Domingo, 30 Julio 2023 18:12

La decadencia del PAN

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         Para entender la decadencia que el Partido Acción Nacional ha sufrido en sus ochenta y cinco años de existencia, basta pasar lista de los candidatos a la presidencia de la república, que ha tenido desde 1952 a la fecha.

        En ese año tuvo a su primer candidato que fue el licenciado Efraín González Luna, un destacado jurista católico jaliciense, muy conocido y respetado en Guadalajara, su lugar de residencia y buen orador; el segundo fue don Luis H. Alvarez, ingeniero textil de profesión, dueño de una fábrica de telas en Ciudad Juárez de donde era originario, que había sido un exitoso candidato panista a la presidencia municipal y que perdió, pues en ese tiempo prevalecían los fraudes electorales y solo ganaba el PRI, pero siguió en la política, hasta alcanzar la candidatura a la presidencia. Después fue senador de la república y dirigente nacional de su partido. Fue un colaborador muy efectivo en el diálogo con los zapatistas de Chiapas que comandaba el subcomandante Marcos.

             Don José González Torres, fue el tercer candidato presidencial panista. Se trataba de un líder católico reconocido por instituciones de esa religión de nivel internacional. Fue dirigente nacional de la Acción Católica Mexicana y un extraordinario orador como lo demostró durante su campaña presidencial, que logró ganarse, a fuerza de escuchar sus encendidos discursos, a los miembros de la escolta que le puso el gobierno federal durante sus recorridos.

            Otro de los candidatos panistas, fue Efraín González Morfín, hijo del primer candidato. Era un personaje serio, muy atento con todo mundo y con la preparación humanista que adquirió en el seminario jesuita en el que estudió para ser miembro de esa orden, pero que abandonó casi al terminar sus estudios.

            También fue candidato del PAN, don Gustavo Madero, sobrino en primer grado del iniciador de la Revolución Mexicana.

           LLEGARON LOS NEOPANISTAS Y EL PAN SE VOLVIÓ un partido dependiente de los grupos empresariales empezando por la Coparmex, que lanzó a la candidatura presidencial, a un ex dirigente del sindicato patronal llamado Confederación Patronal de la República Mexicana. Ese candidato fue Clouthier que encabezó la lucha por derribar al priismo para recobrar el control de la banca mexicana que había sido expropiada por el presidente José López Portillo.

           Sabemos todos en lo que terminaron los gobiernos de Vicente Fox, brillante vendedor de cocacolas de cuya empresa era uno de sus principales distribuidores; un personaje folklórico de origen gringo y español, que ahora se espanta de que haya entre los aspirantes de Morena, descendientes de judíos y franceses y de lo que fue el gobierno de Felipe Calderón, hijo de un congruente fundador del PAN, don Luis Calderón Vega, que renunció a ese partido, del que fue historiador y cronista, cuando Acción Nacional se volvió franquicia de los grupos empresariales más retrogradas del país. Felipe, que ya como presidente, puso al frente de Seguridad Nacional, a una persona ligada a los cárteles más poderosos del crimen organizado, ahora preso en los Estados Unidos, que inició la guerra entre las bandas delincuenciales que dieron origen a la etapa de mayor inseguridad y violencia que ha vivido México desde el término de la Revolución de 1910.

           AHORA EL PAN, IMPULSADO POR GRUPOS EMPRESARIALES de la derecha más rancia del país, está impulsando para representar a ese partido a la señora Xochitl Gálvez, senadora de la república, que tiene en su haber, como algo de lo más importante de su carrera, el haberse puesto un disfraz de dinosaurio en la sala de sesiones del Senado de la República, para ganarse el aplauso de sus correligionarios y la advertencia de la presidencia de dicha cámara, que si no salía del salón por su cuenta, se le sacaría a la fuerza; Ahora se sabe, que como empresaria fue contratada por el gobierno de su correligionario Fox, con quien hizo negocios multimillonarios. Cuenta de su origen indígena, algo que es falso y de haber vivido una pobreza propia de los pueblos originarios, algo que es muy dudoso, lo que la obligó a vender gelatinas en su pueblo.

       La señora Xochitl representa el grado de decadencia política e ideológica en que ha caído el partido de la derecha mexicana, si se le compara con los primeros aspirantes panistas que ese partido tuvo y que le hizo ganarse el respeto de sus adversarios liberales de esa época. Si don Manuel Gómez Morín, el fundador de Acción Nacional viviera, se volvería a morir, del puritito coraje.

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           En el año 2000, se introdujo en el medio político mexicano la llamada “guerra sucia” y fueron los panistas, con Vicente Fox como candidato presidencial, los que la trajeron a nuestro país, importando de España a un experto en la materia, que fue el inventor de la frase, refiriéndose a Andrés Manuel López Obrador, entonces candidato del PRD y principal adversario de Felipe Calderón, “un peligro para México”.

           El español experto en guerras sucias, traído por el partido de la derecha, tuvo en esas épocas un reconocimiento por su trabajo y los panistas en el poder le dieron la nacionalidad mexicana y él se quedó a vivir en nuestro país, para gozar de los elevados sueldos que percibía.

           Por eso llama poderosamente la atención, que la dirigencia estatal panista se queje amargamente de la “guerra sucia”, dicen, que Morena le hace a “su candidato” Enrique Cárdenas Sánchez y exigen que pare esa guerra, que lo único que provoca son divisiones entre los mexicanos, en este caso, entre los poblanos.

             Lo que pasa es que los panistas o neopanistas de la tercera ola, ya no saben como hacerle para evitar el desplome de su partido que lanza un “candidato ciudadano” sin ninguna relación con el PAN, cuya designación fue una imposición de su dirigencia nacional y que fue rechazado por los panistas tradicionales, por considerar la total falta de militancia partidista de quien ahora los abandera. Y lo rechazan también los panistas morenovallistas, porque fue un acertado crítico del gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas.

              Con el título de “candidato ciudadano”, los panistas pretenden ocultar su fracaso como partido político. En septiembre de este año, concretamente el 15 de ese mes, van a cumplir 80 años de existencia y en ese tiempo han sido incapaces de formar cuadros para que los abanderen en las elecciones de gobernadores, presidentes municipales, diputados locales y federales y senadores.

               El triunfo que obtuvieron en el 2010, fue porque lanzaron como candidato a un ex priísta que había sido secretario de Finanzas y de Administración en el estado, diputado federal y luego diputado local y que se pasó al PAN, cuando se dio cuenta que no sería el candidato de su partido para la gubernatura. Fue candidato del PAN a la senaduría, que ganó y luego fue lanzado a la candidatura para gobernador con el apoyo de la maestra, todavía priísta, Elba Esther Gordillo, que contaba con todo un ejército electoral formado por maestros del SNTE.

               A Moreno Valle Rosas, lo sustituyó Antonio Gali Fayad, que no era militante del PAN y él lo dijo claramente, y que tampoco se afilió a ese partido ya siendo gobernador.

                Gali había sido presidente municipal, con buena imagen, poblano de nacimiento y por formación y realizó un buen trabajo, sobre todo en la recomposición de las relaciones entre el gobierno y diversos grupos sociales, en los que prevalecía un enojo, un resentimiento hacia las actitudes prepotentes e impositivas del jefe del grupo llamado “morenovallista”.

                Ahora, por decisión e imposición de la dirigencia nacional panista, el candidato es una persona sin partido, sin ninguna militancia política, sin ninguna experiencia en el servicio público, al que solo lo avala, su buen desempeño como catedrático universitario y el haber sido rector de una de las universidades más caras del país.

                   Los verdaderos militantes panistas y los morenovallistas, grupo ajeno al partido blanquiazul, rechazan la forma de actuar de su dirigencia nacional, pero también su protesta es por el fondo.

                  ¿Para qué diablos son panistas militantes, si no los van a tener en cuenta para nada? Un candidato “ciudadano” no tiene ni idea de lo que es el partido fundado en 1939 por Manuel Gómez Morín, ni lo que debe hacer para ser congruente con los principios y la doctrina del partido que abandera, desde su fundación.

               Y es que el PAN, desde que los grupos empresariales, principalmente la Comparmex, lo tomaron como una franquicia, a raíz de la nacionalización de la banca por López Portillo, el PAN perdió su ideología y por lo tanto su razón de ser y ahora aspira al poder solo por el poder y por los negocios que se hacen a su amparo.

              Manuel Espino, ex dirigente nacional del PAN, dijo, cuando se hicieron los arreglos con los grupos empresariales: “No por ganar el poder, vayamos a perder al partido”. Tal vez no se hayan dado cuenta, pero ya lo perdieron.

                En Santa Isabel Cholula, se llevará a cabo, el 18 de este mes, la primera feria de Folklore, que se iniciará a las 10 horas y concluirá a las 21.

                  Será en el Complejo Cultural “Vidal Calvario Teoox”, que se ubica en el libramiento norte número 20 de esa población.

               En este festival se presentarán los mejores grupos folklóricos de la república.

                La organización de esta feria, cuya entrada es gratis, ha estado a cargo de la Escuela Superior de Danza Folklórica Mexicana C-Acatl.  

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            La elección extraordinaria de gobernador del Estado, que se llevará a cabo el 2 de junio próximo, será la más vigilada, la más observada de la historia de la entidad, a juzgar por los preparativos, que para ello realizan la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales a cuyo frente está el licenciado Agustín Ortiz Pichetti y el gobernador interino licenciado Guillermo Pacheco Pulido.

           En su reunión del pasado martes, anunciaron el inicio del pre-despliegue de policías ministeriales que contribuirán a garantizar la legalidad y dar confianza a la ciudadanía, de que el proceso será limpio y respetuoso de la voluntad popular.

            En esta primera etapa se realizarán actos de difusión y prevención de los delitos electorales. Se instalarán módulos en distintos puntos del Estado, donde se informará a la población y se distribuirá material sobre los mecanismos de denuncia, si hay necesidad de hacerlos.

             Se realizarán reuniones de los funcionarios de los centros de comando y control, para acordar estrategias para atender de la mejor forma las denuncias por posibles delitos electorales.

              También se capacita al personal del 911, para que puedan dar respuesta inmediata, a quienes denuncien actos ilegales que se cometan en el proceso electoral, por la vía telefónica.

               Los municipios y las colonias con mayor incidencia delictiva, tendrán atención especial. Ahí es donde habrá mayor concentración de personal de vigilancia, atendiendo con mayor celeridad las denuncias ciudadanas.

               Desde los años ochenta, el partido Acción Nacional, fundado por el destacado intelectual Manuel Gómez Morín, ex rector de la UNAM y fundador del Banco de México, empezó a desdibujarse ideológicamente, al pasar a ser franquicia de los grupos empresariales enojados con el gobierno de José López Portillo, por la nacionalización de la banca.

                En esa época surgió la primera ola de neopanistas, que tuvo en Puebla, como sus figuras más destacadas a doña Ana Teresa Aranda Orozco y a don Francico Frayle y García, que prácticamente quedaron al frente de ese partido en la entidad.

                 Aunque ellos no fueron militantes tradicionales, tenían muchas coincidencias con los militantes de ese partido y aunque algunos abandonaron las filas del blanquiazul, otros permanecieron y antes de que se iniciara la segunda etapa neopanista, quienes como doña Ana Teresa y don Francisco, podían considerarse como auténticos militantes del partido blanquiazul.

                La segunda etapa neopanista en el país, fue la que se dio en tiempos de Vicente Fox. Entonces ese partido, que siempre fue perdedor en las elecciones, llegó a sumar dos millones de afiliados al finalizar el sexenio foxista.

                Calderón Hinojosa ganó la presidencia mediante maniobras en las que la “maestra” doña Elba Esther Gordillo, tuvo gran participación y la militancia se mantuvo en números millonarios.

                Al finalizar el segunde sexenio panista, pero sobre todo, al anunciarse su derrota, el dirigente nacional don Gustavo Madero, ordenó una reafiliación al PAN para renovar el padrón de militantes y la sorpresa fue de que de los dos millones que tenía, solo le quedaron poco menos de los necesarios para no perder su registro. Desde luego que no lo perdió, pero bajar de 2 millones a solo 200 mil o un poco más, significó una tragedia para ese partido.

              En Puebla la franquicia se vendió a quien fuera priísta de toda la vida, Rafael Moreno Valle, pues necesitaba al PAN para ser candidato a gobernador, pues sabía de antemano que a través de su partido, el PRI, no alcanzaría la candidatura.

               El fallecido ex gobernante poblano, ya era senador de la república por ese partido, de manera que no le fue muy difícil ser aceptado como el abanderado del PAN a la gubernatura estatal.

              Con el senador Moreno Valle se pasaron al PAN numerosos priístas, operadores electorales, ex dirigentes municipales, en fin, líderes regionales, que arroparon a quien había sido secretario de Finanzas del Estado y lo llevaron al triunfo con el apoyo también, de la “maestra” Elba Esther Gordillo.

               La nueva ola de neopanistas poblanos, nunca dejaron de ser priístas en su comportamiento, era la cultura política que tenían, y no hicieron ningún intento de ser panistas. Simplemente se pasaron al partido conservador, para obtener más ingresos económicos y avanzar en la ocupación de puestos políticos.

              Así las cosas, el PAN en Puebla, dejó de serlo y el control de la estructura del partido y de la estructura del gobierno, pasó a ser totalmente “morenovallista” grupo que se amparaba en el registro del partido azul, eso sí.

             Como los neopanistas ya son tantos, que hasta nos parece que el dirigente nacional, don Marko Cortés, es de esa especie, nos surgió la idea de que un artículo escrito por don Pedro Gutiérrez, en el diario “24 Horas” bajo el título de “Pinceladas sobre Manuel Gómez Morín” fuera reproducido por los dirigentes poblanos del PAN, para distribuirlo, primero entre ellos mismos y luego entre quienes dicen que son militantes de ese partido, para que tengan una idea de quien fue fundador del PAN y uno de los grandes intelectuales del país del siglo XX.

                 Hay muchos que creen que el PAN se inicia con Maquío, el candidato surgido de la Coparmex, en la primera etapa del neopanismo y no Gómez Morín.

                Leyendo ese magnífico artículo de don Pedro Gutiérrez, a la mejor los neopanistas se animan a conocer más de su partido, sus luchas y sus grandes hombres, porque los tuvo, y avergonzándose de lo que ahora son, deciden superar esa etapa deshaciéndose de los mediocres que ahora son sus líderes.

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