Miércoles, 05 Diciembre 2018 21:11

Justicia con consciencia social: Héctor Sánchez

• Poder Judicial del Estado compromiso con Justicia

A través de la aplicación de cinco ejes estratégicos cobijados por los principios que garantizan la defensa de la persona; la participación social; la perspectiva de género, igualdad y transversalidad; el respeto a la diversidad; la protección del interés superior de la niñez; así como la transparencia y rendición de cuentas, Héctor Sánchez Sánchez presentó su informe de actividades.

Ante la presencia de personalidades como el gobernador del estado Antonio Gali, la Presidenta del Patronato del SEDIF Dinora López de Gali, el Presidente del Tribunal Electoral del Estado, Fernando Chevalier, la Directora del Instituto Poblano de las Mujeres, Mónica Silva, la Presidenta Municipal, Claudia Rivera, el Rector de la BUAP Alfonso Esparza, así como de magistradas, magistrados, jueces y juezas de todo el estado, entre otros, el Presidente del Poder Judicial del Estado destacó el compromiso establecido con la ciudadanía; y a la confianza que de ellos emerge hacia las instituciones que resguardan y protegen sus derechos, al presentar las acciones que dan garantía de que se actuó velando por la dignidad de las personas, con serenidad, objetividad, imparcialidad, autonomía y rectitud, por encima de cualquier interés individual.

En este sentido Sánchez Sánchez resaltó: “En cumplimiento de las obligaciones que nos impone la Constitución, seguiremos siempre optando por el respeto a la ley y a la legalidad a plenitud y con responsabilidad histórica ¡qué viva Puebla!”

En gestión y administración Judicial destacó que la labor del Tribunal Superior de Justicia, es fundamental para resolver controversias con apego a la legalidad, imparcialidad, objetividad, celeridad, independencia y oportunidad. De manera complementaria, el trabajo colaborativo con el Consejo de la Judicatura permite otorgar solidez y confiabilidad institucional al dotar de profesionalismo a la actividad judicial.

Respecto a Infraestructura, tecnología y modernización señaló que una parte significativa en el proceso de consolidación del Sistema Procesal Penal Acusatorio se encuentra ligada de manera estrecha a la construcción de infraestructura, equipamiento y modernización, aunado a ello se fortaleció la infraestructura que utilizan los órganos auxiliares del Poder Judicial, además cabe señalar que la accesibilidad universal es uno de los puntos que se ha priorizado dentro del periodo a su cargo.

En el rubro de formación y capacitación judicial, habló que a través de las acciones emprendidas en materia de formación y capacitación, se contribuye a mejorar la atención que el Poder Judicial brinda a los ciudadanos, así como a la consolidación del Sistema Procesal Penal Acusatorio.

En materia de equidad e igualdad refirió que el Poder Judicial implementó mecanismos que contribuyen a garantizar la equidad e igualdad mediante la incorporación de políticas, campañas, cursos, instalación y seguimiento a comités, y capacitación a funcionarios. Con las acciones realizadas se institucionalizan los principios que promueven la igualdad y equidad en el interior del Poder Judicial, para que las personas encargadas de la impartición de justicia garanticen procesos más justos.

Por último con Transparencia y rendición de cuentas se reconoció el compromiso que tiene el Poder Judicial como sujeto obligado en materia de transparencia y rendición de cuentas; por ello considera a los mecanismos de rendición de cuentas van más allá del hecho de publicar información, sino que atiendan los mecanismos que garanticen que la información sea clara, oportuna, veraz, congruente, de fácil acceso, relevante y confiable.

Publicado en MUNICIPIOS

• Es el primer estado de la República Mexicana en signar la Declaratoria por el Acceso a la Justicia: enfoque en Derechos Humanos y Género

San Andrés Cholula, Puebla.- El gobernador Tony Gali; la titular del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), Marcela Eternod; el Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Héctor Sánchez y el Presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso de Puebla, Carlos Martínez, firmaron la Declaratoria por el Acceso a la Justicia: enfoque en Derechos Humanos y Género, con el objetivo de garantizar la igualdad en los procesos judiciales.

La Secretaria Ejecutiva en Suplencia de la Presidencia del INMUJERES, Marcela Eternod, reconoció al gobierno estatal por ser el primero en asumir esta declaratoria. Así como al Tribunal Superior de Justicia por ratificar su compromiso para institucionalizar la perspectiva de género en los procesos, programas y acciones en el ámbito judicial.

“Puebla se ha caracterizado, en los últimos años, por hacer una profunda transformación y tiene un compromiso muy firme por la igualdad entre mujeres y hombres, con la inclusión de todas las personas”, expresó.

Añadió que el acceso a la justicia para las mujeres es imprescindible y ésta debe garantizarse a través de instancias que respeten los Derechos Humanos, que actúen pronta y expeditamente, libres de pautas patriarcales, discriminación y exclusión.

En tanto, Tony Gali recalcó que en Puebla se trabaja de mano de las instituciones, en la construcción de un estado confiable, sensible, con igualdad y equidad pero, sobre todo, con justicia social.

Agregó que esta perspectiva estará incluida en el ejercicio argumentativo de los jueces y mantendrá bajo monitoreo las resoluciones, con el firme propósito de eliminar la discriminación y garantizar un proceso justo, eficiente y eficaz.

El Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla, Héctor Sánchez, puntualizó que es fundamental garantizar la adecuada protección de los derechos de las personas sin importar su condición, en un contexto de igualdad; por ello, celebró que Puebla sea pionera en mantener el Estado de Derecho con consciencia social.

También estuvieron presentes Magistrados del Poder Judicial, entre otros invitados.

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Asimismo su difusión está dirigida al territorio geográfico que comprende el estado de Puebla.

Publicado en GOBIERNO

Litigios se resuelven “a billetazos” y procesados recobran su libertad

Las fallas notables del Sistema Penal Acusatorio en Puebla dependen en gran parte de la actitud de los abogados antiguos y de nuevas generaciones, que resuelven muchos litigios “a billetazos”, lo que hace que se trastoque la ley y se corrompan jueces y magistrados.

Comenta lo anterior el abogado Apolonio Méndez Meneses, benefactor de ciudadanos vulnerables y de agrupaciones necesitadas de orientación y apoyo para su mejor desarrollo, en la región de San Martín Texmelucan y diversas comunidades poblanas y de otras entidades.

El  también ex alcalde de Texmelucan expuso en entrevista que considera que la intención de las autoridades que implantaron en el país el nuevo sistema penal acusatorio, fue buena, pero todo el sistema procesal y penal tiene muchas complicaciones de antaño y hasta el momento no ha mejorado la aplicación de la justicia, sino la ha trastocado.

