Columna | SIN LÍMITES

Una valiosa propiedad de la Presidencia de la República, que hasta ahora ni siquiera ha sido considerada para ser subastada por el actual Presidente Andrés Manuel López Obrador, es la mansión versallesca del Ex Presidente poblano, Manuel Ávila Camacho, situada en el lujoso fraccionamiento La Herradura, en Huixquilucan, Estado de México.

Actualmente está abandonada, en resguardo de sólo cuatro personas. Es una mansión que Soledad Orozco, nacida en Zapopan, Jalisco, viuda del Ex Presidente poblano, donó en 1996 al Gobierno de México para que fuera residencia ocasional de mandatarios extranjeros y para funciones propias de la Presidencia de la República. El general Ávila Camacho nació en Teziutlán en 1897 y falleció en 1955.

En la administración de López Obrador no ha cumplido esa función. El inmueble de 5 hectáreas resguarda mil 300 obras de arte y objetos de difícil reposición.

La versallesca casona de Huixquilucan, conocida como Los Pinitos por la clase política que disfrutó ahí ostentosas fiestas y reuniones privadas durante los sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, mantiene un destino incierto del que los actuales funcionarios federales no quieren hablar.

Las características y uso de la mansión eran las siguientes:

-Según el diario La Jornada, se sabe que los herederos de los Ávila Camacho por medio de abogados reclamaron la propiedad con el argumento de que no se ha cumplido con el acuerdo publicado en junio de 2017, en el cual se dispone que si la Presidencia de la República da un uso distinto al designado o la deja de utilizar o necesitar, la propiedad se retiraría del servicio del gobierno.

-Poco se supo de los herederos y sus nombres. La mansión se conoce como Residencia Soledad Orozco. El ex Mandatario y su esposa no tuvieron hijos.

-Además de adornos de porcelana, candiles de cristal cortado de Baccarat, esculturas de mármol, tapices franceses, decenas de muebles de caoba estilo Luis XV, hay una colección de fusiles de los años 40 con el Escudo Nacional.

-En las paredes cuelgan obras de arte como el cuadro Vendimia de Flores de Diego Rivera; un autorretrato de José Clemente Orozco de 1940, con valor de inventario de 6 millones 310 mil 240 pesos; un retrato de Simón Bolívar de David Alfaro Siqueiros cotizado en 4 millones de pesos y tres óleos del pintor novohispano Miguel Cabrera, valuados en un millón 350 mil pesos cada uno. Hay quienes calculan el precio de esa residencia en mil millones de pesos.

-Según información proporcionada por la Plataforma Nacional de Transparencia, el gobierno redujo 98 por cierto los gastos de la mansión generaba. En consumo de luz se pasó de pagar casi 2 millones de pesos al mes, a gastar por bimestre 35 mil pesos.

-Respecto del impuesto predial, durante 2019 el inmueble estuvo exento de pago por el Ayuntamiento de Huixquilucan, Estado de México.

-En 2007 la casona fue impermeabilizada con un gasto de 239 mil 942 pesos y en 2009 tuvo una reparación y mantenimiento de luminarias por 58 mil 328 pesos.

-De los cuatro servidores públicos que según el Área de Recursos Humanos de la Oficina de Presidencia se encargan de la residencia, sin especificar funciones, uno recibe sueldo mensual de 17 mil pesos y los tres restantes salarios de 10 mil pesos.

-Se sabe que Ávila Camacho tuvo la intención de legar al pueblo de México su residencia de La Herradura con la idea de que ahí se instalara una escuela o una biblioteca pública, pero su viuda, Soledad Orozco, se empeñó en que la mansión sirviera para hospedar a visitantes distinguidos.

-Es una propiedad de 51 mil 336 metros cuadrados, la superficie construida es de 5 mil metros cuadrados y está ubicada en la Calle Bosque de Antequera número 60, Fraccionamiento La Herradura, Municipio de Huixquilucan, Estado de México.

-Según corredores inmobiliarios en el año 2018, el terreno y la casa estaba valuada en mil millones de pesos. Las casas ordinarias en La Herradura, se cotizan entre 9 y 14 millones de pesos con terrenos de 500 metros cuadrados.

-Un detalle curioso, es que la capilla tiene una parte de la torre del campanario de la antigua iglesia ubicada en Teteles de Ávila Castillo, lugar donde nació Manuel Ávila Castillo, padre de los Ávila Camacho.

Por ahora, nadie sabe el futuro que le depara a la mansión.

En fin, como dicen las coplas flamencas:

Un ciego me preguntó
por la luz clara del día,
y le contesté llorando:
envidia te tengo yo
que no quiero ver tanto.

Que el orgullo no te ciegue,
mira de una vez atrás,
lo que conviene en la vida
es conservar la amistad,
no es rico el que más tiene.

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