Columna | P U L S O    P O L I T I C O

              El gobernador del Estado, Luis Miguen Barbosa Huerta, negó categóricamente que los feminicidios en la entidad, queden impunes. Dijo que el gobierno tiene una política muy precisa para combatir este delito y órganos encargados de procurar que las mujeres en Puebla, tengan una vida digna y sin violencia.

              Por cada feminicidio cometido, hay un detenido o en proceso de judicialización, el combate a este delito, es prioridad de las autoridades de seguridad y una preocupación constante del gobierno del Estado, señaló.

              Informó también, en su conferencia de prensa, que Puebla está pasando un periodo especialmente difícil en el combate a la pandemina del Covid-19. En las últimas 72 horas se han registrado mil 59 contagios y 33 fallecidos.

              Hizo un llamado a la población, para que se comprometa con las autoridades sanitarias, a cumplir con las recomendaciones que dichas autoridades han dictado para detener la pandemia y evitar los contagios. Si todos colaboramos, dijo, pronto saldremos de este problema.

             NUNCA LOS PARTIDOS POLÍTICOS TRADICIONALES, COMO EL PRI, el PAN y el PRD, habían estado tan débiles como lo están actualmente. Ellos mismos están anunciando públicamente su debilidad, cuando dejan correr rumores sobre una supuesta o real alianza para las elecciones del ayuntamiento de Puebla capital y tal vez de otros municipios importantes del Estado.

              Sería una alianza de debilidades, que solo serviría para debilitarlos más.

              Ah, y esa aliaza sería para apoyar la candidatura a la presidencia municipal, del exgobernador Antonio Gali Fayad, que no pertenece a ninguno de los tres partidos mencionados. Fue presidente municipal postulado por el PAN y gobernador, por el periodo de 2 años y meses, también postulado por ese partido, pero él advirtió desde el principio, que no pertenecía al partido blanquiazul y tampoco se afiliaría y lo cumplió.

             Eso quiere decir, que la debilidad de los tres partidos tradicionales de este país es tanta, que ni siquiera tienen un  prospecto propio y tienen que recurrir a un candidato de la llamada sociedad civil.

             El derrumbe de los tres partidos se debe entre otras cosas: a la pérdida de su identidad ideológica; a su falta de estructura y consecuentemente a su falta de organización y al mal desempeño, en los últimos años de los gobiernos surgidos de sus filas. También han sido sus divisiones internas, derivadas de las disputas de los grupos por las candidaturas, principalmente plurinominales.

             Las encuestas de las últimas semanas, favorecen a “Morena”, no porque sea un modelo de partido, porque todavía ni lo es realmente (sigue siendo un movimiento) sino por la popularidad del Presidente López Obrador, que como ocurrió en 2018, arrastró a los candidatos del nuevo instituto político al triunfo, muchos de ellos sin oficio político, sin sensibilidad social, que lo único que han logrado es que para mucha gente, de clase media principalmente, sean ciertos los ataques que el conservadurismo político de este país, le hace diariamente al mandatario nacional.

            EL ADELANTO QUE HACE el diario “La Jornada” de la ciudad de México, del libro de John Bolton, ex consejero de la Casa Blanca en materia de seguridad, pone de manifiesto que para el grupo gobernante estadounidense, que encabeza Donald Trump, se debe volver a la vieja política de “América, para los americanos”, entendiéndose que los americanos son solo ellos. Los Latinoamericanos somos vistos como seres inferiores a los que hay que dominar.

           Los problemas surgidos dentro del gabinete de Trump, se deben a la falta de acuerdos sobre la forma de tratar los problemas de nuestros países. Por ejemplo, en el caso de Venezuela, Trump, quería que el líder de la oposición a Maduro, autoproclamado presidente de ese país, diera amplias seguridades a Estados Unidos de que sería un aliado fiel de la Unión Americana, es decir, que sería obediente a los dictados de la potencia del norte. Bolton era de la idea de provocar un golpe de Estado para sacar a Maduro del poder. El autor del libro, dice que fue acertada la medida de Trump de endurecer el boicot a Cuba que el Presidente Obama había dejado en camino de extinción. Es decir, el gobierno gringo actual, quiere restituir la política del gran garrote.  A la mejor los acontecimientos de los últimos meses en Estados Unidos y en el mundo civilizado, como los movimientos antirracistas derivados del asesinato de un ciudadano negro por la salvaje policía gringa, cambia un poco la percepción de la realidad de esos grupos extremistas de derecha, pero no lo creemos. Su ignorancia y su carencia de sensibilidad humanitaria, son los responsables de sus actitudes públicas y privadas.  

Publicado en COLUMNAS

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