Opina también en el sentido de que las cárceles se han llenado y saturado de probables responsables de delitos, y se han agotado los lugares donde “guardarlos”. Y el nuevo sistema penal  ha propiciado que con amparos y pago de fianzas salgan en libertad miles de procesados que tras dos, tres o más años de prisión, nunca fueron sentenciados, y al recobrar su libertad, lejos de corregirse continúan sus acciones delictivas.
 
Por todo esto se manipula la ley a favor de quienes tienen los mejores abogados, pues hay muy buenos profesionales que sacan de prisión a muchos “inocentes”, pero cobran fuertes cantidades como honorarios, para corromper a jueces y magistrados. Ese es el principal problema que se registra en la justicia nacional y local, señala Méndez Meneses.

Se requiere, agregó,  la actuación de nuevas generaciones en la abogacía, con otra mentalidad, con menos tramposos y menos amor al dinero.

Actualmente el amor de la humanidad es el dinero, es el mercado, como lo ha reconocido y proclamado el Papa Francisco: “Es que el dios de ustedes es el mercado”, lo que no sólo hace que se trastoque la ley, sino que se corrompa a jueces  y hasta a magistrados haciendo que la Suprema Corte caiga en aberraciones, ya que la conforman humanos que han llegado a declarar que sí procede el “matrimonio” entre hombre y hombre,  o entre mujer y mujer.

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Miércoles, 19 Julio 2017 15:07

Frente a la casta de los aduladores

Artículo | Algo Más Que Palabras
 
    Hoy más que nunca se necesitan personas con tesón, nada aduladoras, dispuestas a sucumbir a la incertidumbre que nos atiza, con coraje, valentía y compasión. En consecuencia, es hora de acrecentar el compromiso con la justicia social y la cultura solidaria. Sólo así se puede reforzar el crecimiento mundial y desarrollar economías inclusivas. Desde luego, las poblaciones han de estar mejor formadas, sobre todo en valores humanos, para hacer frente a otra forma de entender el mundo, donde todo no lo es la tecnología y las estructuras económicas, sino el ser humano como artífice de su propio destino. De ahí, la importancia de que la acción política y las finanzas reconsideren conceptos tan vitales como lo ético, en un mundo cada día más corrupto e injusto, fruto de tantas intenciones malvadas. A mi juicio, por tanto, ha llegado el momento de decir ¡basta! a una época de tantas falsedades. Por ello, hay que implicarse en vociferar la verdad, aunque nos duela, algo positivamente rebelde y esperanzador, pues únicamente lo verídico es lo que nos hace libres.

No olvidemos que todo zalamero vive a cuenta de quien lo atiende. Para desgracia nuestra, hasta la violencia encuentra sus seguidores y sus aduladores. Sea como fuere, tampoco es de recibo, continuar con este espíritu hipócrita que oculta una cosa en su seno y  dice otra, haciendo del engaño su razón de vida. ¡Cuánta bajeza sembrada por los caminos! Deberíamos activar nuestra conciencia hacia otros horizontes más auténticos. Sin duda, hemos de ser más cristalinos, para poder tomar otras actitudes menos aparentes, pues la evidencia al final nos deja sin palabras. Lo cierto es que el número real de atropellos en el mundo se reproducen a un ritmo verdaderamente vertiginoso, y las víctimas inocentes son los que suelen pagar este incremento de bestialidades que asolan el planeta; no en vano, las Organizaciones Humanitarias están pidiendo fondos urgentemente para responder a este desbordamiento de hechos delictivos, donde nadie respeta a nadie, pues cada día son más las personas que han sido desarraigadas de sus entornos por la guerra o la persecución.

Ya en su tiempo decía el Comediógrafo, Molière, que la “hipocresía es el colmo de todas las maldades”, y cuánta razón hay en ello, pues la realidad es la que es, sin más relato que el de la verdad que, al fin, puede más que la razón. Resulta, efectivamente, desgarrador ver que se levantan muros, que las personas perecen en el intento de salvar su vida, y que tanto refugiados como migrantes son rechazados permanentemente, en contravención de los derechos humanos y del derecho internacional. ¡Cuántas existencias atormentadas por la intolerancia y por la falta de corazón humano! Deberíamos, cuando menos pensar en esto, e incrementar los esfuerzos por dignificarnos y fortalecer la cohesión social entre culturas. Así, por ejemplo, la comunidad internacional ha de establecer una mejor plataforma de cooperación que reconozca el enorme potencial del mundo, con unos moradores más unidos, lo que exige otro pelaje de gentes más autocríticas.

Desde luego, los avances en la ejecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, apuntan alto y claro, puesto que exigen que los gobiernos escuchen a la gente y los involucren en el proceso de toma de decisiones, movilizando a todos los sectores de la población, con instituciones efectivas, aparte de rendir cuentas y ser inclusivos por naturaleza. Otra cuestión es que lo podamos llevar a efecto, máxime en un periodo como el contemporáneo, con abundante casta de aduladores, que encantan con las ideas, con palabras que el pueblo quiere oír, pero que no suelen pasar de esa mera persuasión diabólica. Ojalá aprendiéremos a ser más verdaderos, empezando por otro lenguaje más de consuelo y de alcance a todas las culturas. No se trata de loar a nadie, si acaso, hemos de ensalzar comportamientos veraces, como esa voluntad de niño, que con su limpia mirada nos lo está diciendo todo. En suma, que frente a la casta de los aduladores, la peor especie de enemigos, nos interesa rescatar a la sociedad de tanta siembra de mentiras; pues ya saben lo de la bola de nieve, cuánto más rueda, más grande se vuelve. Lo subrayo, por interés social, ¡hagámoslo!
 
Víctor Corcoba Herrero / Escritor
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Miércoles, 28 Junio 2017 14:26

Hacerse vida en todo

Artículo | Algo Más Que Palabras
   
    Mientras la vida se realiza injertando vida y luego viviéndola, estando bien atento a no caer en la tentación de la pereza, pues por propia naturaleza somos almas en permanente búsqueda, lo mismo ha de suceder con nuestro modo de vivir, de remar como una piña, sin buscar la vanagloria personal; y, en cambio, si la verdad y la deferencia entre todos. Por desgracia, hace tiempo que en lugar de educar la conciencia de las gentes, se ha pasado a desvirtuar lo íntegro, pensando que lo trascendente es alcanzar el poder para pisar más fuerte en lugar de servir mejor. Fruto de este descontrol educativo en el mundo, ahí está la creciente radicalización ciudadana, debido a una educación inadecuada y sin esencia alguna. La evidencia nos demuestra que invertir en los seres más vulnerables no es sólo lo correcto, sino también lo más sensato, porque nuestro destino es abrazar la luz para divisar el horizonte, espacio que forma parte de nuestra innata existencia.

    A mi juicio, hay que hacerse vida en todo y para todos, despojándose de aquello que impida embellecer nuestro camino. Allá donde se conviva, en el estado de crecimiento en el que uno se halle, hay que tomar una actitud de compasión siempre, de entrega y generosidad hacia al análogo. Menos armas y más alma, más corazón es lo que hay que llevar consigo. Lástima que la necedad nos domine. Algo tan de sentido común, como que el Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares, se convierta en ley aún no ha sido posible. Un total de 180 naciones lo han firmado, de las cuales 164 lo han ratificado, incluidos tres Estados con poder nuclear: Francia, Rusia y el Reino Unido. Pero, otros 44 que poseen estas tecnologías deben aún firmarlo y ratificarlo para que el Tratado entre en vigor. Estos incluyen a China, Egipto, India, Irán, Israel, Corea del Norte, Pakistán y Estados Unidos. Seguramente todos deberíamos recapacitar, ser más conciliadores, más ferverosos de lo armónico, sin intención de convencer a nadie, sino haciendo de nuestra propia vida un mero deseo de asistencia para los que nos piden auxilio. No olvidemos que los grupos extremistas no conocen fronteras.

    Indudablemente es la vida la que nos dona vida, y nosotros hemos de ser donantes de sueños. Esta es la cuestión. Como Machado, yo también pienso, “que tras el vivir y el soñar, está lo que más importa: el despertar”. Ha llegado el momento de moverse, y la acción es lo único que tiene arrojo. Nuestra generación está llamada a predicar menos y a ser más rompedora. El testimonio de Colombia de haber completado la dejación de armas, es un buen referente para construir puentes, para acercarnos unos a otros. No olvidemos que somos ante todo, y sobre todo: constructores, no destructores. Hace mucha falta, por consiguiente, testimoniar el valor de la gratuidad en un mundo en el que privan los beneficios, el lucro sobre todo lo demás. Me asustan los que se apropian de todo, inclusive de vidas que no les pertenecen. Frente a toda esta atmosfera de corrupciones, cohabitan gentes de paz que no retroceden, que no miran para otro lado, que ponen su vida al servicio de esta humanidad doliente, con cercanía y acogida, verdaderamente amorosa.

    El amor que todo lo justifica y ampara, ha de activarse hoy más que nunca para no enfermar. El virus de la indiferencia nos está dejando sin espíritu. Además, si en certeza queremos dejar intacto este paraíso viviente para las generaciones venideras, hemos de cultivar el respeto por todo aquello que nos rodea. A lo mejor tenemos que gritar menos y amar más, cuando menos para reducir tantas tensiones inútiles y para entablar conversaciones políticas sustantivas. La ayuda humanitaria se ha hecho imprescindible por doquier, hasta en lugares pacíficos se necesita de ese acompañamiento que nos dignifique como gentes de sentimientos y valores. La tutela de la vida y la creación de condiciones para una existencia en libertad, deberían estar en el centro de todos los gobiernos y jurisdicciones, a fin de fortalecer el vínculo entre desarme y desarrollo. Ojalá, todas las personas, todos los pueblos, también la Comunidad Internacional, hagamos lo posible, por muy imposible que nos parezca, para accionar otros lenguajes menos usureros, basados en el diálogo y en la comprensión, por el bien de toda la especie humana. Que la vida se hizo para vivirla, no para matarnos unos a otros. Por cierto, la misma sociedad está obligada a hacérnosla radiante. Toca resucitar, pues, una nueva época que nos hermane. Manos y coraje para la faena, ¡qué no falte!.

Víctor Corcoba Herrero / Escritor
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Domingo, 18 Junio 2017 16:50

Verse ante el espejo

Artículo | Algo Más Que Palabras
 
    Siempre nos lo decía mi abuela: es mejor mirarse en el espejo antes de juzgar a nadie. La hipocresía de esta sociedad actual es tan fuerte, que estamos todos los días y a todas horas, haciendo juicios de valor, sin benevolencia alguna. Lo sabemos todo, lo juzgamos todo, hasta el punto que el arrepentimiento del hipócrita es fingimiento por sí mismo. Por si fuera poco el engaño, le ponemos un apasionamiento que raya el atropello, porque al fin también nos creemos dioses. Tanto es así, que cada año, más de un millón de personas pierden la vida debido a la barbarie que avivamos, cuando debiéramos ser gentes de paz y no de guerras. Por cada una que muere hay muchas más con lesiones y con diversos problemas de salud física, sexual, reproductiva y mental. Ante esta atmósfera de crueldades que cosechamos a diario, y bajo este absurdo clima de bestialidades sembradas por todo el mundo, la misma Organización Mundial de la Salud, nos llama a prevenir y a dignificarnos como personas.

    Es público y notorio, que las naciones con mayores niveles de desigualdad económica tienden a presentar mayores tasas de mortalidad por fanatismos, y dentro de cada nación las tasas más elevadas corresponden a quienes viven en las comunidades más pobres. Por otra parte, este salvajismo verdaderamente preocupante suele afectar principalmente a personas jóvenes, económicamente productivas. Esto se produce cuando el ser humano, pierde de vista sus bondades y virtudes, encerrándose en su propio egoísmo, lo que le impide ver los auténticos horizontes de belleza que nos circundan. Nuestro comportamiento, que en palabras del poeta y dramaturgo alemán Goethe (1749-1832), "es un espejo en el que cada uno muestra su imagen", en ocasiones es víctima de esa incertidumbre y división que vive la sociedad actual.

    Indudablemente, hay que retornar al encuentro con lo armónico, mediante la clemencia necesaria y los deberes de justicia conciliados para toda la humanidad. Despojémonos de todo odio y activemos el sosiego, empezando por nosotros mismos. Si hay rencor en nuestros corazones, difícilmente vamos a poder reeducarnos el alma. Hay que buscar nuevos lenguajes amorosos, auténticos, que conlleven generosidad para que puedan silenciarse el sonido de las armas. Téngase en cuenta que el impacto sanitario de la violencia no se limita únicamente a las lesiones físicas, su estela de saña deja tras de sí multitud de trastornos mentales, como la depresión, los intentos de suicidio, los síndromes de dolor crónico, entre otros. Los analistas en todos estos desajustes consideran que se puede reducir su impacto, pues al delimitar las causas subyacentes, como el bajo nivel educativo, la parentalidad incoherente, la concentración de la pobreza, el desempleo y las normas sociales que respaldan la violencia, ya tenemos parte del camino andado, mediante estrategias científicamente creíbles.

    Desde luego, está visto que los programas escolares de prevención de la violencia son beneficiosos. De igual modo, el fomento de las relaciones familiares. En este sentido, deberíamos impulsar las escuelas de padres en todos los centros educativos del mundo. Personalmente, llevo implicado bastante tiempo en un Colegio al respecto, y he podido comprobar, que el fomento de la participación de los padres en la vida de los niños y los adolescentes a través de programas que desarrollen la alianza entre el hogar y la escuela, a mi juicio, es algo esencial para generar actitudes positivas y enriquecedoras para todos socialmente. Lástima que el 55% de los niños de 3 y 4 años de 74 países no juegan ni realizan ninguna actividad educativa con sus padres, según un recientísimo informe del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).

