Columna | P U L S O    P O L I T I C Oj

               De todos los debates que se han realizado en Puebla entre aspirantes a la gubernatura, desde que se puso de moda ese sistema en la política mexicana, el de ayer fue el mejor. Buenas conductoras, buenos temas, buenas preguntas. El desempeño de los  candidatos fue sereno, tranquilo, el de dos de ellos: Luis Miguel Barbosa, de Morena y Alberto Jiménez Merino, del PRI. Nervioso, moviéndose constantemente y con un tic que le hacía mover los hombros a cada rato, el candidato del PAN, Enrique Cárdenas.

               Hay dos formas de evaluar la participación de los contendientes: las propuestas y los pleitos. En caso de las propuestas, las más realistas, las más centradas, las que indicaban el conocimiento que los participantes tienen de la realidad poblana, los ganadores fueron Luis Miguel Barbosa y Alberto Jiménez Merino, de “Juntos Hagamos Historia” y del PRI, respectivamente.

               En el tema de los pleitos, de los dimes y diretes: los participantes fueron Barbosa y Cárdenas Sánchez. Aquí el ganador fue Barbosa, que dominó las discusiones con su adversario del PAN, por su actitud serena y la contundencia de las acusaciones que lanzaba. El panista se veía muy nervioso, acomodando o desacomodando los carteles que mostraba a cada rato con encabezados de algunos diarios y con fotos de una propiedad de Barbosa en Coyoacán y en el colmo de su desesperación, lanzó el reto de que quien no demostrara la verdad de sus acusaciones, se retirara de la campaña.

               Barbosa alternaba respuestas a las acusaciones que le lanzaba Cárdenas, con propuestas respondiendo a las preguntas que las conductoras le hacían; Cárdenas en cambio, respondía a las preguntas con acusaciones a Barbosa y varias veces las conductoras tuvieron que marcarle un alto para que respondiera los cuestionamientos que se le hacían.

              El candidato del PRI, se mantuvo al margen de las broncas y solo se concretaba a decir, que con esos pleitos entre dos aspirantes a la gubernatura, nunca se alcanzaría la unidad necesaria para progresar, seguirían los odios y rencores y no habría posibilidad de cambio.

             La propuesta del priísta, fue la de dar un rumbo distinto al desarrollo del Estado, atender las situaciones de pobreza en el campo, cuidar y acrecentar los mantos acuíferos, crear una fiscalía para atender los feminicidios y la violencia contra la mujer, brindar atención integral a las comunidades indígenas y sacar a la actividad agropecuaria de su atraso, sin descuidar el desarrollo comercial, turístico e industrial. Ofreció apoyar a las mujeres que lo requirieran, con 2 mil 500 pesos, para sus necesidades básicas y que se castigaría con mayor rigor los delitos contra las mujeres. Habló de capacitar a policías y mejorar sus condiciones de vida y de trabajo y coordinarse con la Guardia Nacional, Ejército y Marina, para garantizar la seguridad en el estado.

              Barbosa Huerta, de la alianza “Juntos Hagamos Historia”, ofreció devolver a Puebla la paz y tranquilidad, que ha perdido, destinar 4 mil 500 millones de pesos para rescatar al campo, del abandono que tuvo durante el gobierno morenovallista; crear un plan de desarrollo social y económico, para las 21 regiones económicas del estado, acompañado de un combate frontal a la corrupción, fortalecer el Estado de Derecho muy necesario para que haya un buen progreso, becas e incentivos a los jóvenes emprendedores, protección a las mujeres y cancelar los proyectos de muerte por lo que luchan numerosas comunidades que se han visto afectadas por ellos.

                Don Enrique Cárdenas Sánchez, en los momentos en que dejaba de atacar a Barbosa, hacía algunos planteamientos que era desechados por los otros dos candidatos, por no responder a la realidad del estado.

                  Varias veces se le señaló su falta de conocimiento de la entidad y consecuentemente de sus necesidades y sus respuestas académicas hablaban de la modernización de Puebla, de construir una autopista que atravesara a la entidad que generaría un mayor desarrollo de zonas olvidadas del estado. Una de sus mayores preocupaciones, era la de construir baños en todas las comunidades poblanas a un costo de 8 mil pesos cada uno, pues dijo que esa era una necesidad y que si se solucionaba, cambiaría la vida de las gentes del medio rural.

                Sobre la deuda pública dejada al estado por el gobierno morenovallista, dijo que la deuda ya estaba y solo quedaba buscar como se solventaría.

                 Los tres candidatos hablaron de la inseguridad y el alto índice de violencia que ya tiene Puebla y ofrecieron medidas para resolverlo y mayor coordinación con la Federación para combatir esos flagelos.

                 El único debate realizado en este proceso electoral extraordinario, resultó muy aceptable, pero por desgracia, muy poca gente lo vio y según los expertos en materia electoral, influirá muy poco en el resultado final de la elección que al parecer, ya está decidida a favor de Barbosa Huerta, el candidato de “Juntos Haremos Historia”.

                  Miembros de la dirigencia nacional de Morena, senadores y diputados federales de ese partido, estuvieron acompañando al candidato en el debate.

                 El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés y panistas locales acompañaron a Cárdenas, que dijo ser un candidato ciudadano y que agradecía al PAN, al PRD y a Movimiento Ciudadano, el apoyo que le han brindado. También lo arroparon dirigentes del PAN y MC, durante el debate.

                 Quienes tienen la mayor experiencia en este tipo de actos políticos, los del PRI, en cambio, demostraron ya estar perdiendo su capacidad de apoyo y movilización en pro de sus abanderados.

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