Columna | DESDE EL PORTAL

 Los Insurgentes fueron de origen español y pocos nativos encabezaron la lucha de nuestra Independencia, y cabría preguntarse si así como se ha expulsado de la historia patria, o en proceso de ejecución, a los conquistadores o colonizadores, correrán la misma suerte nuestros próceres.

 De ser así, y de continuar la purga de los protagonistas de las tres transformaciones, nos encontraremos con muchas novedades y volverá a rehacerse la historia para dejarla más apegada al movimiento de la 4a Transformación y de su visión del presente y futuro de nuestro país.

 Esto es relevante porque se borrarán muchos mitos que, aunque de gran valor literario y que forjaron los sueños de generaciones de compatriotas, resulta que no existieron y los hechos se acomodaron, como siempre ocurre, a contentillo de quienes estaban en ese momento en el poder y tenían simpatías por historiadores que colocaron los hechos de acuerdo al que paga, que es el que manda, y que deseaba plasmar su versión y, en consecuencia, pasar también a la historia.

 Tiempos de cambios, de poder, de estructuras políticas y administrativas, de borrar el pasado para proyectar el futuro en base a una nueva visión. La visión del mandatario en turno en base a los datos de sus historiadores y de sus héroes del presente y del pasado.

 No es extraño, por ejemplo, que haya similitud en la imagen de la mujer indígena que pretende erigirse en el Paseo de la Reforma con una coterranea cercana al poder. Eso ocurre siempre : los creadores se inspiran en personas cercanas al que manda para agradarlo y para justificar el presupuestos más gastos adicionales.

 No ha cambiado nada, ni cambiará, la conduce humana ni el ejercicio del poder. Los cambios no son nuevos ni son las primeras estatuas que se derriban ni nomenclatura que se sostenga. Las calles y las estaciones del Metro, del autobus y de los colectivos, también pueden cambiar de nombre.

 La historia se adapta a los cambios y las transformaciones y evoluciona al mismo ritmo de los movimientos políticos y sociales. Por eso no sería ni será nada extraño que el próximo año o en los próximos años sean otros héroes a los que habrá de vitorear en la Plaza de la Constitución.

 Por lo pronto los historiadores tienen mucho trabajo para acomodar fechas y lugares históricos, héroes y heroínas a los y las que hay que justificar para la colocación de su pedestal para pasar a las páginas de la nueva historia que se escribe a pasos acelerados.

 Mientras tanto, amigos y simpatizantes de la transformación en marcha, pueden disfrutar del pozole y el tequila, las tostadas y los sopes, que parece ser tienen vigencia permanente.

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Brecha@Revista