    Como quiera que la palabra es el prototipo de la acción, mi apuesta de que la sociedad, en su conjunto, se mire ante el espejo, no tiene otra finalidad que la de reflexionar para salir de esta espiral envenenada de dolor y muerte. No podemos continuar indiferentes ante el sufrimiento de los demás. Hemos de crecer en el amor, izando la autenticidad como bandera y sintiéndonos libres al hacerlo. Esta es la cuestión, mayores estrategias centradas en la comunidad que tienen una eficacia demostrada o son prometedoras para prevenir la violencia: aumento de la disponibilidad y la calidad de centros de atención a los niños; programas escolares para modificar normas y actitudes relacionadas con los problemas de género, y mejoras de los entornos escolares que incluyan las prácticas docentes, las políticas educativas y de seguridad, tal y como propicia la misma Organización Mundial de la Salud. 

    En cualquier caso, las sociedades pueden prevenir los hechos violentos reduciendo factores de riesgo como el alcohol, las armas de fuego y las desigualdades económicas y de género. Por eso, hoy más que nunca hace falta caminar hacia delante para reencontrarse con otras culturas, y una vez en diálogo, poder defender la dignidad de la persona humana, por encima de cualquier otro interés. Ahora bien, nuestra gran asignatura pendiente es que tenemos que aprender a respetarnos, a reconocer en el otro su valor, sin conceptuarlo a la ligera. En efecto, la sociedad tiene que salir del resentimiento para hallarse en un lugar de sostén y acompañamiento, si en verdad queremos coexistir y cohabitar como especie pensante. Pensemos, que no hay espejo que mejor irradie nuestra imagen, que aquellas palabras vertidas por nosotros.

    Naturalmente, es un mal presagio para una sociedad que aspira a confluir ideas, levantar muros o activar contiendas.  La guerra en Siria entró a su séptimo año y todavía no se avista un fin del conflicto. Es la peor crisis humanitaria y de desplazamiento desde la segunda guerra mundial. A propósito, UNICEF acaba de hacer un llamamiento financiero de 1400 millones de dólares para sus operaciones de emergencia en Siria, Líbano, Jordania, Turquía, Iraq y Egipto. Hasta la fecha, nos consta, que la llamada no ha tenido demasiado eco, a juzgar por lo poco recaudado, apenas la cuarta parte. Sin duda, es particularmente preocupante esta falta de sensibilidad ante el sufrimiento de muchos niños, madres, ancianos, desplazados y refugiados, víctimas de la violencia de todo tipo. Ojalá aprendamos otros abecedarios de convivencia y dominio. Cada ser humano debe aprender a dominarse así mismo, a no ser un lobo.  En este sentido, pienso, que las diversas religiones pueden ayudarnos a permanecer coaligados, pues la paz no ha de vociferarse únicamente en los campos de batalla, sino dondequiera que se desarrolle cualquier existencia humana.

    Confieso, por ende,  que no me gusta este espíritu de degradación humana que vivimos. Me da miedo esa raíz perversa que nos está contagiando un poco a todos, derivada en parte de una decadencia de la conciencia moral, algo que nos ha deshumanizado hasta extremos que cuesta reconocernos.  Contemplando tantos corazones doloridos, vemos, como en un espejo, los sufrimientos de la humanidad y hallamos el deseo del cambio.  Estoy convencido de que, más pronto que tarde, vamos a tomar conciencia de nuestra realidad en el mundo para modificar historias que están ahí; en Europa, África, Medio Oriente, Asia y otras latitudes. Sea como fuere, no podemos construir la paz sobre la base de mirar hacia otro lado, hemos de implicarnos y ser más responsables, sobre todo en la única respuesta que puede aportar esperanza y oportunidad: la educación; que es la que verdaderamente nos templa el alma ante las dificultades de la vida. Por desdicha, vivimos un tiempo marcado por una profunda crisis educativa que hace extremadamente complicado transmitir a las jóvenes valores básicos. Creo, pues, que el mundo tiene que empezar a mundializarse humanamente con programas que impulsen reglas de convivencia, nuevos modos y maneras de andar por el planeta, al menos siendo más considerados con todo lo que nos acompaña en el viaje por la vida.


Víctor Corcoba Herrero/ Escritor
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Artículo | Algo Más Que Palabras
  
    El entorno no puede ser más desolador. La circunstancia de que muchos hechos delictivos, contrarios a la propia naturaleza humana, queden impunes, es un síntoma preocupante del grave deterioro moral que padecemos. En ocasiones, la opresión de los buenos ciudadanos es tan cruel, y el nivel de violencia contra los que reclaman verdad y justicia es tan horrendo, que nos quedamos sin palabras. Sea como fuere, no podemos permanecer bajo la indiferencia, hemos de ser solidarios, actuando en común con valentía, sobre todo en entornos peligrosos. Es hora de invertir mucho más en sosiego, salvando vidas, protegiendo a los niños en los conflictos armados, facilitando el diálogo entre diferentes etnias en aras de su reconciliación,  asegurándonos de que Naciones Unidas llega a donde nadie más puede ir y efectuando patrullas. Por consiguiente, la gratitud debe acompañarnos de por vida, y en el Día Internacional del Personal de Paz de la ONU (29 de mayo), quizás tengamos que hacer memoria y recapacitar, sobre aquellas gentes que han sacrificado su propia existencia, por poner armonía donde crece el odio y la venganza, promoviendo los derechos humanos y el estado de derecho. Ojalá, como ellos, trabajemos por la justicia, o lo que es lo mismo, abracemos la verdad.

    En consecuencia, ahora más que nunca es vital que continuemos vigilantes y hagamos justicia en un mundo tan corrupto como desigual, a la vez que mejoremos la financiación, la capacitación y el equipo, puesto que las necesidades crecen mucho más rápidamente que los recursos. Los Estados, desde luego, deben prestar mucha más atención y estar más vigilantes para que no existan espacios impunes ante tantos abusos, explotaciones y merma de la dignidad de la persona. Bajo esta situación tan salvaje, hay que ser compasivo, y realizar gestos de unión y unidad, sobre todo con los que se hallan en un estado de sometimiento. Las derrotas llegan cuando la movilización adquiere una dimensión comparable al fenómeno ilícito, y el acusado de cometer algún delito en particular, recibe una condena por transgredir la ley. Evidentemente, la honestidad no puede tener diversas mediciones, cuando menos para que la arbitrariedad deje de estar asociada a gentes de poder o de gran patrimonio. Sin duda, entre todos deberíamos encontrar mecanismos suficientes que garantizasen equidad para las víctimas de tantos atropellos mundanos, pues para que tengamos quietud, mal que nos pese,  lo prioritario es luchar por la rectitud.

    Muchas veces lo he escrito, es la hora de la acción reconciliadora, pero sin obviar la rendición de cuentas, ya no sólo como una cuestión legal, sino que también cumple con el propósito de reivindicar a los mártires y de transformar a la sociedad hacia otro espíritu más respetuoso con la propia vida. En este sentido, no podemos poner en duda, la historia de las actividades de la ONU para el mantenimiento de un orden más ecuánime, la heroicidad de su personal, siempre dispuesto al auxilio de la gente, a veces en algunos de los conflictos más destructivos del mundo, afianzando las alianzas y la cooperación entre todos. Al recordar a estos héroes de la concordia como referentes para el cambio, como fuerza para el futuro, se me ocurre pensar en ese grupo de expertos de Naciones Unidas que condenó recientemente el brutal asesinato de Miriam Rodríguez Martínez, una madre que impulsó la creación del Colectivo de Personas Desaparecidas en Tamaulipas, luego de que su propia hija desapareciera en marzo de 2014. Desgraciadamente, podría citar muchos más casos, puesto que el mundo cosecha una multitud de escenarios tan inhumanos como bochornosos. Por eso, si la justicia existe, nadie puede ser excluido. Luego, ya veremos si hay que ponerle un poco de clemencia, acorde con el arrepentimiento.

    Bajo este contexto de inseguridades, quienes tienen una responsabilidad tan grande como la de aplicar la ley, con la cautela necesaria en la aplicación de la pena, y hacerla cumplir, desde el instante que el no hacerlo pone en peligro vidas humanas. De ahí, la necesidad de hacer justicia, de atender los derechos de los torturados, a los que es cada día más complicado asistir, ya que también los ataques contra trabajadores de la salud y centros hospitalarios continúan produciéndose a un ritmo verdaderamente alarmante. Al final, cuando todo es permisivo, es difícil concertar nada, pues todo termina por hundirse en el abismo. Únicamente, a través del cumplimiento de las obligaciones, que se derivan del deber general del Estado de respetar y hacer respetar los derechos humanos, se puede asegurar un ambiente armónico. De lo contrario, estaremos incitando a la venganza, guardando y resguardando las heridas abiertas. Sus nefastas consecuencias, del ojo por ojo y diente por diente, ya las conocemos.

    Indudablemente, somos gente que hemos de vivir en comunidad, organizados, con normas de convivencia, cuya libre violación requiere siempre una respuesta contundente y adecuada a lo llevado a término. A propósito, el escritor británico William Somerset Maugham (1874-1965), solía decir, que" en su lucha contra el individuo, la sociedad tiene tres armas: ley, opinión pública y conciencia". En efecto, si la ley es una necesidad, la opinión pública ha de sentirse libre también, y en relación a ello, el plan de acción de las Naciones Unidas sobre la seguridad de los periodistas y la cuestión de impunidad, es tajante: "Cada periodista asesinado o neutralizado por el terror es un observador menos de la condición humana,  cada ataque deforma la realidad al crear un clima de miedo y autocensura". Lo mismo sucede con la conciencia, una vez adoctrinados, perdemos el mejor libro de moral que cada cual llevamos consigo interiormente.

    Confinada la ecuanimidad de nuestro horizonte, fenece también todo sentido natural y la misma libertad del ser humano, que está unida al raciocinio y vive por ella. Ahora bien, si en verdad queremos sustentar y sostener el compromiso de luchar por alcanzar la meta establecida en la Carta de las Naciones Unidas: "preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra", tenemos que activar la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo que es suyo, ya sea para alcanzar la justicia social, ya sea para pertenecer  a una sociedad verdaderamente humanizada y humanista. Recuperar la conexión de la justicia con la verdad es hoy aún más preciso, justamente por la crisis de autenticidad en que nos hallamos. La falsedad  se ha convertido en un diario de vida. Cualquier persona que ame la certeza y el orden, trabaja por la justicia, pero desde un ángulo humilde, nunca endiosado, pues lo importante es la plática con todos y la mano tendida y extendida siempre.

    Triste época la nuestra en la que muy pocas personas hablan de verdad. Hay armas para todas partes y nadie se siente seguro. En lugar de estar trabajando por la justicia, las sociedades se sumergen en las mayores injusticias, aumentando el caos. No podemos ignorar estos desórdenes y estos calvarios de muchos. ¡Es hora de decir basta!. Es la ocasión de desarrollar una verdadera cultura de estado de derecho, pero también es la oportunidad de que la verdad en verdad nos cohabite, y aquí no puede haber matices, sino vamos a seguir siendo engañados por lo aparente, y nunca las apariencias fueron buenas consejeras.  A lo mejor tenemos que ser más humanos antes de ser justos. O practicar más entre nosotros el vínculo de la amistad. ¿Quién lo sabe?. La última palabra siempre se la dejo para el lector.
   
Víctor Corcoba Herrero / Escritor
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Columna | En Pocas Palabras

La ASF la Cámara de Diputados ya aprobaron el asunto
Campesinas del FAC reclaman justicia, igualdad y respeto

Cesar en la ejecución de actos que tienen por objeto Fiscalizar recursos federales que son ejercidos y/o administrados por el estado y los municipios; Pronunciarse sobre cuentas públicas relacionadas con recursos federales que son ejercidos y/o administrados por el estado y los municipios; Iniciar procedimientos administrativos de determinación de responsabilidades, por el ejercicio y administración de recursos federales: por ser actos que atentan en contra de las competencias constitucionales de la Cámara de Diputados y del interés general, es el Punto de acuerdo que presentó en San Lázaro el diputado priísta, Alejandro Armenta Mier, mediante el cual se exhorta al poder ejecutivo, al Congreso local y la Auditoría Superior de Puebla, para que respeten el Estado Constitucional de Derecho y el Régimen de Competencias que rigen el Estado Federal en materia de fiscalización de recursos federales, para que dejen a un lado actos que conlleven un desvío de poder y que revelan una actuación arbitraria e irracional. Esto en relación a que la Auditoría Superior del Estado, luego de que tomó la decisión de fiscalizar directamente los recursos federales que administró y/o ejerció el Ayuntamiento de la capital, en el periodo del primero de enero al 31 de diciembre de 2013: finalmente inició –después de que el Congreso el pasado 15 de diciembre de 2016, también tomó la decisión de pronunciarse sobre la cuenta pública del ejercicio 2013, y respecto recursos federales- el Procedimiento Administrativo de Determinación de Responsabilidades, en contra del Ex Presidente Municipal de Puebla, Maestro Eduardo Rivera Pérez, por supuestas faltas administrativas y supuestos daños patrimoniales, en la administración y ejercicio de recursos federales. En el documento el legislador expone que los organismo citados llevaron a cabo lo señalado, a sabiendas de que carecen de competencia constitucional y no obra Convenio alguno celebrado por el Estado de Puebla con la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión...concluye que las autoridades citadas llevaron a cabo las actividades señaladas a sabiendas de que el ejercicio 2013, de los recurso federales ejercidos y/o administrados por el Municipio capitalino ya fueron materia de fiscalización y aprobación por parte de la Auditoría Superior de la Federación y la Cámara de Diputados, no obstante

