Jueves, 30 Noviembre 2023 21:21

Vienen tiempos políticos difíciles

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            El año próximo, 2024, que ya está en puerta, será un año difícil políticamente hablando. La Cuarta Transformación, que es una revolución pacífica, no se ha consolidado y el viejo sistema no se ha ido del todo.

           Hay que entender que Morena, el partido de la Cuarta Transformación, se ha integrado con personas inconformes con el antiguo régimen neo-pofirista, pero que fueron ideológicamente formados con una cultura política atrasada y lo más difícil para un pueblo, para un país e incluso para una persona en lo individual, es lograr en poco tiempo un cambio cultural.

           Las filas de morena son multicolores; hay ex priistas de buena fe, ex perredistas y hasta ex panistas, que llegaron a formar parte del partido de la Cuarta Transformación, por considerar que México necesitaba urgentemente un cambio pacífico de su sistema de gobierno, pero no han reparado en la necesidad de que ellos cambien sus actitudes y formas de pensar, para asumir responsabilidades públicas con pensamiento progresista, rechazando la corrupción, el influyentismo y la discriminación.

            Los líderes de Morena se van a enfrentar este año, a los problemas derivados de la selección de candidatos a todos los puestos de elección popular: Cientos, tal vez miles de militantes, se inscribirán como aspirantes, ya lo estamos viendo, pero si bien en cierto que tienen derecho por ser ciudadanos libres y miembros de un partido político a aspirar a ocupar esos puestos, también lo es que un partido político deberá analizar las virtudes y defectos de cada uno de los que aspiran, así como su desempeño público en el pasado.

           Siempre hemos hablado en este espacio, de la necesidad de profesionalizar la política: es una carrera, un oficio, como le llaman algunos, que se aprende con el tiempo, con el desempeño acertado de funciones públicas y que requiere de cualidades como la sensibilidad social, el amor al pueblo, el conocimiento real de los problemas que aquejan a una comunidad, a una localidad mediana o grande, a un distrito, a un municipio o a un estado o a un país.

            PUEBLA, EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS, HA SIDO cuna de buenos y experimentados servidores públicos. En varias ocasiones nos hemos referido a personajes como el doctor Alfredo Toxqui, al licenciado Guillermo Jiménez Morales, que fueron gobernadores y a Marco Antonio Rojas, Miguel Quirós Pérez, Guillermo Pacheco Pulido, que no llegaron a serlo. El licenciado Pacheco Pulido fue recientemente gobernador interino por cuatro meses, pero era propuesto cada cambio de gobierno, como uno de los más experimentados políticos de su época.

              A otra generación correspondieron los licenciados Melquiades Morales Flores, Mario Marín Torres, el doctor Germán Sierra Sánchez, todos ellos con una carrera dentro de la política poblana amplia y exitosa.

              Hay actualmente buenos políticos en Puebla y muchos militan en Morena. Entre ellos, entre los que hayan tenido mejor desempeño, mejor comportamiento y tengan mayor experiencia, debe designarse a los candidatos. Ya lo dijo Mario Delgado, el dirigente nacional de ese partido: “Para ganar la mayoría en el Congreso, debemos poner a los mejores candidatos”.

             MANUEL GÓMEZ MORÍN Y VICENTE LOMBARDO Toledano, fueron fundadores del PAN y del PPS, respectivamente. Ellos fueron desde jóvenes, brillantes intelectuales y se hicieron brillantes políticos. Le apostaban, cada uno por su lado, pues aun cuando fueron compañeros en la Universidad y muy amigos, ideológicamente eran distintos, a la educación.

            Gómez Morín, que fue rector de la UNAM, secretario de Hacienda de Alvaro Obregón y fundador del Banco de México, entre otras cosas, afirmó que los partidos deberían ser Escuelas de Política. Y su partido publicaba una muy buena revista llamada “La Nación”, que pretendía educar al pueblo políticamente hablando. Ese partido también promovió la creación de una editora de libros, la Jus, que aún existe.

              Vicente Lombardo, que organizó al Movimiento Obrero de México, creó un partido para trabajadores y eso dio lugar a la creación de la Universidad Obrera y de un periódico diario que circulaba gratuitamente en la ciudad de México.

             La educación de sus militantes pues, es lo que debe preocupar más a los partidos políticos, para la formación de cuadros para actuar en política en forma efectiva.

