Domingo, 08 Agosto 2021 19:53

La pandemia y la pobreza

Columna | P U L S O   P O L I T I C O

      Es un hecho que en todo el mundo, la pandemia del coronavirus hizo estragos en la economía, que mucha gente quedó sin trabajo, que muchos pequeños, medianos y grandes negocios quebraron, que grandes y poderosas empresas tuvieron que cerrar o hacer drásticos ajustes en su personal y que todo eso ha dado lugar a protestas y acciones de inconformidad en países de Europa, América Latina, Estados Unidos, Asia, Africa, pues esta es una crisis global.

    Aquí en México, la recuperación está en marcha según reconocen importantes y serias empresas calificadoras y se espera un crecimiento de poco más del 6 por ciento del PIB, lo que dadas las circunstancias, es un éxito.

      Era de esperarse que el aumento de pobres fuera aprovechado por los opositores del gobierno actual, para culparlo de todo.

      Era de esperarse también, que la dirigente panista en Puebla, doña Genoveva Huerta Villegas, se lanzara con todo contra los gobiernos morenistas federal y estatal y los amenazara con lanzar a las masas ciudadanas en su contra, encabezados por los brillantes, patriotas, eficientes y honestos líderes panistas que participan de la “furia popular”.

       Se olvidan, porque olvidadizos sí son, de que hace poquito, muy poquito tiempo, ellos estuvieron al frente del país y del Estado de Puebla y que dejaron deudas impagables, una ola de corrupción como no la había habido nunca antes, hospitales a medio construir, un sistema de salud casi abandonado, sin médicos ni enfermeras suficientes para atender a la población en tiempos normales y mucho menos en situación de crisis como la que se presentó con la pandemia del coronavirus.

       ¿Qué hubiera hecho uno de los brillantes cerebros panistas en esas circunstancias? Antes que nada, aceptar los préstamos que muy apresurados ofrecieron del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. Los préstamos han sido la debilidad de los neoliberales priístas y panistas, al grado de que nuestro país tiene una deuda de más de tres millones de millones, es decir, billones de dólares, por los que está pagando anualmente más de 400 mil millones de intereses.

        Con un gobierno panista, el de Felipe Calderón, fue entregada a la comunidad económica internacional, (empresas mineras canadienses y estadounidenses) la riqueza minera nacional, millones de hectáreas, muchas de ellas en sitios sagrados indígenas, para ser explotadas las minas de oro, plata, litio y otros metales sin ningún beneficio para México, excepción de la explotación de trabajadores a quienes se les darían salarios de hambre, no tendrían prestaciones y siempre estarían en peligro, como se ha visto, sin que las empresas se hicieran responsables de algún percance.

        Don Felipe, tuvo a un secretario de seguridad nacional, a un cómplice del Chapo Guzmán, que ahora está preso, igual que el Chapo, en los Estados Unidos acusado de tráfico de drogas y lavado de dinero.

      La inseguridad y la violencia que hemos vivido en los últimos 18 años, se debe a que el señor García Luna, confrontó a los cárteles de la droga y del crimen organizado por el control de las plazas en todo el país, que propició los grandes sistemas de corrupción creados por autoridades de todos los niveles, en complicidad con los cárteles del crimen. ¿Alguna vez ha dicho algo de esto la dirigente panista de Puebla? ¿eso no enfureció al pueblo y el PAN le ofreció su apoyo? Cuando se aprobaron las llamadas “reformas estructurales” para facilitar el saqueo del país en su industria eléctrica, en su industria petrolera ¿dónde estaban los aguerridos y patriotas dirigentes de Acción Nacional?

      ¿Denunciaron alguna vez al gobierno panista estatal por dilapidar el dinero del pueblo en las construcciones de un museo barroco que nadie visita y de un centro de servicios integrales lleno de costosos lujos que costaron más de siete mil millones de pesos cada obra, a través del sistema de PPS, crédito que cuando termine de pagarse, a los 30 años, será de 60 mil millones; y ¿que nos diría doña Genoveva de las ciclopistas, de la rueda de la fortuna, de los puentes elevados y de los enrejados de parques y jardines? Lujos totalmente innecesarios, sin ningún beneficio real para la ciudadanía, pero que lograron colocar a la ciudad de Puebla, según el Coneval, en la ciudad capital de un estado, con el mayor número de pobres del país?

       Los panistas, sobre todo del tipo de doña Genoveva, ven la paja en el ojo del vecino, pero no ven la viga que ellos traen.

       En política siempre ha habido gobiernos buenos, regulares y malos y los panistas en Puebla fueron buenos gobernantes, cuando arribaron al poder en el ayuntamiento de Tehuacán y luego en el de Texmelucan y en Atlixco, igual que el PRI, ha tenido buenos, regulares y malos gobernantes, pero lo sensato es ponerse en la realidad y reconocer eso y no querer engañar con el cuento de que todos son malos, menos ellos. Si los priístas han sido tan malos para gobernar, porque se aliaron con ellos; si los del PRD son comunistas y Acción Nacional es enemigo del comunismo, porque carambas se aliaron a él desde hace años. Ahora los malos son de Morena, ¿por qué? ¿Será porque, no Morena, sino López Obrador, que llegó al poder por voluntad popular empujado por el Movimiento de Renovación Nacional, está desmantelando, como lo ofreció en sus tres campañas políticas por la presidencia, el sistema corrupto que estaba llevando a la ruina a este país?.

Publicado en COLUMNAS

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