Un nuevo episodio se da en el desencuentro entre CDE priísta y Fernando Morales Martínez –el expulsado que se fue antes de acuerdo a declaración de este último-. Vía otro comunicado se informa que: “Es incorrecta la forma en la que Morales Martínez hace valer su renuncia, puesto que como él mismo lo señala, el Artículo 121 del Código de Justicia Partidaria establece que se debe ratificar la solicitud de renuncia, pero omite dolosamente mencionar a los medios de comunicación, que la única instancia facultada para dar trámite a dichas solicitudes es la Comisión Estatal de Justicia Partidaria, tal y como lo establecen los Artículos 120* y 121*, de dicha normativa partidista. Por esta razón, la supuesta renuncia que presentó, no es válida ya que fue hecha ante una autoridad partidista distinta a la facultada, motivo por el cual no puede dar trámite a la misma en los términos en los que lo solicitó...”...o sea que se arreglen o desarreglen y a otra cosa mariposa...siguiendo el ejemplo y para festejar los 88 años del PRI, en la casa central y con los fieles, Antonio Hernández y Genis, secretario de cultura del CDE, dictó la conferencia “Aportaciones del PRI al sistema político mexicano” al final de su disertación comentó que al margen de las derrotas y de las victorias electorales que en el futuro obtengan, el partido ha aportado algo fundamental al sistema político mexicano: la concepción y ejercicio del poder, que no puede ser menor, porque ha influido no solo al sistema político, sino a toda la clase política y gobernante de la nación. Por allí las senadoras Blanca Alcalá Ruíz y Lucero Saldaña Pérez y...(¿?)...

Alrededor de diez mil mujeres del Frente Auténtico del Campo se movilizarán este día, en el marco del Día Internacional de la Mujer,  en demanda de justicia, igualdad y respeto a sus derechos y pedirán al Gobierno Federal la firma de un acuerdo binacional que proteja a 5.5 millones de mujeres que han migrado a Estados Unidos. En conferencia de prensa, denunciaron que alrededor de 12 millones de campesinas viven en condiciones de desventaja socioeconómica, lo que ha feminizado la pobreza en el campo y ha llevado a una expulsión creciente de mujeres de sus comunidades...Por cierto que ayer en el ISSSTE para festejar a las mujeres la Delegada de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Vanessa Barahona de la Rosa, ofreció una plática sobre los “Retos de la Igualdad Laboral”. A propósito, la delegada de la institución Sandra Paola Rodríguez Gómez, comentó que en el ISSSTE Puebla las mujeres son un pilar fundamental, ya que de los 415 mil 776 derechohabientes, el 56.2% son mujeres; y en su plantilla laboral que es de mil 235 trabajadores, 777 son mujeres; es decir un 62.9 por ciento... En la BUAP también hubo actividades en honor de las mujeres. María Elena Medina-Mora Icaza, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente”, afirmó en su conferencia “La mujer en la ciencia”: El análisis de la problemática femenina debe contener un nuevo paradigma, que la considere un sujeto activo y no culpable de la violencia y discriminación a las que está sujeta; además, el vehículo para controlar el crecimiento poblacional y asegurar la salud infantil, y un ser con necesidades sexuales y reproductivas...la psicoterapeuta Azucena Hernández Ramírez, disertó  sobre “Todos somos iguales, porque todos somos diferentes”...Felicidades a todas las damas en este su día...En la comunidad de Santiago Tepeixco, de Zacatlán, la presidenta del DIF estatal, Dinorah López de Gali entregó obras de rehabilitación y equipamiento de la Casa del Niño Indígena, donde 54 niñas y niños de la región ahora tienen un espacio digno y cómodo para realizar sus tareas, jugar, dormir tranquilos y bañarse sin pasar frío. Explicó que hace unos días recibió una petición, a través de sus redes sociales, para atender los rezagos de este albergue que se encontraba en mal estado, por lo que comenzó a hacer lo necesario y a coordinarse con el gobierno municipal para remodelar los dormitorios y los baños de niñas y niños, así como renovar el mobiliario. López de Gali también entregó estufa, calentador, literas y colchones a los beneficiarios... En relación a una la nota publicada por un diario local, referente a la distritación electoral en la entidad; la Junta Local Ejecutiva del INE en Puebla, informa: que el tercer escenario de distritación electoral de la entidad está sujeto al análisis y, en su caso, aprobación por el Consejo General del INE: que las cabeceras distritales del mismo, son propuestas sujetas a observaciones de los partidos políticos acreditados ante las Comisiones Local y Nacional de Vigilancia del INE: que la numeración establecida en el tercer escenario es resultado del sistema informático de distritación, por lo que la numeración de cada distrito tendrá que ajustarse a los lineamientos establecidos por el INE conforme correspondan, en orden de norte a sur y oriente a poniente. Y por último expresa que las instancias para determinar los ajustes al tercer escenario son: la Comisión del Registro Federal de Electores, la Junta General Ejecutiva y el Consejo General del INE, en ese orden. Servidos...nos vemos mañana...D.M.

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Domingo, 12 Febrero 2017 15:56

Hay que poner límites sobre todo al poder

Artículo | Algo Más Que Palabras

    Nuestro mundo se ha convertido en un mar de olas, donde todas están interconectadas, cada una de ellas con su propia identidad, compartiendo marea con las otras, haciendo familia en definitiva. Al mismo tiempo, por desdicha, este cúmulo de ondas en ocasiones germinan violentamente, otras sin latido, desbordadas por la suciedad de una sociedad achaparrada, que no piensa nada más que en el consumo material. Para todo hay que poner límites, si en verdad queremos crecer como especie pensante. La prosperidad no puede ser privilegio de unos pocos. Tampoco podemos seguir desvirtuando lo innato, lo natural, a nuestro antojo. Necesitamos que los vínculos no queden en el vacío, que la economía respete los términos de la sensatez, y que no desfallezca la dependencia del bienestar humano con las relaciones sociales y la justicia.

