Miércoles, 27 Julio 2022 06:14

Los problemas de Morena

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

            Los problemas del partido Movimiento de Reconstrucción Nacional, Morena, se veían venir. Es un partido conformado por priistas, perredistas y panistas descontentos con sus propias agrupaciones partidistas, porque no tenían en ellos ninguna oportunidad de figurar alguna vez como candidatos a algún puesto de representación popular u ocupar un cargo administrativo de mediana relevancia.

            Los puestos importantes o de medio pelo eran acaparados por las cúpulas dirigentes para amigos o parientes. Nada para las bases partidistas.

           Al surgir Morena como corriente y no como partido, tuvo una avalancha  de ciudadanos de todas las corrientes políticas de México que llevaron a la nueva organización, sus propias ideas y los mismos vicios que tuvieron en sus en sus organismos de origen: ninguno de ellos era o es democrático ni nacionalista, como lo fue el PRI en sus primeros años o pretendió serlo y como lo fue el PAN en los años cuarenta o cincuenta. Uno liberal y otro conservador, pero democráticos no.

          El PRD SE FORMÓ CON UNA CORRIENTE DE PRIISTAS descontentos, a quienes el antiguo Partido Comunista aceptó en sus filas y les cedió su recién adquirido registro para conformar una nueva organización progresista de izquierda, que lanzó para la candidatura presidencial, al ex priista Cuauhtémoc Cárdenas.

           Una prueba de que esos tres partidos han perdido totalmente su ideología es la actual alianza electoral que han formado llamada Vamos por México, donde se mezclan priistas supuestamente liberales, panistas supuestamente conservadores y perredistas, supuestamente de izquierda. Una mescolanza que ha caído en la mediocridad política, que no ha sido capaz de formular un proyecto de gobierno alternativo al de Morena convincente para los ciudadanos. Su lucha es por volver al régimen autoritario y corrupto de los neoliberales doctores egresados de Harvard, que introdujo Carlos Salinas a finales de los años ochenta.

         LOS MORENISTAS LLEGARON AL PODER CON UNA votación aplastante de más de 30 millones de votos; la ciudadanía se volcó a las urnas, cansada de tantos latrocinios, de problemas derivados de la incapacidad de los gobernantes, principalmente de los panistas que demostraron su total falta de oficio político y de sensibilidad social, en los dos sexenios que estuvieron en el poder.

          Pero los morenistas no han podido hasta ahora, constituirse en una organización partidista, bien estructurada, bien organizada, disciplinada y unida y ya están sufriendo las consecuencias de esa falta de capacidad para conformarse como un verdadero partido político.

           Tres años después de haber asumido el poder, no han tenido en Puebla una dirigencia estatal capaz de hacer del partido en el poder, una fuerza política respetuosa y respetable.

            Ahora que parece que por lo menos ya tienen la idea de ser un verdadero partido, han convocado a sus militantes para formar el Consejo Político Estatal que deberá constar de 150 elementos y para ser parte de ese consejo, se han inscrito más de 2 mil 400 militantes; el Consejo va a elegir en agosto a la directiva estatal del Partido y ya hay cuatro aspirantes con apoyo de morenistas colocados en posiciones importantes dentro del gobierno, igual como ocurría en el PRI.

           Hace unos días, publicamos en este espacio un artículo de nuestro amigo el economista Antonio Tenorio Adame, maestro universitario de muchos años, militante de la corriente progresista del PRI y del PRD, partidos de los que fue diputado federal en tres ocasiones, quien expresaba que Morena estaba en el ojo del huracán y así es efectivamente.

            A tres años de estar en el poder con el respaldo de millones de mexicanos, es un partido que todavía no está conformado como tal. ¿Podrá lograrlo en el corto tiempo que ya le queda para enfrentar a una oposición mediocre pero escandalosa en el 2024?.

           Tal vez sí, pero no por su estructura y organización, sino porque Andrés Manuel López Obrador, sigue siendo un líder aceptado por millones de mexicanos, que se ha ganado esa simpatía a pulso con su honestidad, sus acciones de gobierno y su cercanía con el pueblo, pero, ¿qué viene después…..?

Publicado en COLUMNAS
Martes, 05 Enero 2021 00:02

Los problemas de Morena

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

         El Partido Movimiento de Regeneración Nacional, está enfrentando los problemas normales en un partido que pese a haber llegado al poder con un porcentaje muy elevado de la votación ciudadana, todavía no es partido político propiamente dicho. Su dirigencia nacional perdió el tiempo lamentablemente, en grillas internas que impidieron que se creara la estructura necesaria para tener una buena organización y disciplina interna. Ni siquiera se preocupó por dotar a sus militantes, del conocimiento básico de su ideología política, de sus propósitos como gobierno, de sus metas y del camino a seguir para alcanzarlas. Los “morenistas” están desorientados, lógicamente desorganizados y ahora se están peleando por las candidaturas a las 15 gubernaturas en juego, a las diputaciones federales y locales y a los puestos de presidentes municipales, síndicos y regidores de casi dos mil ayuntamientos que serán elegidos en el mes de junio próximo.