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         A UN PASO DE PERDER SU registro, por no tener en número de afiliados para mantenerlo, el Partido Acción Nacional, PAN, por fin le hará caso a su fundador, el brillante intelectual mexicano Manuel Gómez Morín, en el sentido de que los partidos deben ser “escuelas de política”.

          El Partido Comunista Mexicano, lo fue desde sus inicios, al principiar el siglo XX; el PRI tuvo un sistema de cursos periódicos que se impartían por temporadas, pero su sistema más exitoso fue el de los “padrinazgos”, mediante el cual un político destacado, adoptaba a algunos jóvenes como discípulos y los encaminaba al conocimiento de la administración pública y de los vericuetos de la política dentro de su partido. Este sistema produjo muy buenos políticos y servidores públicos, con oficio y con sensibilidad social, pero llegó el remolino del neoliberalismo de Salinas de Gortari y los arrolló y fueron sustituidos por doctorcitos de Harvard y otras universidades gringas, que fracasaron rotundamente por desconocer nuestra historia y nuestra realidad.

     Los partidos de izquierda que desembocaron en el PRD, promovieron la educación política personal, pero se perdieron en discusiones internas interminables y de la noche a la mañana se desplomaron al surgir Morena.

      El PAN exigía a los aspirantes a pertenecer al partido conservador, un noviciado de cinco años. Fue durante mucho tiempo el partido con menos militantes del país. Tenía presencia en los estados conservadores como Jalisco, Guanajuato, parte de Michoacán, Zacatecas, Querétaro y algunos otros. En los estados del norte, tuvo presencia en los años cincuenta en Chihuahua y Baja California y en el sur su presencia fue raquítica en Tabasco, Chiapas, Campeche, Guerrero y Oaxaca.

         En Puebla sus actividades las inició en los años cincuenta con un pequeño grupo de profesionales conservadores y un reducido grupo de estudiantes egresados de los más famosos colegios confesionales de esta capital.

         La entidad poblana es liberal en la mayor parte de sus municipios y conservadora en la capital del estado, donde se concentran los colegios que educan a los niños y a las niñas o jóvenes de ambos sexos bajo las normas de la religión católica, porque indebidamente ese partido se asumió como defensor de la religión mayoritaria, sobre todo en durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, que fue cuando surgió (1939) con el cuento de que íbamos al comunismo, como ahora dicen del actual gobierno los más atrasados grupos de la derecha mexicana.

       DOÑA GENOVEVA HUERTA, LA DIRIGENTE estatal de este partido, ha anunciado que iniciará el 21 de este mes, de acuerdo con las directrices de la Secretaría de Formación y Capacitación del Comité Nacional, 128 talleres de introducción al partido, tanto en esta capital, donde se impartirán 16 talleres, como en el interior de la entidad, donde se llevarán a cabo 112 talleres en las diferentes regiones que se han escogido previamente.

         Consideran los panistas de la cúpula, que es el momento crucial para facilitar, ampliar y fortalecer el sistema de admisión al PAN, pues “miles de ciudadanos que votaron por los candidatos de Acción Nacional en el pasado proceso electoral del 6 de junio, piden conocer más del partido y afiliarse a él”, lo que es una gran falsedad. Acción Nacional está en peligro, según lo comentamos aquí hace unos días, de perder su registro porque solo supera la cantidad mínima de afiliados para tener registro oficial como partido político, por unas centésimas, de tal manera, que está a un paso de perder ese registro”.

         Los “miles” de votantes que ahora quieren ser miembros del PAN, no existen, pues ese partido perdió sus baluartes del interior, como Tehuacán, Atlixco, San Martín Texmelucan, Teziutlán y algunos otros municipios,

          Ganó el municipio capital del estado, por el pésimo gobierno ejercido por doña Claudia Rivera, que deja a la ciudad con más hoyancos que los que se notan en la superficie lunar y porque su candidato, que ya ocupó el puesto durante el primer trienio del primer gobierno estatal panista, fue prácticamente anulado por el gobernador, quien después lo acusó de malversación de fondos y a punto estuvo de llevarlo a la cárcel. Eso le ganó simpatías entre algunos grupos de ciudadanos, que ahora se vengan de RMVR, llevando al poder a quien tanto humilló durante su gobierno.

         Doña Genoveva confunde las cosas por no conocer o no querer conocer la realidad. Ella surgió como dirigente del PAN, por imposición el gobierno estatal panista, pero su marca es morenovallista y el grupo que la rodea, también.

