Cuando Andrés Manuel López Obrador prometió sacar al país de la crisis económica, política, de inseguridad, impunidad y social, en la que según él, el modelo neoliberal y la mafia del poder, había sometido a nuestra nación, lo hizo teniendo como principal propuesta ejercer un gobierno republicano austero y honesto, donde quienes le acompañaran en el ejercicio de la función pública, debían tener la misma ideología para coadyuvar en alcanzar la tan prometida cuarta transformación.

Los principios de honestidad y honradez deberían ser las bases del ejercicio de su mandato y de quienes le ayudarían a ejercer el poder, y para garantizar dicha obligación es que el grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados presentó la iniciativa de” La Ley Federal de Austeridad Republicana del Estado”; así como el proyecto de Reformas y Adiciones a Diversas Disposiciones de la Ley General de Responsabilidades Administrativas y de La Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.

Dicha Iniciativa, destaca la importancia de incorporar la austeridad como principio conductor de la administración y eje estratégico del gasto público, a fin de que ésta sea de observancia obligatoria para todos los servidores públicos, y aplicada de manera transversal en todas las dependencias, entidades y órganos de los Poderes de la Unión y demás entes públicos federales. El impulso a la austeridad y racionalidad del gasto que se pretende con dicha Iniciativa tiene como finalidad priorizar el bienestar colectivo.

La propuesta hace énfasis en los principios constitucionales de economía, racionalidad, honradez y transparencia en la asignación y ejercicio de los recursos públicos, a fin de hacer eficiente el ejercicio del gasto y liberar recursos para financiar el desarrollo.

Reitera que es imperativo establecer principios estrictos de austeridad, como criterio rector del servicio público, para que los funcionarios desarrollen administraciones austeras inspiradas en el gobierno republicano de Benito Juárez y pone como ejemplo la Ley de Austeridad de la Ciudad de México, que se publicó el 30 de diciembre de 2003 en la Gaceta Oficial de dicha entidad federativa.

Asimismo, destaca la importancia de generar ahorros presupuestales para canalizarlos al desarrollo productivo en beneficio de los que más lo necesitan, considerando que más de 53.4 millones de personas en nuestro país viven en pobreza extrema.

Se plantea que las remuneraciones de los servidores públicos deberán ajustarse a lo dispuesto en los artículos 75 y 127 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como a su respectiva ley reglamentaria, donde se establecerá lo correspondiente al esquema de control salarial, que establecerá las directrices enunciadas en la mencionada propuesta de ley.

Asimismo, señala como sujetos de la ley a los servidores públicos; las dependencias, entidades y órganos de los Poderes de la Unión, y todos los entes públicos federales y personas físicas y morales que se ubiquen en los supuestos de la ley que se propone.

Dispone como objetivos de la ley propuesta establecer la austeridad republicana como un valor fundamental del servicio público mexicano; sus bases de aplicación y mecanismos para su ejercicio; las competencias de los sujetos obligados; las medidas para impulsarla; ahorros en el gasto público, y mecanismos de operación y evaluación.

Como podemos observar el planteamiento para erradicar los excesos económicos a que estaba acostumbrada la clase política de México está en el escenario, sin duda una medida que la realidad social de nuestro país exigía desde hace mucho tiempo, ahora el reto será efectivizarla en la realidad pragmática y que no sea un instrumento de castigo para aquellos que se manifiesten en contra del sistema gubernamental.

Es evidente, que ante la enorme inconformidad que originó en diversos organismos autónomos y sobre todo en el Poder Judicial Federal la Ley de Remuneraciones cuya aplicación, no ha podido concretarse y sobre todo que persiste la vieja práctica de los Presidentes Municipales, gobernadores y funcionarios de fijarse salarios altos, por encima del que percibe el Presidente de la República y que por otras vías siempre hay forma de obtener el pago de otros gastos a su favor, esta Ley de aprobarse a nivel federal, seguramente se aplicará en los Estados, para lograr que la austeridad republicana sea una realidad y no un mito.

Publicado en COLUMNAS

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