Columna | P U L S O    P O L I T I C O

          Fue un rumor que se hizo correr hace varios meses y yo me pregunté: ¿y qué puede saber ese junior de política, solo porque su padre fue presidente de la república? De plano, me dije, los priistas ya perdieron hasta la cabeza.

         La semana pasada vi al que fue secretario de turismo a nivel nacional, Enrique de la Madrid Cordero, en una entrevista televisiva precisamente hablando del PRI y de la necesidad de transformarlo y me sorprendió el conocimiento, la madures política, el respeto con el que trató a los políticos de otros partidos. Acabe pensando, que sería el mejor prospecto, toda vez que no hay otro candidato con cualidades tan aguzadas como las demostradas por el hijo del ex presidente.

         En ningún momento se mostró como un demagogo, como un politiquillo barato en busca de popularidad o de venganza o en un junior con ganas de brillar y nada más.

        El señor de la Madrid Cordero, dio muestras de ser un político serio, con conocimientos profundos de la realidad del país, de su historia, que tiene claro que volver al pasado es imposible y que el Partido Revolucionario Institucional, puede reconstruirse y llegar a ser una real fuerza política moderna, mesurada, progresista, que aspire a hacer de este país, una nación soberana de clases medias, lo que implicaría un intenso trabajo para terminar con la desigualdad social que ha sido la característica de nuestra nación, a lo largo de la historia, dijo.

        Ya no es un muchacho, es un hombre maduro en edad y en conocimientos, que muestra un verdadero interés por participar para mejorar las cosas.

        Quienes han propuesto a Enrique de la Madrid para dirigir al PRI, tienen toda la razón al afirmar, que es el mejor prospecto.

        Lástima que el PRI no esté en condiciones para tomar una decisión madura para reconstruir a ese partido. Sus actuales dirigentes parecen adolescentes ardidos por haber perdido el poder y pretenden recobrarlo a como dé lugar, incluso aliándose con su adversario tradicional, el PAN, que ahora los subestima al alzarse como la primera fuerza opositora de México, algo que habría que discutir con números en la mano. Porque si el PRI tiene malos dirigentes, en los momentos actuales, Los del PAN pueden ser calificados como pésimos.

          El Revolucionario Institucional tiene hombres y mujeres con gran trayectoria, con conocimientos profundos de nuestra historia y de nuestro desarrollo político, social y económico, conocimientos basados en la realidad. No será justo que ese partido que representa a la corriente histórica liberal, se desintegrara o se fusionara con la otra corriente histórica, la de la derecha, que siempre ha estado desubicada, que basa su actuar en una falsa historia patria lo que siempre lo ha llevado al fracaso, como se demostró durante los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón.

         ME EQUIVOQUE LA SEMANA PASADA. PENSE que ya salíamos de vacaciones y hasta me despedí por el fin de año, de nuestros amables lectores.

         No, todavía estaremos una días más en circulación.

         Les decía en la pasada entrega de esta columna, que CAMBIO está por cumplir, el 22 de este mes, 43 años de vida.

         Cada año hemos recordado en este espacio, a quienes formaron parte del primer equipo de trabajo de este diario: Don Guadalupe Dávila, reportero de deportes; Marcos Rodríguez Barradas, reportero de las fuentes económicas y autor de una columna especializada en esos temas; de Ivonne Recek, autora de una columna de sociales llamada ¿Qué hay de nuevo Pussycat?, ellos ya fallecidos. De Jesús Contreras Flores, de Alfonso Yañez Delgado, que formaron parte de la redacción, de Manuel Saldaña, que fue jefe de taller, ya fallecido también y de la inolvidable María Eugenia Félix, nuestra empeñosa publicista. En la redacción también estábamos Jesús Rivera y este columnista, que somos los únicos que quedamos aquí, del grupo original.             

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