    El efecto contagio, para bien o para mal, y mayormente con el vehículo de propaganda que son las redes sociales, viene generando una inseguridad sin precedentes, con el consabido sentimiento de desazón, que nos deja sin nervio y, lo que es peor, sin brújula de orientación. Los ataques ya no vienen solo por tierra, mar o aire, también están en la nube, en los ciberataques, que como ha dicho un dirigente de Naciones Unidas, "deberían estar recogidos en la Carta de las Naciones Unidas, en su capítulo VII, que define las amenazas y quebrantamientos de la paz y los actos de agresión". Sin duda, sería un buen avance para la humanidad, al menos yo así lo pienso. Pongamos voluntad y paciencia que lo conseguiremos, máxime sabiendo que el sosiego llega después de amasar mucho amor. Como tantas veces he escrito: Uno tiene que verse en el prójimo para que el mundo cambie.

    Los aires no son muy placenteros que digamos. Todo hay que decirlo. La incertidumbre nos saca de quicio, nos desorienta, de ahí la importancia de frenar aquellos agentes que generan inseguridad. En efecto hay que poner barreras, ya no digo militares, sino también políticas, de cooperación y colaboración, de diplomacia y diálogo en suma. Operaciones que han de ser llevadas a buen término con transparencia, para que el que cometa alguna irregularidad, por leve que nos parezca, se le detenga o cuando menos se le paralice la labor contaminante o corrupta. No podemos continuar en ese afán de derroche, sin pensar en los demás, deshumanizándonos, pues todo está integrado hacia lo armónico.

    La familia, fuente primordial de vida, está constituida en una sociedad y en una cultura que, a su vez, está compuesta por individuos diversos, moradores de un planeta, que nos exige un sistema ecológico vital, respetuoso con aquello que nos rodea. Precisamente, durante el mes de febrero, concretamente el día veinte, celebramos el Día Mundial de la Justicia Social; una onomástica que hoy más que nunca debe hacernos reflexionar a todo el mundo, pues si trascendental es erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, no menos primordial es achicar las desigualdades, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social que todos nos merecemos, por el hecho mismo de ser ciudadanos del planeta.

    Indudablemente, la justicia social es un principio que armoniza, fundamental para la convivencia pacífica y próspera, dentro y entre las naciones. Por eso, es sustancial poner demarcaciones en todo, también al dominio. Para el escritor y teólogo francés, Fénelon (1651-1715), " el poder sin límites es un frenesí que arruina su propia autoridad". Ciertamente, cuando se pierde el ascendente influjo de la valía, es muy difícil dirigir nada, incluso hasta nuestra privativa existencia. Está visto que en todos nuestros proyectos es esencial el trabajo en comunidad, pero los poderosos que suelen ser una minoría privilegiada, tienen que concienciarse de que el poderío también es servicio, entrega y generosidad. No es tiempo de que unos opriman a los otros, sino de la mano tendida para reforzar los niveles mínimos de protección social e incluir a quienes viven excluidos socialmente. Al fin y al cabo, todos somos hijos de la vida, y como tales, hemos de forjar uniones encaminadas a un futuro mejor para todos. No es posible lograr equidad alguna si dejamos en el camino a quienes son explotados social y económicamente. Como tampoco es viable templar superioridad en el pedestal, cuando por ambición se simula ser honrados. Sea como fuere, todos nos merecemos un mínimo de dignidad que nos permita ser algo para poder cuando menos hacer algo, ser dueño de sí mismo, ¿qué menos?. Desde luego, el lenguaje del entusiasmo nos lo valemos porque sí.

    Hay, por otra parte, en algunas cuestiones que no cabe poner límites, por ejemplo a la hora de considerar a todo ser humano más allá de las fronteras ideológicas y confesionales. Dicho lo cual, abatidas las inútiles verjas, es crucial para el desarrollo mundial activar líneas de actuación que nos reconduzcan a planteamientos integradores. La brecha que cohabita entre los más pobres y los más ricos en el mundo ha crecido como jamás, acrecentando de este modo los conflictos violentos que tiene sus raíces en tantas injusticias vertidas, con notoria discriminación y pobreza generalizada. En esto sí que hay que ponerse manos a  la acción y ahondar en la capacidad de discernimiento. Hoy por hoy, en el mercado laboral, los jóvenes, los migrantes, las mujeres y los indígenas son los que más a menudo sufren desempleo. También reciben los salarios más bajos o bien ningún ingreso. Sería bueno, por consiguiente, impulsar la transcendencia de políticas sociales de acceso universal, además de modificar las normas sociales, culturales y políticas, así como revisar las actitudes que perpetúan la marginalidad.

    Es indispensable un cambio para construir sociedades avanzadas libres, inclusivas y equitativas, con vocación ecuménica. Tenemos que despojarnos de toda arrogancia dominadora, que lo único que fomenta es el atropello, en lugar de ponernos en asistencia a todo aquel que nos necesita. Ya lo decía Cervantes en su tiempo: "la ingratitud es hija de la soberbia". En este sentido, no se puede permitir que la República Popular Democrática de Corea, continúe lanzando misiles, violentando resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Este afán de provocación lo que hace es aumentar mucho más la tensión en el mundo. O ponemos límites para ser cumplidos o esta carrera armamentista nos lleva a la autodestrucción.  Yo me quedo con la rogativa de Gandhi: "Mi arma mayor es la plegaria muda".

    Queramos o no admitirlos, en el horizonte de nuestra época, han crecido los signos de muerte, hasta el extremo de quitar la vida a los seres humanos aún antes de su alumbramiento, o también antes de que lleguen a la meta natural del anochecer. Aquellos que aglutinan el poder debieran pensar en esto, puesto que son responsables de esta cultura dominadora, endiosada, omnipotente, que ni escucha, ni acoge. En cualquier caso, y a pesar de tantos acontecimientos dolorosos que a diario nos sobrecogen, no podemos dejarnos invadir por el desaliento, tenemos una historia detrás, y un camino recorrido, que debe ayudarnos a promover un diálogo sincero que nos fraternice. No será fácil, pero tampoco es imposible, a poco que avivemos el encuentro, apoyándose en el sentido común, sabiendo que ingresar en el terreno de los hechos es asociarse al mundo de los límites. Verdaderamente, la naturaleza impone sus propias leyes. No juguemos, en consecuencia, con armas, porque al fin alguien las utilizará en contra nuestra. El que avisa no es traidor. Dicho queda.

Víctor Corcoba Herrero / Escritor
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Domingo, 13 Noviembre 2016 12:52

Justicia y tolerancia

Artículo | Algo Más Que Palabras
 
    A medida que abrazamos el mundo nos damos cuenta de la necesidad de justicia, ante el cúmulo de víctimas de atrocidades, donde nadie respeta a nadie, y de la falta de tolerancia entre las culturas y los pueblos. La humanidad ha de aprender de que lo justo tiene que ser para todos, de que ninguna persona puede quedar excluida, pues todos nos merecemos una existencia digna. A veces me da la sensación de que somos una generación despreocupada de nuestras obligaciones. Hay cuestiones que requieren una mayor diligencia y abnegación, si en verdad queremos que se respete el orden, derrotar el mal y tutelar lo auténtico. Una justicia que llega tarde o no llega, una Corte Penal Internacional disminuida de apoyos entre Estados, ciertamente no contribuye a reparar sufrimientos, ya que la dignidad humana queda lastimada y el derecho postergado.

