Columna | P U L S O  P O L I T I C O

            Quienes estamos ya en la tercera edad, crecimos durante gobiernos priistas, desde que nacimos hasta el año 2000 cuando Fox logró sacar al PRI de Los Pinos, pero no para hacer un gobierno mejor, sino para mostrarnos que quienes se habían puesto siempre como ejemplo de honestidad y eficiencia para el trabajo público, eran tanto o más corruptos y más ineficientes que los gobiernos surgidos del partido de la Revolución Mexicana.

          El segundo gobierno panista, el de Calderón Hinojosa, tuvo  que llegar mediante un fraude electoral que apenas logro superar la votación del candidato perredista, por un punto porcentual y ese gobierno  vino a confirmar que se podía hacer un gobierno peor de lo que fue el primer gobierno panista.

         Lo que está ocurriendo hoy, con el primer gobierno centro-izquierdista de Andrés Manuel López Obrador, es para las generaciones que nacimos y crecimos durante los buenos, regulares y malos gobiernos priistas, algo desconocido. Nos tiene simplemente sorprendidos y desconcertados, todo lo que está  pasando: panistas que surgen como candidatos perredistas o priistas y últimamente, hasta de Movimiento Ciudadano, el partido que es propiedad de un ex priista, Dante Delgado.

         Vemos un enfrentamiento del Presidente y del partido en el poder, Morena,  con varios de los tradicionales medios de comunicación que antes callaban todo lo que ahora dicen y se molestan terriblemente si el gobierno los contradice públicamente y  lo acusan de violar el respeto a la libertad de expresión. Estamos observando como partidos de ideologías tan disímbolas, como el PRI, el PAN y el PRD, conforman una alianza para lanzar candidatos a los puestos de elección popular y como los tres partidos, uno supuestamente liberal, otro supuestamente de derecha y otro supuestamente de izquierda, se lanzan unidos contra el gobierno electo por más de 30 millones de mexicanos, una votación nunca antes alcanzada por ningún candidato a la presidencia de la república.

           BUENO, PUES EN MEDIO DE ESTA EXPLOSION política está surgiendo una corriente cada día más numerosa, que ha tomado conciencia de que las necesidades prioritarias de nuestro país, son terminar con la desigualdad, mediante el impulso a la educación, a los servicios  de salud  gratuitos y de calidad, frenar el saqueo de nuestros recursos naturales, frenar la corrupción, terminar con la inseguridad y la criminalidad derivadas del contubernio entre autoridades de todos los niveles con las organizaciones delincuenciales y elevar la producción de alimentos que son básicos para nuestro pueblo y mientras la inmensa mayoría de los mexicanos estemos de acuerdo con esto, se logrará una mayor unidad nacional y saldremos  adelante.

           En esta etapa de la Cuarta Transformación hay poblanos que están participando desde puestos destacados, como el licenciado Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad, algo de suma importancia para el país por la reforma que se ha propuesto; el diputado Ignacio Mier Velazco, coordinador de la bancada mayoritaria  del Congreso federal, que ha sabido manejar con habilidad los numerosos problemas que surgen al interior del Congreso y el senador Alejandro Armenta, que además de ocupar la presidencia de la Comisión de Presupuesto, fue promotor a la nacionalización del Litio, un producto metálico de gran importancia en la actualidad y del que México posee grandes yacimientos.

         Los ciudadanos debemos procurar estar bien informados de todo lo que pasa en nuestro entorno para no caer en las manipulaciones que quienes se sienten agraviados por haber perdido sus privilegios, están llevando a cabo.       

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