Lunes, 24 Junio 2019 19:23

El PRD, se pone las pilas

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

           El partido de la Revolución Democrática, con poco más de 25 años de existencia, fue el representante de la izquierda mexicana durante varios años. Se formó con miembros de organizaciones de izquierda, entre ellas el Partido Comunista Mexicano y priístas progresistas como Cuauthémoc  Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, y otros, entre ellos algunos líderes de provincia, como el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador.

            ¿El motivo? Oponerse al sistema neoliberal impuesto por el grupo de tecnócratas encabezados por Carlos Salinas de Gortari, que había provocado un descontento generalizado en las filas del partido tricolor, pues fue considerado como una renuncia a los principios surgidos de la Revolución de 1910, especialmente en el renglón de justicia social y apoyo al campo.

             La unión de varios partidos izquierdistas y de desprendimientos del PRI, dio origen al Partido de la Revolución Democrática que tuvo inicios prometedores.

              Fue un partido que logró la unidad dentro de las diferentes corrientes ideológicas que lo conformaron. Había gentes de izquierda de todos los matices que obligaron a la formación de corrientes internas en torno a fines comunes. Pero eso no duró mucho.

              Las corrientes empezaron a luchar entre sí, en el interior del partido y acabaron odiándose y agrediéndose internamente, con más saña que su lucha contra los adversarios ideológicos: PRI y PAN.

             Cuauthémoc Cárdenas fue candidato presidencial en dos ocasiones y mediante fraudes se le escatimaron triunfos. Sin embargo, logró gobernar al Distrito Federal, que desde entonces ha mantenido gobiernos de izquierda.

              El éxito de la izquierda en los gobiernos de la hoy Ciudad de México, entre ellos el que presidió López Obrador, fue tal, que ninguno de los partidos tradicionales, PRI, y PAN, logró poner en peligro su predominio en la ciudad más grande del país y una de las urbes más grandes del mundo.

              Ahí se inició el apoyo a los adultos mayores, que los gobiernos priístas de la república y los dos panistas, tuvieron que aplicar en todo el país y sostener. Muchas de las acciones de gobierno aplicadas en el Distrito Federal, fueron copiadas por el gobierno federal para extenderlas a todo el país, pues se trataba de acciones destinadas a ayudar a quienes más necesitaban esa ayuda.

              Desilusionado de la cúpula perredista, controlada por el grupo, corriente o tribu denominada Nueva Izquierda, en la que “Los Chuchos” hacían lo que querían, aun contra la voluntad de las bases, López Obrador, pasada su segunda candidatura presidencial, decidió abandonar al PRD y conformar un Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, que derivó pronto en partido político, provocando una desbandada perredista que estuvo a punto de hacerlo desaparecer.

               Para salvarlo, miembros del partido y personajes de diferentes corrientes, entre ellos Gabriel Quadri, quien fue candidato presidencial de PANAL, que pretendió ser el partido del magisterio sindicalizado; Rubén Aguilar, el que fue vocero de Vicente Fox, cuando era Presidente y que al terminar un discurso, tenía que aclarar, para que la gente lo entendiera, lo que el Presidente, había querido decir. Gracias a ese trabajo de don Rubén, los ciudadanos mexicanos se dieron cuenta que su presidente, no era un tipo “leído ni escribido”, sino todo lo contrario; Ricardo Pascoe, ex embajador de México en Cuba y otros más.

              Su intención plasmada en diez puntos, es construir una nueva fuerza política de amplio espectro que aglutine a socialdemócratas y liberales, comprometidos con la democracia y la justicia.

              Esperan con esta acción, lograr que muchos de los experredistas vuelvan al redil, algunos ya lo hicieron, y conformar un partido fuerte que pueda enfrentar en las elecciones del 2021, a Morena y a López Obrador.

              El desplegado que firman perredistas y aliados indica que por lo menos harán el intento de renovarse sobre bases diferentes, para no morir. Desde luego que deberán hacer a un lado a Los Chuchos, pues ellos en gran parte, han sido culpables de la debacle, con decisiones como las de aliarse con el partido representante de la derecha, el PAN, alianza que hizo perder a ambas organizaciones (PAN y PRD) a muchos militantes.

               Además, esa alianza llegó a extremos, como ocurrió aquí en Puebla, de que se arrebatara el control del partido a la dirigencia local, para establecer un contacto directo del gobierno supuestamente panista con la dirigencia nacional y decidir entre ambos, quienes serían candidatos y que iniciativas de ley aprobar aunque fueran anti populares, como la privatización del agua, la ley bala y otras.

                Se llegó al grado de que el secretario general de gobierno, Luis Maldonado Venegas, ya fallecido, ex dirigente nacional del Movimiento Ciudadano, fuera aceptado como miembro del PRD e impuesto como candidato a una diputación plurinominal, lo que se logró, Donde sí ya respingaron las dirigencias estatales, fue cuando se pretendió hacer a don Luis, dirigente nacional del PRD. Pues ojalá y dicho partido tenga éxito en su pretendida transformación.

                 Muy bien por el rescate que el gobierno estatal de Guillermo Pacheco Pulido, hizo del edificio de San Roque, que funcionó durante mucho tiempo como hospital psiquiátrico.

                   Se trata de una joya colonial que no solo se pretendía destruir, sino que se estaba saqueando, algo que fue frecuente en el sexenio pasado.

Publicado en COLUMNAS

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