         Tiene problemas en Zacatecas, Nuevo León, Tlaxcala y Guerrero, porque sus militantes de base y parte de sus dirigentes, no aceptan el resultado de las encuestas para elegir candidatos a la gubernatura.

          Están pidiendo se lleve a cabo una elección democrática, pues desconfían del sistema de encuestas. Y esto es el principio. Lo que se viene, será la marabunta de los aspirantes a ser candidatos a diputados federales y locales y a presidentes municipales.

          La formación política de los militantes de Morena, es muy diversa, pues es un partido cuya composición interna está formada por ex priístas, ex panistas y ex perredistas. Todos pretenden que la selección de quienes serán candidatos, sea como han estado acostumbrados a hacerlo en sus partidos de origen: para los priístas, los candidatos a las gubernaturas, deben ser escogidos por el presidente de la república y su decisión es inapelable; para los panistas, la selección la hacía la cúpula de ese partido de acuerdo a los informes recibidos por sus comités estatales, sin consulta, sin elección interna y de preferencia un empresario destacado representante de lo que llamaban “sociedad civil”; los perredistas, esperaban la decisión de “Los Chuchos”, grupo que controlaba al partido en todo el país y cuya decisión, como la del presidente de la república en el PRI, era inapelable.

            Es lógico pues, que ahora ese partido tenga un problema mayúsculo, que no previeron con anticipación y que en vez de organizarse, lograr la unidad de todos sus militantes en torno al proyecto de la Cuarta Transformación y conformarse como un verdadero partido, su dirigencia de dedicó frívolamente a comprar casas para ser la sede del partido en los 32 estados del país.

            Hay un dicho que afirma, que cuando los políticos se suben al ladrillo del poder, si son inteligentes se atarantan, si no lo son, se vuelven locos. En el caso de Morena, llegaron al poder total en el país con un apoyo popular inédito. Es natural que eso los haya llevado no solo a la locura sino a algo más elevado que eso, y ahora ya no sepan qué hacer para calmar las cosas dentro de su propia organización.

            HAY DIPUTADOS Y PRESIDENTES MUNICIPALES, que pese a su mal desempeño, a estar reprobados por los ciudadanos por el pésimo o mediocre trabajo realizado en sus distritos y municipios, y esto va para todos los partidos políticos, pretendan reelegirse, ahora que ya se puede hacer la reelección legalmente.

            Pero la reelección debe ser un premio al buen desempeño, al trabajo efectivo en bien de la ciudadanía y no a la politiquería o al capricho de los funcionarios que concluyen el periodo para el que fueron electos. En una encuesta independiente que se hizo en los municipios de más de 50 mil habitantes, de la que informamos en este espacio, casi todos están reprobados. Los que pasaron la prueba, lo hicieron de panzaso, es decir, su calificación llegó con muchas dificultades a 6, pero la inmensa mayoría quedaron entre 2 y 5 por ciento de aprobación, es decir, quedaron descartados para una posible reelección.

               LAS MEDIDAS ADOPTADAS POR EL GOBIERNO estatal, para proteger a la población del coronavirus que está atacando con más fuerza en el mundo, debido a las grandes aglomeraciones que se han suscitado por las tradicionales fiestas de fin de año, han sido acertadas y oportunas. No es por capricho que el gobernador Miguel Barbosa, haya semiparalizado al estado, sino por imperiosa necesidad.

               La pandemia no puede rebasarnos, pues sería una tragedia sanitaria y económica. Los hospitales con mayor carga de trabajo para atender a los enfermos de Covid-19, son los de la capital del Estado, los de Huejotzingo, de Teziutlán y de Izúcar de Matamoros. En esta última ciudad, la mayor parte de los hospitalizados, proviene de los pueblos de la mixteca, que en esta temporada acostumbran visitar quienes hace tiempo salieron de ahí, para trabajar en los Estados Unidos. En el municipio de Puebla, el problema han sido las aglomeraciones que se han dado en las últimas semanas de diciembre. Hay que tener cuidado.

             Ayer se emitió un decreto del Ejecutivo estatal, para abrir, bajo estrictas medidas de seguridad, las tiendas de juguetes a fin de que Los Reyes Magos, puedan hacer sus compras de regalos para los niños. Una buena decisión.

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