Domingo, 23 Octubre 2022 18:48

La gran mentira

La gran mentira de este gobierno y su presidente es la honestidad valiente.

Una serie de acontecimientos, aparentemente inconexos pero coincidentes, comienzan a exhibir la podredumbre del gobierno federal y de su partido, liberando un tufo conocido: corrupción.

El libro “El rey del cash” —testimonial, no periodismo de investigación—solo viene a corroborar lo que una avalancha de hechos, videos y filtraciones exhiben: la deshonestidad institucionalizada por el presidente y los suyos.

El libro recuerda a otro, igualmente sorpresivo e igualmente desacreditado en su época: “Lo negro del negro”: descarnado retrato de Arturo Durazo Moreno, quien había sido poderoso jefe de la policía capitalina con José López Portillo. Igual que ahora, a su autor, José González, le llamaron traidor. Le demandaron pruebas de sus dichos. Le acusaron de pasquín de chismes.

Pero no. Era cierto. Durazo y su jefe, López Portillo, terminaron en el basurero de la historia.

Las evidencias son demasiadas para ser falsas.

Alrededor de las afirmaciones del libro están los abusos acreditados de la maestra Delfina Gómez. Los videos con el carrusel de depósitos por 44 millones de pesos en efectivo, encabezado por Alejandro Esquer (actual Secretario Particular de AMLO) a un fideicomiso.

Esos son hechos, no dichos.

Las transas de René Bejarano y de Carlos Imaz (esposo entonces de Claudia Sheinbaum), la riqueza derrochadora de Gustavo Ponce, son hechos, no dichos.

Los videos de Pío, Martín Jesús,  y Felipa, hermanos y prima cómodos del presidente incómodo, son hechos, no dichos.

Su cuñada, Concepción Falcón, debió renunciar al municipio de Macuspana tras ser señalada por un quebranto de 223 millones de pesos.

El manto protector a riquezas descomunales que tienen fundamento ilícito, como la de Bartlett, José Ramón López Beltrán o la boda fastuosa de César Yáñez han sido consentidas con idéntico argumento: “la esposa tiene dinero”.

Al gran corruptor de Segalmex, Ignacio Ovalle, se le ha cobijado con un manto protector pese a ser señalado por la AFS de un quebranto de 5 mil millones de pesos. Los sobrinos de Rocío Nahle han recibido contratos por más de 100 millones de pesos de PEMEX, de acuerdo a información del periodista Mario Maldonado.

Las filtraciones de Guacamaya no hacen sino ahondar, diario, a toda hora, la verdad: Morena es sistema de corrupción institucionalizada y obligatoria.

Por serlo, no merece castigo alguno. Al contrario: se premia.

El destino de ese dinero sucio no importa. Lo relevante es el delito del saqueo y el agandalle continuo y permanente.

Todo esto configurará el relato definitivo de lo que ha sido este gobierno.

Llegará la decepción. Cuando, pronto, el engrudo de problemas se vuelva inmanejable, la gente cobrará las facturas del exceso. Los presidentes muy poderosos, como Díaz Ordaz, López Portillo o Salinas, terminan mal, debido al extravío que produce el poder.

López Obrador terminará igual: por su necedad, su ineptitud, pero, sobre todo, por haber prometido un gobierno austero, honrado y un porvenir de honestidad.

Todo fue un montaje. Un engaño. Una mentira.

La gran mentira.

Twitter | @fvazquezrig

Publicado en COLUMNAS

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos