• Oxfam México implementó el proyecto Economías inclusivas Puebla de 2018 a 2021 para fortalecer 17 iniciativas lideradas y conformadas en su gran mayoría por mujeres.
• Es fundamental implementar políticas públicas con visión holística, que pongan en el centro a las mujeres y contribuyan a derribar los obstáculos estructurales que enfrentan para lograr autonomía económica.

Puebla, Pue. 28.11.2021.- Oxfam México y la Unión Europea presentaron el proyecto Economías inclusivas Puebla dentro del foro “Avances y retos de política pública para la inclusión económica de las mujeres rurales”, en el cual se abordaron actividades realizadas en los municipios de Jolalpan, Tlapanalá, Hueyapan, Ixtacamaxtitlán, Cuetzalan, Xochitlán y Huehuetla.

Economías inclusivas Puebla arrancó en 2018 con el objetivo de fortalecer a 17 iniciativas lideradas y conformadas mayoritariamente por mujeres. Se trata de proyectos dedicados al arte textil, producción agropecuaria, producción herbolaria y servicios.

Los tres niveles de actuación del proyecto fueron: financiamiento directo a las organizaciones, fortalecimiento de capacidades e investigación para identificar las barreras que enfrentan las mujeres rurales al emprender proyectos económicos.

“La desigualdad es más grave para las mujeres porque enfrentan barreras de discriminación por género. En la gran mayoría de los casos no son propietarias de tierras o algún bien que les permita el empoderamiento económico y suelen llevar la carga de cuidados, que es un trabajo no remunerado, además de sufrir violencia en centros de trabajo y sus hogares”, señaló Alexandra Haas, directora ejecutiva en Oxfam México.

En el caso específico de los colectivos Chiwik, Sohuame y Tamachij, las artesanas se incorporaron a un proceso formativo integral que contempló todo el proceso de elaboración de la prenda (teñido, amarre, bordado, puntada antigua y creación de nuevos diseños), cálculo de costo y precio, y comercialización.

La pertenencia a los colectivos y un mejor ingreso por la venta de sus prendas les ha dado a las integrantes mayor poder de negociación sobre tiempos, espacios y recursos. Debido a la pandemia por COVID-19 y como resultado de los conocimientos adquiridos con el proyecto de Oxfam México, los colectivos incursionaron en actividades de promoción virtual y accedieron a nuevos canales de comercialización, lo que ha derivado en alianzas con diversos actores y presencia de sus productos en otras regiones.

El empoderamiento de las mujeres es un proceso mediante el cual se transforma su vida, pasando de una situación en la que su poder es limitado a causa de las barreras de género, a otra en la que tienen el mismo poder que los hombres.

“No sólo se trata de diseñar políticas públicas y programas que alienten la autonomía económica y el empoderamiento, se trata de modificar también el pacto simbólico social que asigna ciertos roles a las mujeres y ciertos roles a los hombres y que, de manera invisible, coloca a las mujeres en constante disyuntiva entre el trabajo productivo y reproductivo, dejando la mayoría de las veces el trabajo remunerado en segundo plano, lo que afecta el desarrollo de iniciativas económicas”, explicó Haas.

Oxfam México plantea tres ámbitos relevantes para el empoderamiento de las mujeres:

a) Social: Las mujeres ganan control sobre sus vidas (confianza, autoestima, acción), lo cual les permite actuar en aquellos ámbitos que consideran importantes; redefinición de las reglas y normas; recreación de las prácticas culturales y simbólicas.
b) Económico: las mujeres tienen acceso a ingresos y medios de vida estables y sostenibles
c) Político: las mujeres ganan capacidad de análisis, así como capacidad para organizarse y movilizarse para cambiar las políticas, prácticas e instituciones estatales.
El gobierno federal se refiere constantemente a la relevancia de los pueblos indígenas y el cumplimiento de sus derechos en la construcción del país, sin embargo, el papel del Estado como garante de los derechos de las mujeres indígenas sigue presentando grandes retos. De acuerdo con datos de 2020, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las mujeres indígenas son las más pobres del país, por lo que aún se requieren políticas y programas que mejoren las condiciones en las que viven.

El Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) subraya la urgente necesidad de proteger sus derechos, así como implementar políticas que incidan directamente en la erradicación de los obstáculos económicos, sociales, culturales, normativos e institucionales que impiden la participación igualitaria de mujeres y hombres en los beneficios del desarrollo y la transformación de la vida pública.

Los gobiernos a nivel federal, estatal y municipal tienen la responsabilidad de promover la igualdad de oportunidades y determinar las políticas públicas con la participación de los pueblos indígenas. Existen programas y políticas que han destacado por el reconocimiento que el Estado mexicano ha dado a las mujeres indígenas, pero no todas estas acciones han tenido un proceso de evaluación, por lo que los resultados aún deben ser constatados.

Las políticas públicas dirigidas a la pequeña producción, como en el caso de las mujeres artesanas, han tenido una visión asistencialista. Si bien se ha generado una serie de instrumentos para impulsar a las mujeres productoras indígenas, en términos generales la política social se ha centrado en el rol reproductivo financiado con programas de transferencia condicionada como Prospera y Oportunidades. Las políticas de combate a la pobreza durante muchas décadas se diseñaron sin perspectiva de género.

Oxfam México propone revisar las iniciativas que se han generado para impulsar el trabajo de las mujeres artesanas desde la visión de los pueblos indígenas y con perspectiva de género. Por supuesto, el Estado cuenta con un amplio catálogo de programas y acciones, pero no siempre se incluye a este grupo poblacional en las reglas de operación.

En la práctica, la Secretaría de Igualdad Sustantiva del gobierno de Puebla ha priorizado acciones de defensoría, capacitación en prevención de la violencia de género, perspectivas feministas y nuevas masculinidades que en conjunto se dirigen a promover el fortalecimiento de las mujeres.   Sin embargo, es preciso avanzar en la transversalización del enfoque de género en la participación o formación de alternativas económicas.  

Oxfam México hace hincapié en la importancia de planear, diseñar y sobre todo implementar políticas públicas a partir de una visión holística que ponga en el centro las barreras estructurales que las mujeres enfrentan en la economía y en la sociedad. Un trabajo pendiente en los gobiernos es traducir las políticas públicas a programas y acciones que puedan implementarse de manera articulada y transversal en el corto, mediano y largo plazo.

Publicado en FINANZAS

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