Columna| P u l s o   P o l i t i c o

     Desde que empezó la absurda y salvaje guerra contra el crimen organizado, en tiempos de Felipe Calderón, la impunidad en este país, ha ido en constante crecimiento y por lo consiguiente, también ha crecido la delincuencia, pues no hay nada que aliente más a los delincuentes, como el crimen sin castigo y en este país, el 99 por ciento de los delitos de asesinato, secuestro, robo con violencia, asalto en la vía pública, quedan sin castigo.

       El asesinato de dos periodistas en el lapso de una semana, ha puesto en evidencia un problema, el de la impunidad, que ha impedido el castigo de quienes han asesinado a periodistas en varias entidades del país lo que ha convertido a México, en uno de los lugares más peligrosos para el ejercicio de este noble oficio.

      Pero no solo las agresiones a periodistas han quedado sin castigo, sino los crímenes más horrendos, en los que con un salvajismo pocas veces visto, se descabeza, se desmiembra o se quema a seres humanos, la mayor parte de ellos jóvenes, muchos de los cuales ni siquiera son identificados.

      En tiempos de Calderón, se asesinó en San Fernando, Tamaulipas, a 70 centroamericanos que pasaban con destino a Estados Unidos en busca de trabajo. Sus asesinos gozan de cabal salud. No sirvió de nada que sus madres vinieran de Honduras, El Salvador y Guatemala, para pedir justicia. La autoridad ha sido incapaz de identificar y castigar a los delincuentes, en este y en miles de casos más.

        Por eso es de destacarse el hecho de que la Policía Federal, haya capturado ya a uno de los que ultrajaron a una humilde familia, asesinando a un niño de dos años, cuando viajaban en la noche por la autopista México-Puebla, hace solo unas semanas.

        Fue un caso que estremeció no solo a Puebla, sino al país entero. Las autoridades estaban obligadas a esclarecer los hechos, pues no hacerlo, sería el acabose para la autoridad y la mayor decepción, ya de por sí muy decepcionada, de la ciudadanía.

        Ayer se informó de última hora, que fue capturado por la Policía Federal, un miembro de la banda de “Los Xolalpa”, que participó en el crimen. Dar con sus cómplices, ya será fácil.

        Una golondrina no hace verano, dice el dicho, pero en medio de la inseguridad que se está viviendo en Puebla y en el país, en medio de la impunidad que campea por todas partes, esa golondrina, puede ser el primer paso para terminar con la pesadilla que toda la sociedad está viviendo.

       Lo importante es que el crimen no quede impune. Que se aclare totalmente y que se imponga la pena correspondiente a los culpables. Y ojalá este sea el principio del fin de la impunidad, aunque la incredulidad y la desconfianza de los ciudadanos en las autoridades, ya es demasiado grande como para creer que podría haber un cambio.

       Los panistas ya están moviendo a uno de sus pre-candidatos a la gubernatura de Puebla, a más de un año para que las elecciones se realicen.

       El gobierno de Antonio Gali, apenas está agarrando vuelo y ya se anda muestreando en todas partes a don Luis Banck, actual presidente municipal, como aspirante a sucederlo en la gubernatura.

       Don Luis Banck, tiene una gran cualidad: ha sido un muy eficiente funcionario público, desde que llegó a Puebla en el gobierno del ahora senador Manuel Bartlett Díaz.

       Pero también tiene una gran desventaja: no es político, no ha tenido nunca una participación electoral, no tiene ni con mucho el carisma de Antonio Gali y a varios meses de ocupar la Presidencia Municipal de esta capital, la gente todavía no lo identifica.

       Pero ya participó en una cabalgata, en la sierra norte, para hacer un convenio con presidentes municipales de pueblos mágicos, a fin de promover el turismo y ya se le empieza a muestrear en todas partes, como si hubiera urgencia de que la gente lo conozca, lo identifique.

       La desgracia del PAN en Puebla y en muchas partes del país, ha sido la  carencia de cuadros capacitados para actuar en política con siquiera un mediano éxito.

      No hay que olvidar que en Puebla ganó la gubernatura, cuando lanzó a un candidato políticamente hecho en el PRI. No debe pasarse por alto, que en las pasadas elecciones locales en las que se renovaron gobernadores en siete estados, el PAN ganó en cinco de ellos con candidatos recientemente salidos del partido tricolor y que en el estado de México, el PAN está participando con Josefina Vázquez Mota, que fue su candidata presidencial en las pasadas elecciones  federales y que está ubicada en el cuarto lugar de preferencias entre los electores mexiquenses.

        Don Manuel Gómez Morín, fue el autor de la frase: “Los partidos deben ser escuelas de política” y en el PAN, partido que él fundó, es donde menos caso le han hecho.

Publicado en COLUMNAS

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