Columna | P U L S O   P O L I T I C O

              Por fin la dirigencia estatal del PAN, reconoció “algunos” excesos propagandísticos del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, pero ese partido sufrió una derrota al proponer que continuara utilizándose ese tipo de promoción para los candidatos de los partidos.

              Morena y el PRI, dijeron no y demandaron moderación y equilibrio en el uso de la infraestructura urbana para promociones partidistas, eliminando las de los espectaculares y las que se hacían en los medios de transporte urbano.

              Durante el gobierno morenovallista, la propaganda para el PAN y sus aliados, era aplastante, tanto, que la de los demás partidos ni se notaba. Todos están de acuerdo o mejor dicho, toda la gente sabía que eso era posible por el manejo de recursos públicos que los otros partidos no tenían. También lo hizo el PRI en sus tiempos de gloria, a través de sus organizaciones laborales de transportistas; autobuses, combis y taxis, aunque la de espectaculares era menor que la utilizada por el PAN morenovallista.

              Los panistas son chistosos: hablan de los errores de sus adversarios, pero nunca dicen que los gobiernos federales de ese partido, Fox y Calderón, hubo excesos aberrantes, como la compra del avión presidencial, que regresó ayer a la ciudad de México después de una estancia en Los Angeles, California, EUA, donde pretendió venderse. Un avión único, con servicio de restaurant, con sala de juntas y con una recámara que se le agregó y cuyo costo fue de más de dos millones de pesos, solo la recámara. Extravagancias costosas y tan cursis, que nadie se ha atrevido a comprarlo.

Otra obra monumental del panismo en el poder federal, lo es la Estela de Luz, monumental torre construida para celebrar el bicentenario de la Independencia en la ciudad de México y cuyo costo fue superior a los mil millones de pesos. Lo peor es que casi nadie ve esa torre que a veces sirve como punto de reunión de manifestantes que van a la capital del país a protestar por algo.

               LA NUEVA LEY ESTATAL DE EDUCACIÓN, sirvió a los opositores conservadores de derecha al gobierno de Barbosa Huerta, de pretexto para hacer correr rumores que enojaran a sus correligionarios contra acciones del gobierno.

              Dijeron que en esa ley se estipulaba la apropiación de los edificios de las instituciones educativas particulares, que pasarían a manos del gobierno, como en la Reforma de don Benito Juárez pasaron los bienes de la iglesia católica a ser propiedad del pueblo a través del gobierno federal.

              Ayer un empresario, don Erique Vargas Medina, desmintió ese infundió, afirmando que hubo una mala interpretación, que pudo ser por desinformación o de mala fe, pero lo que se estipula en dicha ley, es benéfico para los usuarios de los servicios educativos privados y no establece en ningún momento la expropiación de edificios escolares, muchos de los cuales son rentados.

              La ley habla de que escuelas públicas y privadas, conforman el sistema educativo nacional, nada más, y de ahí, con evidentemente mala fe, se fabricó la versión de que se pretendía la explopiación de los inmuebles que ocupan dichas instituciones privadas.

              EN SU VIDEOCONFERENCIA TELEVISIVA DE AYER, el gobernador del Estado, Miguel Barbosa Huerta, hace un nuevo llamado a todos los poblanos, para que sigan manteniendo la disciplina sanitaria recomendada por las autoridades del ramo, para poder vencer la pandemia, que no cede en Puebla, que tiene el cuarto lugar nacional de ocupación hospitalaria: Tabasco que ocupa el primer lugar, tiene un 79 por ciento de ocupación de camas en sus hospitales; Nuevo León, tiene el 78 por ciento ; Nayarit, está en tercer lugar con un 77 por ciento de ocupación y le sigue Puebla con un 69 por ciento. El promedio nacional es del 47 por ciento.

               También felicitó al Congreso del Estado, por la aprobación de la nueva Ley Electoral, en el que además de eliminar la propaganda política en espectaculares, combis, camiones y taxis del servicio público de transporte, elimina la figura de los diputados de primera minoría, quedando solo los de mayoría y plurinominales.