Jueves, 24 Octubre 2019 19:51

Dramática situación de Morena

Columna | P U L S O   P O L I T I C O

            La situación de todos los partidos mexicanos, es bastante mala, pero tal vez por ser el partido en el poder, lo que está viviendo Morena, durante el proceso de elección de sus nuevos dirigentes nacionales y locales, es dramático.

            Y es dramático para todo el pueblo de México, que en un alto porcentaje, ha puesto sus esperanzas de cambio, de mejoría en su sistema de vida, en el partido de András Manuel López Obrador y su Cuarta Transformación.

             Las luchas políticas, tienen gran similitud con las luchas guerreras: en ambas, debe haber al frente, para dirigir esas luchas, verdaderos líderes políticos o militares según sea el caso. Y hoy, como muy pocas veces ha ocurrido en nuestra historia, el presidente de la república es un líder al que han dado su voto más de 30 millones de mexicanos, algo inédito.

               Pero el ejército del presidente, el partido Morena, está funcionando terriblemente mal.

               Conformado por elementos que estuvieron antes en otras formaciones políticas, como el PRD, el PRI, y hasta el PAN, han llevado a su nuevo partido, los defectos y los vicios de sus organizaciones de origen; no han creado estructura, organización y carecen de una línea ideológica común. No ven la importancia que tiene la Cuarta Transformación, en la que el Presidente ha puesto su mayor empeño y por lo mismo, no pueden coadyuvar con el jefe de la nación, a explicar al pueblo las acciones que se están llevando a cabo desde el gobierno federal, no han realizado trabajo de convencimiento sobre la importancia de cambiar muchas cosas en la vida pública del país, para que esa ciudadanía apoye las acciones del Presidente.

               Pareciera como que Morena está formado por oportunistas, que lo único que buscan es algún puesto, sea de elección popular o administrativo.

                Y el problema viene desde arriba. Los líderes del partido en el poder, están peleados entre sí, a nadie parece importarle el desencanto que provocan en los ciudadanos, esas luchas internas que hemos visto en un PRI deshecho; en un PAN, totalmente ajeno al partido que surgió hace 80 años y a un PRD al borde de la extinsión.

                 El jefe, el líder que llegó a la Presidencia de la República, para cambiar para bien al país, está solo, es un general sin ejército. Nadie lo defiende de los embates que a través de programas televisivos, artículos en diarios y revistas, recibe diariamente.

               Es indudable que las clases populares siguen apoyando al presidente, pero muchos integrantes de las clases media-baja y media-media, están temerosos de que el país sufra una hecatombe como la de Venezuela, que es el miedo que les infunden los adversarios conservadores, que ahora están más activos que nunca.

                  Si la oposición gana las elecciones intermedias y se adueña de la mayoría en el Congreso de la Unión y en los Congresos locales y gana en los principales ayuntamientos del país, ¿sabrán los morenistas lo que va a ocurrir?

                  Que puede frenarse la Cuarta Transformación y no solo eso, sino que desde el Poder Legislativo, pretenderán dar marcha atrás en mucho de lo ganado.

                Para completar el panorama: son muchos los diputados locales y federales, muchos los presidentes o presidentas municipales, los que con sus pésimas actuaciones al frente de sus respectivos distritos o municipios, agudizan más el problema a que se enfrenta el Presidente.

              El gobernador Miguel Barbosa Huerta, anunció una obra de gran envergadura: la construcción con un costo de 4 mil millones de pesos, la autopista Cuapiaxtla-Cuaunopalan, que provocará un mayor desarrollo en la zona de Ciudad Morelo, ya que propiciará más inversiones en esa parte del estado, donde ya se encuentran asentadas empresas como la automotriz Audi y plantas de la industria militar nacional.

              El gobierno estatal, buscará darle vida a Ciudad Modelo, desde luego anulando el decreto que se expidió para restar facultades a los municipios de la zona, algo anticonstitucional.

              Consideró que el presupuesto que ejercerá el Estado en el próximo año, será de 95 mil millones de pesos.

             Todos los procesos de licitación de obras, afirmó, serán trasmitidos por las redes sociales, para evitar corrupción.

            Por otra parte, dijo que llevará tiempo la desprivatización del servicio de agua potable en esta capital, pero que se llevará a cabo legalmente.

             Acaba de haber un foro en la BUAP, para analizar el problema de las privatizaciones del servicio y por lo que ahí expresaron los participantes, en ningún caso ha dado resultados satisfactorios. El agua en un bien vital para todos y lo debe manejar, el Estado.

Publicado en COLUMNAS

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