          Aclara en su información, que quienes impartirán los cursos de introducción al PAN, serán enviados por el comité nacional, pues el PAN poblano, no tiene gente para eso y menos para atender a 128 centros donde se impartirán esos cursos,

        Pero qué bueno que por urgente necesidad, el PAN se abra a la ciudadanía, facilite a los ciudadanos que quieran adherirse a ese partido su inclusión y en alguna forma sigan las indicaciones que dejó su fundador.

        Y HABLANDO DEL PRIMER GOBIERNO PANISTA de Puebla, hay que recordar que durante ese sexenio dejó las carreteras estatales hechas un desastre, pues nunca se les dio mantenimiento, por eso ahora, el gobernador Miguel Barbosa Huerta, ha anunciado un programa de restauración caminera que comprenderá la reparación de 745 kilómetros y además, el gobierno estatal, al margen del programa de bacheo de las ciudades del país que anunció el presidente López Obrador, reparará las grandes avenidas, bulevares y calles de esta capital que el ayuntamiento saliente, no pudo o no quiso atender. Es un problema que pone en peligro vidas y provoca descompostura de vehículos públicos y privados, sin que nadie se haga responsable de ello.

          Si algo molesta a los ciudadanos de una capital como Puebla, es el descuido de sus calles y lo que pasado ahora en Puebla, no se había visto en mucho tiempo.

         SE VAN A CUMPLIR 35 AÑOS DE LA TRAGICA muerte del maestro Jorge Murad Macluf, quien fuera presidente municipal durante el trienio 1984-1987.

         Fue uno de los presidentes municipales de esta capital, más queridos por el pueblo. Su sepelio constituyó una verdadera manifestación popular de duelo.

          Para recordar esa fecha, habrá un acto que se realizará en el parque ubicado entre la 23 y la 25 poniente y entre la 17 t la 19 sur.

          El discurso será pronunciado por quien fuera el secretario general de ese ayuntamiento, el licenciado José Martínez Escobar. Están invitados familiares, amigos y ex colaboradores.

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            La elección extraordinaria de gobernador del Estado, que se llevará a cabo el 2 de junio próximo, será la más vigilada, la más observada de la historia de la entidad, a juzgar por los preparativos, que para ello realizan la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales a cuyo frente está el licenciado Agustín Ortiz Pichetti y el gobernador interino licenciado Guillermo Pacheco Pulido.

           En su reunión del pasado martes, anunciaron el inicio del pre-despliegue de policías ministeriales que contribuirán a garantizar la legalidad y dar confianza a la ciudadanía, de que el proceso será limpio y respetuoso de la voluntad popular.

            En esta primera etapa se realizarán actos de difusión y prevención de los delitos electorales. Se instalarán módulos en distintos puntos del Estado, donde se informará a la población y se distribuirá material sobre los mecanismos de denuncia, si hay necesidad de hacerlos.

             Se realizarán reuniones de los funcionarios de los centros de comando y control, para acordar estrategias para atender de la mejor forma las denuncias por posibles delitos electorales.

              También se capacita al personal del 911, para que puedan dar respuesta inmediata, a quienes denuncien actos ilegales que se cometan en el proceso electoral, por la vía telefónica.

               Los municipios y las colonias con mayor incidencia delictiva, tendrán atención especial. Ahí es donde habrá mayor concentración de personal de vigilancia, atendiendo con mayor celeridad las denuncias ciudadanas.

               Desde los años ochenta, el partido Acción Nacional, fundado por el destacado intelectual Manuel Gómez Morín, ex rector de la UNAM y fundador del Banco de México, empezó a desdibujarse ideológicamente, al pasar a ser franquicia de los grupos empresariales enojados con el gobierno de José López Portillo, por la nacionalización de la banca.

                En esa época surgió la primera ola de neopanistas, que tuvo en Puebla, como sus figuras más destacadas a doña Ana Teresa Aranda Orozco y a don Francico Frayle y García, que prácticamente quedaron al frente de ese partido en la entidad.

                 Aunque ellos no fueron militantes tradicionales, tenían muchas coincidencias con los militantes de ese partido y aunque algunos abandonaron las filas del blanquiazul, otros permanecieron y antes de que se iniciara la segunda etapa neopanista, quienes como doña Ana Teresa y don Francisco, podían considerarse como auténticos militantes del partido blanquiazul.

                La segunda etapa neopanista en el país, fue la que se dio en tiempos de Vicente Fox. Entonces ese partido, que siempre fue perdedor en las elecciones, llegó a sumar dos millones de afiliados al finalizar el sexenio foxista.

