Domingo, 05 Enero 2020 20:17

Falleció don Enrique Montero Ponce

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

           Regresando de un viaje por el sureste mexicano,  donde pasamos unos días de tal vez inmerecidas pero necesarias vacaciones, nos llegó la triste noticia del fallecimiento de don Enrique Montero Ponce, un periodista extraordinario, con el que se podía estar de acuerdo o no, pero nadie podía negarle el mérito de haber sido durante muchos años, uno de los mejores comunicadores poblanos, que se inició en el periodismo impreso, donde destacó y después pasó a la radio, donde durante un largo tiempo su noticiario fue el más escuchado en Puebla.

         Autodidacta, empeñoso, brillante para cabecear la noticia y para crear ídolos populares, como Chesman, un condenado a muerte en Estados Unidos y que a través del diario vespertino La Voz de Puebla, logró que miles de poblanos lamentaran su castigo en la “silla eléctrica”.

          O el casos del “capitán fantasma”, un ladrón a la alta escuela de apellido Quezada, que en realidad era de origen libanés, según nos aseguran. Un personaje que pese a su actividad delictiva, fue admirado y hasta aplaudido héroe popular, que al final desapareció y nadie ha vuelto a hablar de él.

          La Voz de Puebla, fue un diario vespertino de la cadena periodística García Valseca, que logró los tirajes más extraordinarios que haya tenido alguna publicación impresa en la entidad poblana. Logró tirajes de más de 30 mil ejemplares con las noticias sobre Chesman y el Capitán Fantasma, pero también con el suicidio de Marlyn Monrroe, la muerte de Kennedy, el carismático presidente de los Estados Unidos, el asesinato de su hermano Robert, y muchos casos más cuyas crónicas noticiosas fueron cabeceadas con gran acierto por don Enrique, que también formó a muchos periodistas de radio y televisión.

          Vale recordar aquí, que creo un equipo de reporteras exitosas, una novedad para la época, de las que varias de ellas siguen vigentes.

            Irma Sánchez, ahora columnista de Cambio, Pilar Bravo, Hilda Luisa Baldemar, Silvia de Julían y otras más, que formaron el primer equipo femenino dentro del periodismo local. Por cierto muy buen equipo.

            Don Enrique tenía ya 90 años de edad y siguió activo, hasta el final de sus días. Descanse en Paz. Un saludo muy afectuoso para sus hijos e hijas, en especial para Mario Montero Serrano, amigo nuestro a quien deseamos pronta resignación.

            Otra noticia lamentable que obtuvimos a nuestro regreso, fue el fallecimiendo del notario público Efraín Trujeque Martínez, quien fuera uno de los mejores operadores electorales del PRI, en sus épocas de gloria.

             Fue compañero en la Escuela de Derecho y Ciencias Sociales de la UAP, del ex gobernador Melquíades Morales Flores y del ya fallecido ex presidente municipal de Puebla, Rafael Cañedo Benitez.

            Durante el gobierno del licenciado Guillermo Jiménez Morales, ocupo la dirección general de Tránsito y desempeño algunos otros cargos administrativos, pero su fuerte siempre fue la acción electoral.

            De repente dejó de frecuentar los lugares a los que normalmente concurría; sus amigos dejaron de verlo y pocos sabían que su estado de salud se había deteriorado. El suspendió toda relación con sus amigos, entró en una especie de retiro, hasta la última semana de diciembre del año recién terminado, en que se supo de su muerte. Se le va a extrañar.

            Humo blanco, en Casa Ahuayo: “nuevo secretario general de gobierno habemus”. Este día el señor licenciado en derecho, con posgrados en Administración Pública y Servicio Público, don Carlos Meza Viveros, sustituye en el cargo al licenciado Fernando Manzanilla Prieto, que se había venido desempeñando en ese puesto, desde el interinado del licenciado Guillermo Pacheco Pulido.

          Manzanilla Prieto, volverá a la diputación federal de la que solicitó licencia para desempeñarse como secretario de gobierno.

          Tiene una amplia experiencia administrativa y política; ha sido diputado local, miembro de la dirigencia municipal del PRI, síndico municipal y en los tiempos del licenciado Manuel Bartlett, secretario de gobernación del estado.

          Fungió muy exitosamente como abogado personal del entonces senador Manuel Bartlett, contra acusaciones que le había hecho el también abogado y senador Javier Lozano Alarcón, acusaciones que el acusador no pudo comprobar y que le valieron una multa al senador panista, por algo así como dos millones de pesos, que al final, no se supo si pagó.

         Se trata pues de un elemento capaz, con oficio político, con sensibilidad social, que en su desempeño administrativo en tiempos pasados, dejó una muy buena impresión entre la ciudadanía.

Publicado en COLUMNAS

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