    Deberíamos, pues, con tolerancia, pero asimismo con energía, no dar marcha atrás al capítulo de rendición de cuentas que con tanta parsimonia a veces se lleva a efecto. Por otra parte, el camino de los privilegios lo que potencia es más injusticia, más desorden, en la medida en que el terreno se vuelve fértil para todo tipo de violencias y corrupciones. Por consiguiente, estoy en contra de ese dejar pasar, lo diga quien lo diga. Al fin, como decía en su tiempo Voltaire, "los pueblos a quienes no se hace justicia se la toman por sí mismos más tarde o más pronto", lo que no le faltaba razón ante la ley implacable de la naturaleza: o devorar o ser devorados. Por eso es significativo tener cierta mesura, o sea cierta piedad, que la crueldad no es buena para nadie.

    Indudablemente, a la persona humana, habite donde habite, le corresponde la defensa legítima de sus propios derechos; defensa eficaz, igual para todos y regida por las normas objetivas de una universalizada justicia natural, cuya constitución es una exigencia urgente del bien común universal. Con demasiada frecuencia, olvidamos que somos sujetos de derechos y deberes, lo que dificulta la convivencia que únicamente puede juzgarse congruente con la estética dignificación humana, si se funda en la verdad. Por desgracia, impera excesiva falsedad por todos los caminos del mundo, multitud de intereses que nos vuelven inhumanos, hasta el punto de ser, a mi juicio, una prole de desorientados como jamás. A esta atmósfera de deshumanización total, hay que sumarle gobernantes y gobiernos que capitalizan la ira de su gente, con la astucia del embaucador, para hacerse con el ordeno y mando, sin consideración alguna a la ética de las responsabilidades.

    En vista de lo visto, hoy más que nunca, hacen falta gobiernos democráticos que den espacio para la sociedad civil. Desde luego, a medida que las Naciones Unidas continúan trabajando por un futuro democrático y pluralista para todos, el Estado y la sociedad civil pueden y deben colaborar en la creación de un futuro más de todos y de nadie, donde impere la solidaridad y se destierre el discurso del odio, que no conduce nada más que a violaciones de derechos humanos y a luchas absurdas. Confinada la justicia todo se contrapone, sin importar el daño causado. Lo mismo sucede con una ilícita tolerancia, deja de ser un bien, desordenándolo todo. En consecuencia, quizás necesitemos pasar de la auténtica tolerancia al verdadero encuentro interior de los ciudadanos y, de la efectiva firmeza ecuánime, al verdadero espíritu conciliador.

    Dicho lo anterior, esta sociedad globalizada tiene que propiciar otros ambientes más equitativos para poder reconocer los derechos humanos universales y las libertades fundamentales de todos. Y en este sentido, la aceptación y el aprecio de la riqueza infinita de las culturas de nuestro mundo, de nuestras maneras de expresión y medios de ser humanos, ha de estar presente en todo proyecto político aglutinador de vidas, naturalmente caracterizados por la diversidad de su aspecto, su situación, su forma de expresarse, su comportamiento y sus valores, puesto que todos tenemos derecho a vivir armónicamente y a ser como somos. Precisamente, la edición 2016 del Premio UNESCO-Madanjeet Singh de Fomento de la Tolerancia y la No-Violencia, otorgado este año al Centro de Tolerancia de Rusia, a celebrar el 16 de noviembre en la sede de la UNESCO, refrenda ese espíritu tolerante, tan necesario hoy en día para la construcción de sociedades más inclusivas, con lo que esto conlleva de unión de las energías creadoras y de talentos, encaminado a ese florecer poético de la justicia de la tolerancia, o lo que es lo mismo, de la justicia de la libertad, o más de lo mismo, la justicia de la democracia, o en resumen, la justicia de la paz.

    Por momentos, se observan demasiados discursos que estigmatizan, discriminan y atizan venganzas, que lo único que hacen es retrotraernos a tiempos antiguos de aislamiento y abandono. La tolerancia, como ha dicho recientemente la Directora General de la UNESCO, Irina Bokov:"no es el relativismo o la indiferencia. Es un compromiso diario para buscar, en nuestra diversidad, los vínculos que unen a la humanidad".  Personalmente, también pienso que la promoción del espíritu de la justicia y la tolerancia, han de alimentar los múltiples programas educativos mundiales. Tenemos que retomar, entre todos, estos mensajes y ponerlos como referencia y referente de las políticas públicas, en los discursos oficiales y en los comportamientos cotidianos del día a día. A propósito, me viene a la memoria lo dicho por el Papa Francisco, con motivo del jubileo de las personas socialmente excluidas (13 de noviembre): "Cuando hablamos de exclusión, vienen rápido a la mente personas concretas; no cosas inútiles, sino personas valiosas. La persona humana, colocada por Dios en la cumbre de la creación, es a menudo descartada, porque se prefieren las cosas que pasan. Y esto es inaceptable, porque el hombre es el bien más valioso a los ojos de Dios. Y es grave que nos acostumbremos a este tipo de descarte; es para preocuparse, cuando se adormece la conciencia y no se presta atención al hermano que sufre junto a nosotros o a los graves problemas del mundo, que se convierten solamente en una cantinela ya oída en los titulares de los telediarios". Sin duda, tenemos falta de sintonía, de sintonizarnos unos a otros mucho más. Tenemos que echarle más imaginación.

    A mi juicio, para empezar, es vital que la ética reencuentre su espacio en las finanzas y los mercados se pongan al servicio de los intereses de los pueblos y del bien colectivo; pero, también, es fundamental que todos nos reencontremos con nuestra propia historia humana de manera comprensiva, máxime cuando crecen tantas amenazas de desconexión como instrumento de dominio y de atropello político. Esta tremenda realidad de un mundo tan injusto, enredado en contradicciones permanentes, debiera enmendarse más y no permitir que las fuerzas negativas de la venganza y el rencor tomen la delantera a la justicia. Así no se construye un mundo más humano. Hace falta introducir en el ámbito de las relaciones, un espíritu más considerado con nuestro análogo. Ojalá Europa, que supo cimentar una vía democrática y equilibrada hacia la paz, la justicia y el desarrollo sobre la base de una fuerte clase media, acierte a continuar expandiendo oportunidades de empleo decente y productivo para todos, en un entorno sostenible. La cuestión, por tanto, no radica en encerrarnos, sino en abrirnos  a la cooperación y colaboración de unos y de otros. Sólo así podremos converger y cohesionar socialmente.

Víctor Corcoba Herrero / Escritor
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