                Calderón Hinojosa ganó la presidencia mediante maniobras en las que la “maestra” doña Elba Esther Gordillo, tuvo gran participación y la militancia se mantuvo en números millonarios.

                Al finalizar el segunde sexenio panista, pero sobre todo, al anunciarse su derrota, el dirigente nacional don Gustavo Madero, ordenó una reafiliación al PAN para renovar el padrón de militantes y la sorpresa fue de que de los dos millones que tenía, solo le quedaron poco menos de los necesarios para no perder su registro. Desde luego que no lo perdió, pero bajar de 2 millones a solo 200 mil o un poco más, significó una tragedia para ese partido.

              En Puebla la franquicia se vendió a quien fuera priísta de toda la vida, Rafael Moreno Valle, pues necesitaba al PAN para ser candidato a gobernador, pues sabía de antemano que a través de su partido, el PRI, no alcanzaría la candidatura.

               El fallecido ex gobernante poblano, ya era senador de la república por ese partido, de manera que no le fue muy difícil ser aceptado como el abanderado del PAN a la gubernatura estatal.

              Con el senador Moreno Valle se pasaron al PAN numerosos priístas, operadores electorales, ex dirigentes municipales, en fin, líderes regionales, que arroparon a quien había sido secretario de Finanzas del Estado y lo llevaron al triunfo con el apoyo también, de la “maestra” Elba Esther Gordillo.

               La nueva ola de neopanistas poblanos, nunca dejaron de ser priístas en su comportamiento, era la cultura política que tenían, y no hicieron ningún intento de ser panistas. Simplemente se pasaron al partido conservador, para obtener más ingresos económicos y avanzar en la ocupación de puestos políticos.

              Así las cosas, el PAN en Puebla, dejó de serlo y el control de la estructura del partido y de la estructura del gobierno, pasó a ser totalmente “morenovallista” grupo que se amparaba en el registro del partido azul, eso sí.

             Como los neopanistas ya son tantos, que hasta nos parece que el dirigente nacional, don Marko Cortés, es de esa especie, nos surgió la idea de que un artículo escrito por don Pedro Gutiérrez, en el diario “24 Horas” bajo el título de “Pinceladas sobre Manuel Gómez Morín” fuera reproducido por los dirigentes poblanos del PAN, para distribuirlo, primero entre ellos mismos y luego entre quienes dicen que son militantes de ese partido, para que tengan una idea de quien fue fundador del PAN y uno de los grandes intelectuales del país del siglo XX.

                 Hay muchos que creen que el PAN se inicia con Maquío, el candidato surgido de la Coparmex, en la primera etapa del neopanismo y no Gómez Morín.

                Leyendo ese magnífico artículo de don Pedro Gutiérrez, a la mejor los neopanistas se animan a conocer más de su partido, sus luchas y sus grandes hombres, porque los tuvo, y avergonzándose de lo que ahora son, deciden superar esa etapa deshaciéndose de los mediocres que ahora son sus líderes.

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          El 15 de septiembre de 1939, hace la friolera de 79 años, nació el Partido Acción Nacional, creado por uno de los intelectuales más brillantes del siglo XX mexicano, Manuel Gómez Morín, ex rector de la UNAM, ex secretario de Hacienda y creador del Banco de México, entre otras cosas.

          Junto con él, hubo personajes destacados de la derecha mexicana, como Efraín González Luna, Rafael Preciado Hernández, Estrada Iturbide, Gómez Mont y otros, que dieron a la nueva institución política, una fuerte carga ideológica conservadora, heredera del conservadurismo mexicano del siglo XIX.

          Durante varias décadas, Acción Nacional se proclamó como un partido que buscaba la auténtica democracia, la defensa de nuestros valores y tradiciones, entre los que figuraba en forma destacada, la participación de la Iglesia Católica, que en el acta de Consumación de la Independencia, redactada por Agustín de Iturbide y firmada por Vicente Guerrero en Iguala, era declarada la religión del nuevo país.

          Fue en 1952, cuando por primera vez, el PAN lanzó candidato a la Presidencia de la República. Fue Efraín González Luna, un abogado católico de Guadalajara, el que disputó la presidencia a Adolfo Ruiz Cortines y al general Miguel Henriquez Guzmán, los principales candidatos surgidos del movimiento revolucionario de 1910. También participó en esa contienda electoral, como aspirante a presidir el Poder Ejecutivo del país, Vicente Lombarto Toledano, otro de los intelectuales más destacados de México, compañero en las aulas universitarias de Gómez Morín y fundador del Partido Popular, de tendencia socialista.

