Columna | P U L S O    P O L I T I C O
   
         Terminó su gira por el estado de Puebla el pasado fin de semana. Lo vimos en dos de sus mítines en poblaciones de la mixteca. Si lleva guaruras, éstos son muy discretos, pues casi ni se notan. Sencillo en su trato con la gente, acepta tomarse fotos con cualquiera que se lo pide y en sus discursos desapareció ya, la agresividad de otros tiempos. Si habló contra la corrupción, denunció la guerra sucia con la que pretenden vincularlo con Moscú, al puro estilo de la “guerra fría de los sesenta y setenta”, pero eso ya pasó y hasta se ve ridículo que los que se oponen al Peje, tengan tan poca imaginación, que les obligue a recurrir a situaciones que se vivieron hace medio siglo. Son los típicos “dinosaurios” de la política.

          Ellos han sido superados por José Antonio Meade, el candidato del PRI a la Presidencia y el también aspirante del partido Morena, del PT y Encuentro Social, Andrés Manuel López Obrador.

          Meade hizo un llamado a no pelear, a no descalificarse, a no entrar en esa onda de la guerra sucia o guerra de lodo, que introdujo Vicente Fox, como candidato a la Presidencia, en el año 2000.

         Señala que ha conocido gente buena y capaz, en todos los partidos y en toda la sociedad mexicana. “Si peleamos, si nos dividimos, no vamos a llegar a ninguna parte”, señaló.

          El “ya sabes quien” se ríe de quienes pretenden descalificarlo con epítetos, con mentiras como esa de que va a entregar el petróleo a Moscú, como si no se supiera que ya fue entregado a empresas transnacionales, principalmente gringas.

          Los mítines que Andrés Manuel presidió en Chiautla de Tapia, en Izúcar de Matamoros y en Huaquechula, no fueron lo que tal vez se esperaba, pero fueron buenos actos, con una concurrencia ordenada, bien portada, que aplaudió con entusiasmo algunos pronunciamientos del candidato, como eso de impulsar al campo para evitar las importaciones de alimentos básicos como maíz, frijol, arroz; crear trabajo en el campo, para que nuestros campesinos no tengan la necesidad de emigrar a los Estados Unidos, de donde los quiere sacar el presidente Trump.

          Cuando se refirió al combate a la corrupción, hizo algunas denuncias contra los funcionarios que en un país de pobres, se asignan sueldos hasta de 650 mil pesos; también criticó las pensiones que reciben los expresidentes de la república, sobre lo cual dijo, que si llega a la presidencia, no habrá necesidad de quitárselas, pues ninguna ley obliga a ese pago que es producto de un acuerdo. Simplemente, no firmaré el acuerdo, señaló.

         Lo más fuerte que dijo contra uno de sus contrincantes, el candidato del PAN, Ricardo Anaya, fue que es un “mafiosito” a quien controla y aconseja Diego Fernández de Cevallos, uno de los dinosaurios del panismo.

         La gira de cinco días por la entidad poblana que llevó a cabo López Obrador, el candidato presidecial de Morena y sus aliados de “Juntos haremos historia”, sirvió también para que el virtual candidato a la gubernatura de la misma alianza, senador Miguel Barbosa Huerta, iniciara su pre campaña visitando las mismas 29 poblaciones de la entidad incluidas en el recorrido de “ya saben quien”.

         Barbosa Huerta dijo que vencerá al morenovallismo, con lo que impedirá la tercera reelección del exgobernador Rafael Moreno Valle, a quien acusó de querer perpetuarse en el poder para formar un caciquismo como el que en su tiempo tuvieron los Avila Camacho.

         Habló también de la currupción, de la impunidad que priva en todo el país y de la violencia desatada desde los tiempos de Felipe Calderón, en todo el territorio nacional. Puebla, señaló, había escapado a ese fenómenos, pero ya se demostró que había ocultamiento de los hechos violentos que ahora han salido a flote.

          El dirigente estatal del PRI, Jorge Estefan Chidiac, anunció que pronto Puebla recibirá otra visita de José Antonio Meade que vino al inicio de su precampaña, para demostrar que Puebla está entre sus prioridades.

         En un acto del precandidato priísta a la gubernatura de Puebla, Enrique Doger Guerrero, habló Charbel del interés que el candidato presidencial, tiene porque Puebla sea recuperado por el PRI.

         Tenemos candidatos altamente competitivos para la gubernatura y para la presidencia municipal de esta capital y los vamos a tener para todos los puestos de elección popular en disputa, señaló.

         Habló de la unidad que prevalece en las filas del partido tricolor y la disposición que hay en las bases del priísmo, para ganar las elecciones del 2018.

         Pasó totalmente desapercibido el aniversario 204, del fusilamiento de don Mariano Matamoros, en la hacienda de Puruarán, Michoacán el 3 de febrero de 1814.

          En diciembre de 1811, tuvo su primer encuentro con José María Morelos, en Izúcar. El cura de Jantetelco, Morelos, impresionó al caudillo de la Independencia que lo incorporó a sus filas con el grado de coronel. Matamoros es considerado como uno de las más intrépidos y eficientes capitanes de Morelos, cuyas hazañas no han sido debidamente conocidas  por el pueblo.

         Baste decir, que formó una brigada de 2000 soldados con jóvenes mestizos que fueron debidamente reclutados en Izúcar, uniformados y entrenados militarmente. Algunos historiadores consideran que ese regimiento, constituye el antecedente del hoy Ejército Mexicano, que tuvo su primer encuentro contra un regimiento español, desembarcado en Veracruz, en los llanos de Tecamachalco, donde la brigada de Matamoros, triunfó en toda la línea.

          Los muertos españoles y mexicanos resultado de esa batalla, fueron sepultados en el templo colonial de Quecholac, donde se abrieron zanjas para sepultar a más de 400 cuerpos de mexicanos y españoles. Esta acción, debilitó las paredes del templo que pasado algún tiempo, hizo que se desplomara la bóveda y la cúpula, como se observa actualmente.

           Don Mariano Matamoros, hizo de Izúcar su segunda patria chica. De ahí salió a participar en el sitio de Cuautla; ahí formó en embrión del Ejército Mexicano; de ahí salió a Tehuacan, donde recibió el grado de Mariscal de Campo; de ahí partió a las mixtecas para combatir a los realistas, obtuvo triunfos en Oaxaca y fue ascendido a Teniente General.

            La ciudad de Izúcar fue bautizada con su nombre como Izúcar de Matamoros y ahí mismo, el 3 de febrero de 1906, cuatro años antes de la Revolución Mexicana, se realizó una velada literario musical en honor del héroe, participando todos los sectores sociales del lugar. Pero de eso hace más de un siglo.

        Los tiempos han cambiado y las costumbres también: Hoy no hubo nada ni en Izúcar, ni en ninguna otra parte de la entidad poblana pese a que don Mariano Matamoros se hizo soldado de la Independencia y todas sus acciones estuvieron relacionadas con esa población suriana que adoptó como suya.

         Reaparece Javier López Zavala para reingresar a la política local. Participará activamente en la campaña de Enrique Doger, apoyando con la estructura que tiene en varias partes del estado.

          Otros políticos priístas del pasado reciente, también van a reaparecer, pues no hay motivo justificado para que estén relegados, nos dicen.

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