grupos de choque contra las fuerzas revolucionarias. Los sinarquistas vestían uniformes de pantalón negro, camisola beig, corbata negra y brazalete tricolor (rojo, con un círculo blanco y en el centro de ese círculo, un mapa de México en color verde) Así también eran las banderas que en todas sus manifestaciones y marchas, ondeaban por cientos en todo el bajío.

   Dos o tres años más tarde, surgió el Partido Acción Nacional en la ciudad de México. El fundador visible, fue el licenciado Manuel Gómez Morín, ex rector de la UNAM, ex-director del Banco de México y uno de los integrantes del grupo conocido en el medio universitario, como los siete sabios de México, entre ellos también estaba Vicente Lombardo Toledano, fundador del Partido Popular Socialista.

        Con Gómez Morín estaban abogados destacados de Jalisco, como Efraín González Luna, primer candidato del PAN a la presidencia de la república, en 1958; Rafael Preciado Hernández, Luis Calderón Vega, padre de Felipe Calderón, un Estrada Iturbide, de Michoacán y otros más.

       Eran universitarios todos, identificados con la doctrina social cristiana, ex dirigentes de la Acción Católica y de movimientos estudiantiles de filiación católica también.

       La fundación del PAN en Puebla, tuvo que esperar varios años después de fundado ese partido y fueron el ingeniero Marcos Mastreta y el también ingeniero Luis Hinojosa González, michoacano, los que lo fundaron aquí, apoyados por inquietos estudiantes universitarios como Miguel López González Pacheco, que fue daños después el primer diputado de partido; los hermanos David y Jesús Bravo y Cid de León, y otros más.

         Las condiciones que el PAN imponía a quienes quisieran ingresar al partido eran tan difíciles, que pocos se animaban a hacerlo. Tenían que pasar los aspirantes, por un noviciado de cinco años, casi como si fueran a entrar a una orden religiosa.

        El PAN tuvo su primer triunfo en 1973, cuando logró derrotar en esta capital a los dos candidatos obreros priistas, a las diputaciones federales que entonces tenía la capital, con dos jóvenes contadores: Miguel Fernández del Campo y Alejandro Cañedo Benítez. Fue en los tiempos del gobernador, Aarón Merino Fernández, sustituto del general Antonio Nava Castillo.

         Pese a esos triunfos y al obtenido en Tehuacán, el avance del PAN en Puebla, fue demasiado lento. Ganó otros municipios importantes, como San Martín Texmelucan, Teziutlán y algunos otros, pero su presencia no pasaba de las ciudades más importantes del estado.

         El triunfo del 2010, se debió básicamente, al ingreso de numerosos priistas seguidores de Rafael Moreno Valle, al PAN. Con sistemas del PRI, se hizo crecer al partido de la derecha que hasta hace poco tenía una militancia de 36 mil personas, cantidad que se redujo muy sustancialmente a raíz de la revisión que se hizo hace poco, del padrón de ese partido.

        El PAN sigue siendo en la entidad, un partido de mediana importancia, sin estructura y sin organización, que ha obtenido triunfos electorales, por las divisiones surgidas en el seno del Partido Revolucionario Institucional, de ahí que se diga, que en Puebla el PAN gana, cuando el PRI se divide.

         La sorpresa del senador panista Romero Hikcs, es explicable. Guanajuato y Puebla, aunque sean entidades consideradas como conservadoras, su conservadurismo es diferente. En Puebla radica en sectores citadinos, en Guanajuato, en todo su territorio.

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