•    Hoy el Papa Francisco nos pide que reflexionemos sobre que es la fe para nosotros: “Si es principalmente un deber o una moneda de cambio, estamos muy mal encaminados, porque la salvación es un don y no un deber, es gratis y no se puede comprar”.

Ciudad del Vaticano. - Este mediodía el Papa Francisco ha presentado la liturgia de hoy en la que el Evangelio de Marcos nos propone el encuentro entre Jesús y el joven rico y el cual “nos permite hacer un test sobre la fe” ha dicho el Papa asomado desde el balcón del Palacio Apostólico antes de rezar a nuestra Madre del Cielo.

La fe no es un “debo-hago-obtengo”

El Papa nos ha pedido que nos fijemos en los verbos que usa el joven rico cuando le pregunta a Jesús: “¿Qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?”. El joven usa los verbos: “he de hacer – para tener”. “Esta es su religiosidad: un deber, un hacer para tener; hago algo para conseguir lo que necesito. Pero esta es una relación comercial con Dios, un do ut des” asegura el Papa.

“La fe, en cambio, no es un rito frío y mecánico, un “debo-hago- obtengo”, sino una cuestión de libertad y amor” ha puntualizado el Pontífice. Por tanto, la primera pregunta del test sobre la fe – dice el Papa – es: “¿qué es la fe para mí?”. “Si es principalmente un deber o una moneda de cambio, estamos muy mal encaminados, porque la salvación es un don y no un deber, es gratis y no se puede comprar” explica el Papa, por tanto, lo primero que hay que hacer es “deshacerse de una fe comercial y mecánica, que insinúa la falsa imagen de un Dios contable y controlador, no un padre”.  Y muchas, muchas veces en la vida - dice - "podemos experimentar esta relación de fe comercial: hago esto porque Dios me da esto".

La fe hay que revitalizarla buscando la mirada de Dios

El Papa ha insistido en que la fe “no de un deber, no de algo que hay que hacer, sino de una mirada de amor que ha de ser acogida”. De este modo – ha puntualizado – “la vida cristiana resulta hermosa, si no se basa en nuestras capacidades y nuestros proyectos, sino en la mirada de Dios”. Por tanto, la segunda pregunta del test sobre la fe que el Papa nos invita a hacernos es: “¿Está tu fe cansada y quieres revitalizarla?” e inmediatamente el Papa ha respondido: “Busca la mirada de Dios: ponte en adoración, déjate perdonar en la Confesión, párate ante el Crucifijo”.

A menudo hacemos lo mínimo indispensable, mientras que Jesús nos invita a hacer lo máximo posible

Después de la pregunta y la mirada hay —tercer y último pasaje— una invitación de Jesús, que le dice: «Solo una cosa te falta». ¿Qué le falta a ese hombre rico? “El don, la gratuidad” ha dicho el Papa, y esto – ha señalado – “es lo que quizás también nos falta a nosotros, pues a menudo hacemos lo mínimo indispensable, mientras que Jesús nos invita a hacer lo máximo posible. ¡Cuántas veces nos conformamos con los deberes —los preceptos y alguna oración—, mientras Dios, que nos da la vida, nos pide impulsos de vida!”.  

La tercera pregunta del test sobre la fe que propone el Santo Padre es: “¿Cuál es la situación de mi fe? ¿La vivo como algo mecánico, como una relación de deber o de interés con Dios?”. Para el Pontífice, una fe sin don y sin gratuidad “es incompleta”, "es una fe débil y enferma" que “podríamos compararla con un alimento rico y nutritivo que carece de sabor, o con un partido bien jugado, pero sin goles” ha concluido.

Publicado en RELIGIÓN

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