Martes, 17 Abril 2018 18:39

Los malos cálculos del PRI

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

          Los priístas han calculado mal sus respuestas al candidato de Morena a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, cuando le dicen que quiere regresar al pasado, que el Peje quisiera volver a los años setenta y ochenta y estamos en el siglo 21.

          Ayer en una mesa de café con numerosa asistencia de mayores de cincuenta años, surgió este tema y solo dos dijeron vivir felices estos tiempos de la tecnocracia, del sistema neoliberal impuesto por Donald Reagan, presidente gringo de aquel entonces y Margaret Teacher, la primera ministra de la Gran Bretaña, conocida como la Dama de Hierro.

        Antes del neoliberalismo aceptado por Carlos Salinas de Gortari, el jefe de los geniecillos mexicanos que aprobaron doctorados con buenas calificaciones en la Universidad de Harvard, vivíamos como dijo el escritor colombiano Gabriel García Márquez, “felices e indocumentados”.

         El precio de la gasolina era de dos pesos y fracción; el dólar costaba menos de diez pesos; el precio del frijol, del huevo, del pan, era casi de regalo. Pero vino la modernidad tecnocrática, entramos a la nueva era que según Salinas, nos llevaría a ocupar un lugar destacado en el primer mundo. Ya antes, cuando nos gobernaron los dos presidentes populistas (Echevarría y López Portillo) supimos, que teníamos tanto petróleo, que “deberíamos aprender a administrar la riqueza”.....y no aprendimos y nos endeudamos hasta el cuello y fue cuando los tecnócratas entraron al rescate y no solo no nos rescataron, sino que nos hundieron más al grado que treinta años después, estamos hundidos y sin solución aparente o por lo menos, los candidatos presidenciales de este siglo XXI, no la encuentran, pues se la pasan peleando, culpándose de muchas cosas, amenazando, total, culpando a la corrupción, de todos nuestros males, pero esa corrupción, en los grados en que ya la tenemos, fue producto también de lo que nos trajo el neoliberalismo. Corrupción ha habido siempre, pero se mantenía en límites tolerables. Hoy no . Hoy los políticos de altos vuelos, roban para beneficio de varias generaciones de parientes.

            Con el sistema neoliberal impuesto por los gobiernos estadounidense e inglés en los años ochenta, fue sacada del poder la clase política tradicional, la del modelo nacionalista y revolucionario y sustituida por postgraduados de Harvard y otras famosas universidades gringas, cuyas características personales, eran: desconocimiento de la realidad nacional, falta de oficio político, falta de patriotismo, sin sensibilidad social, sin ideología política y con una sorprendente ignorancia de nuestra historia patria.

            Ellos nos han gobernado en los últimos treinta años y tenemos tantos pobres, como la mitad de nuestra población (más de cincuenta millones) y de esos, más de 20 millones padecen pobreza extrema; el porcentaje de desempleo se ha elevado como nunca; los crímenes en casi todo el territorio nacional, los secuestros, las desapariciones forzadas, jamás habían estado en los niveles en que ahora están. Y lo peor, no le encuentran solución a nada, porque en muchas entidades, autoridades de los diversos niveles de gobierno, están coludidas con los elementos del crimen organizado.

              Los candidatos presidenciales, que hasta ahora son cinco, reconocen los problemas, pero no dan a conocer sus propuestas para solucionarlos, tal vez porque no las tienen.

              Por eso decimos que los priístas deben pensar mejor sus respuestas al que ya califican como el candidato populista de estos tiempos, porque decir que nos quiere llevar al pasado, puede o mejor dicho, ya está resultando contraproducente. Por lo que nos hemos dado cuenta, hay mucha gente que quisiera volver al pasado, porque todavía se recuerda que en el plano de la tranquilidad social, en el asunto de la economía popular, de la gobernabilidad, etc., estábamos mucho mejor que ahora.

            En la plática-discusión de la que fuimos testigos,  eran muchos más los que querían volver al pasado priísta, que al presente y futuro neoliberal, moderno que nos promete volvernos ciudadanos primer mundistas.

            No hay que olvidar, nos dijo uno, que López Obrador tiene un pasado priísta y que no fue un militante cualquiera, sino dirigente del PRI en su estado natal, Tabasco y que hasta le compuso un himno. Y hasta los jóvenes creen que López Obrador es más sensato, que aquellos que ofrecen frenarlo, para que ya no diga más “barbaridades”.








 

Publicado en COLUMNAS

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos