Columna | Tierra de Sal

La nueva era digital y  política, debe consensar e incluir la campaña en tierra y aire.  ¿por qué? Pues, de la misma manera que se tienen estrategas recorriendo en el territorio el mercado a impactar, se debe contar con estrategas recorriendo el “ciber espacio”.

Es importante afirmar que las campañas desde el pasado 2008 se encuentran inmersas en escenarios complementarios, es decir, se ganan en las urnas y se fortalecen en aire y tierra.

El papel que juegan las redes sociales se torna interesante, son generadoras de percepción y en ellas se sustenta la “revolución” en tiempo real.

Es importante resaltar que en este siglo XXI, en la era de los millenials, los consultores políticos marcan sus líneas de acción siempre sustentadas en la viabilidad mediática. Hagamos un poco de historia, el parteaguas fue en 2008, cuando iniciaron los primeros usuarios del Facebook. El tiempo siguió transcurriendo y pese a la fuerza que estaban tomando estas crecientes plataformas, en los inicios fueron utilizadas como “estrategias alternas” y los “mass media” seguían siendo los ejes rectores.

Justo en 2015, los estrategas políticos se dieron cuenta que las plataformas alternas se convirtieron en el centro para poder ganar las batallas político-electorales. Si bien es cierto que, a través de las redes no se generan votos; sí, debe quedar claro que ellas a través de sus constantes impactos y seguidores bien definidos, marcaron la línea para los nuevos ejercicios comunicativos.

Habían surgido las redes sociales y el juego mediático sufrió cambios de fondo y para ello, es menester comentar que, los actores políticos deben entender que las reglas del juego ya fueron modificadas. El escenario actual, se sustenta en la creatividad y la pertinencia para poder estar en esta guerra del marketing político.

Así como en los cuartos de guerra se conforman los ejércitos electorales, ahora se deben conforman los ejércitos de estrategas digitales.

Recordemos la elección de Barack Obama, cuando su estratega Julius van de Laar, sustentó la idea general en “un seguidor, un voto” y con datos precisos, Obama invitó estratégicamente a votar a los jóvenes. Ahí fue el éxito de la campaña, sumar amigos y que todos fueran el ejército digital que acudiera a votar. Las bases de datos fueron elaboradas con la estrategia necesaria para poder lograr impactar y “tuitear” durante toda la campaña.

Hoy, la idea es construir una comunidad, con simpatías similares, con gustos, preferencias, horarios de conexión parecidos y obvio, donde el “storytelling” sea la fortaleza.

“El internauta mexicano es un usuario con características muy bien definidas: es potencialmente activo ya que acostumbra conectarse entre una a dos horas diariamente, sin dejar a un lado a quienes aseguraron estar siempre conectados a internet (11.6%). Lo que más consulta son sus redes sociales y la red más utilizada es Facebook” ( V. ¿ qué tan conectado está México? Estudio realizado por el Gabinete de Comunicación Estratégica. 2015.

Lenguaje y redes sociales.

Si bien es cierto que, este lenguaje comunicativo ha olvidado las reglas dictadas por la RAE, y ya no nos resulta extraño el escuchar el “tuitear, googlear, guasapear” ni leer “ntp” “tmbn” o cualquier texto donde se suprimen las vocales. Así que, esta común-unión de lenguaje y nueva tecnología han adoptado términos y vocablos que avalados por los usuarios adquieren sentido.

La lengua, es una entidad ¡viva!, así que como todo ser vivo, tiene adecuaciones para poder seguir existiendo. El lenguaje a través de las redes se torna interesante; la forma de intercalar los “emojis”, las acciones y el uso de los verbos están sujetos y determinados a la nueva actividad en la que estamos inmersos.

Nuestra cultura “millenial” se fortalece en dos sentidos, la visual con los “emojis” y la de la oralidad. Al final del día la lengua es de los hablantes y es a partir de ellos donde se propone una resignificación del lenguaje y, suele moldearse hasta entablar un diálogo en el escenario lúdico y didáctico.

Si bien es cierto que, las redes impusieron “novedades comunicativas” al incluir los “emojis” (como las caritas y las sonrisas entre otros); todo ello es producto de una adaptación y por decirlo de alguna manera, del “rejuvenecimiento” social.

El papel de las redes sociales ha modificado los códigos comunicativos. La lengua ha evolucionado  al compás de la humanidad. Existe una directa interacción donde el impacto nos permite un modelo de comunicación acorde al nuevo siglo sustentado en un territorio igualitario. Es decir, permiten el diálogo en igualdad de circunstancias y de tu a tu, donde la creatividad, eficiencia y eficacia en la elaboración de los mensajes se vuelven la materia prima para obtener los resultados deseados, el receptor deja de ser pasivo y se vuelve un ente activo.

Sin duda alguna, este 2018, se vuelve el escenario donde todas las estrategias desde los cuartos de guerra se pondrán a prueba. Un “tuitazo” no va a definir nada; pero, la estrategia organizada y bien orientada haciendo uso de las plataformas comunicativas marcará el rumbo y guiará a través del ciber espacio.

Por último, cabe mencionar que la catástrofe navega más rápido que el éxito de ahí que, un posicionamiento positivo será resultado de la materialización plena de los conocimientos en tierra y aire. ¡Al tiempo!

REFERENCIAS.

2015, ¿qué tan conectado está México? Estudio realizado por el Gabinete de Comunicación Estratégica.

Twitter | @mayrusmayrus7 @divandelamujer

 

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