Columna | P U L S O    P O L Í T I C O

            Si se tiene en cuenta que de acuerdo con los datos del último censo de población y vivienda, dados a conocer por el INEGI, el 52 por ciento de las viviendas en México no cuentan con internet y el 37 por ciento no tienen televisión, se comprenderá que el sistema de educación virtual, impuesto por la pandemia del covid, provocará un retrazo bastante serio en la educación de niños y jóvenes en todos los grados educativos desde la educación básica, hasta la técnica y universitaria.

           Lo anterior fue afirmado por el dirigente de la Federación Nacional de Estudiantes Universitarios “Rafael Ramírez”.

           Isaías Chanona Hernández, que con el sistema de educación en línea, diez millones de niños y jóvenes que cursan los niveles básicos, medios y superiores, se están viendo afectados.

           Antes de la pandemia teníamos un nivel educativo en promedio de 9.7 años de escolaridad y se calculaba que llevaríamos a niveles más avanzados, pero con lo que está pasando, hasta 2040 alcanzaremos un promedio educativo de preparatoria.

          Eso podría aminorarse, afirmó, si la SEP dotara de material tecnológico y pedagógico a maestros y alumnos, lo cual lo ve difícil.

          HA LLAMADO LA ATENCIÓN EN los círculos políticos poblanos, la alianza entre el Partido de la Revolución Democrática, PRD, con la Organización Antorchista, para apoyar la candidatura de la maestra Hercilia Córdova Morán para una diputación federal. En realidad no hay nada de qué sorprenderse, pues los partidos políticos han perdido sus respectivas ideologías, en su afán de ser prácticos.

          El PRD, todos lo sabemos, ha perdido tanta fuerza que está a punto de perder su registro en las elecciones próximas a pesar de su alianza con el PRI y con el PAN.

          La Organización Antorchista, es la fuerza política en Puebla, mejor organizada, mejor estructurada, más disciplinada y la única que mantiene unidad interna.

          El PRI, partido del que era aliada, siempre mostraba cierto desprecio por los antorchistas, pero en las últimas elecciones locales, fue la que permitió a ese partido, hacer un papel más o menos decoroso.

          No saben los priístas lo que perdieron con la salida de Antorcha. Al quedar sin sus sectores básicos, el Popular, el Obrero y el Campesino, el PRI se quedó sin nada. También perdió a sus líderes más destacados.

          En las pasadas elecciones locales, si no ha sido por esa organización, que se inició siendo campesina y que fue evolucionando hasta penetrar en las grandes y medianas ciudades con sectores de clase media hacia abajo: trabajadores independientes, taxistas, colonos, pequeños comerciantes, etc., hasta ser una fuerza política real, aun sin registro de partido.

          Las fuerzas populares de Puebla, tienen dos organizaciones políticas que se han mantenido vigentes a través de los años: los antorchistas y los miembros de la organización 28 de octubre, aunque esta es organización de otro tipo: sin ideología precisa y solo con el fin de defender a un sector de los vendedores ambulantes.

          Antorcha tiene ideología revolucionaria y cuenta con una hoja popular de información, para sus bases y con una revista de gran calidad, para divulgar su pensamiento sobre los grandes problemas, tanto nacionales como mundiales.

          Su alianza con el PRD, seguramente será pasajera, pero es muy probable que le ayude al del sol azteca, a ganar aunque sea una diputación.

            EN LA CONFERECIA DE PRENSA DE AYER del gobernador Miguel Barbosa, el titular de la Secretaría de Salud del Estado, José Antonio Martínez García, se informó que los hospitales del Estado así como los de las instituciones de seguridad social, cuentan con suficientes camas para atender a los contagiados de covid-19 que lo requieran: Los hospitales del Estado cuentan con 527: el IMSS, con 444; ISSSTE con 131; el ISSSTEP con 127; el Hospital Universitario con 125 y hospitales privados con 127.

           También informó que el gobierno del Estado, pone a disposición del gobierno federal todas sus instalaciones de salud, para establecer en ellas centros de vacunación durante el tiempo que se requiera para ello.