           En cincuenta años de existencia el PAN había avanzado poco. En cada elección, su queja era la misma: “hubo fraude electoral”, pero la realidad es que su ideología no prendía entre el pueblo y sus líderes eran vistos como alejados del grueso de la población. Se decía que el PAN era el partido de los banqueros, pero era junto con el PRI y el PP, de Lombardo, después PPS, los únicos representativos reales de las corrientes de pensamiento político entonces existentes en el país: el liberalismo, el conservadurismo y el socialismo.

            El lento avance panista duró hasta los años ochenta, cuando el presidente José López Portillo, privatizó la banca y enojó a los grupos empresariales, que primero amenazaron con formar un nuevo partido para defender sus intereses, pero al ver las dificultades que el propio gobierno priísta les ponía para lograr su objetivo, decidieron apoderarse del PAN y así ese partido cambió su rumbo. Los empresarios agrupados en diversas organizaciones patronales entraron de lleno a disputarle el poder al PRI. Lanzaron a Manuel J. Clouthier, expresidente de la Comparmex como candidato a la presidencia de la república, teniendo como contrincante priísta a Carlos Salinas de Gortari y como candidato de las izquierdas, a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

           El triunfo fue de Salinas, que quien lo dijera, puso las bases, con sus políticas neoliberales, para el derrumbe del PRI en el 2018.

            Antes de que ocurriera la tragedia priísta, hubo dos pésimos gobiernos panistas: el de Fox y el de Calderón, causantes de la caída de la economía (fueron los años de menos crecimiento en nuestro país y cuando se inició la inseguridad y la violencia) y causantes también, de lo que ahora está viviendo ese partido.

              Acción Nacional, dejó de representar al conservadurismo, a la derecha mexicana y cayó en una indefinición ideológica que ahora quieren recuperar, según afirman los cuatro aspirantes a la dirigencia nacional, uno de ellos, nieto del fundador de ese partido.

            En Puebla, el PAN ganó por primera vez en su historia, la gubernatura del estado, pero no con los panistas, sino con priístas encabezados por un priísta descontento, Rafael Moreno Valle. Esto fue en el 2010.

            Ocho años después, el PAN poblano prácticamente ha sido borrado del mapa político de la entidad. Su lugar lo ocupa el grupo “morenovallista” del que forman parte numerosos ex priístas que ven como sus contrincantes, a los llamados panistas tradicionales, que han quedado relegados, combatiendo al morenovallismo que es el que ocupa los puestos de mando dentro del comité estatal, sin que al comité nacional parezca importarle.

              Llegó el 2018 y las cosas cambiaron: el PRI y el PAN se derrumbaron estrepitosamente y el triunfo fue para Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador, que ganó en la entidad, la presidencia de la república, 14 de los 15 diputados federales; la mayoría de los diputados locales, dejando solo 6 al PAN y 4 al PRI (y eso por los plurinominales) y la mayoría de las presidencias municipales importantes del estado.

             Aunque la candidata del PAN para la gubernatura, señora Martha Erika Alonso, esposa del ex gobernador Moreno Valle, ha recibido su constancia de mayoría, su triunfo ha sido impugnado por Morena y hasta noviembre se conocerá la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que podrá ratificarlo o anular la elección y convocar a nuevos comicios.

              A nivel nacional, Marko Cortés y Héctor Larios, conforman una planilla que los otros tres aspirantes, Ernesto Rufo, José Luis Espinosa y Manuel Gómez Morín del Río, señalan como surgida del Anayismo, la corriente a la que se culpa de los males que ahora sufre ese partido.

             Acusan a la dirigencia nacional, de haber lanzado una convocatoria amañada para favorecer a la planilla de la actual dirigencia al solicitar el diez por ciento de firmas del padrón de militantes, para poder ser considerados como candidatos.

             Lo que pretenden, dicen los aspirantes rebeldes, es el continuismo del grupo de Ricardo Anaya, algo que ya había señalado Moreno Valle, cuando aspiraba a la candidatura y por lo que se unió a Héctor Larios, como candidato a secretario general, para acabar con la antidemocracia interna.

              Inexplicablemente Larios negoció con Cortés, conformaron una planilla en la que el primero sería secretario general y Cortés, presidente y dejarían a Moreno Valle, como coordinador de los senadores.

               En el 2000, el PAN ganó con el 42.5 por ciento de la votación. Dieciocho años después, el PAN obtuvo el 22 por ciento. Feliz 79 aniversario. 

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