Columna | P U L S O   P O L I T I C O

      El Partido de la Revolución Democrática, tendrá que resolver pronto uno de sus más graves problemas internos, el de determinar si las actuales dirigencias, nacional y estatales, son cambiadas, como muchos piden o si se prolonga el periodo para el cual fueron electas hasta después de las elecciones del 2018.

      Como usted ya debe estar enterado, hay peticiones en Puebla para que la dirigente estatal perredista, doña Socorro Quezada Tiempo, deje el cargo y se elija nueva dirigente; pero hay quienes nacionalmente piden también que se cambie a la dirigencia nacional que encabeza doña Alejandra Barrales, acusada de insistir en una alianza PRD-PAN, considerada fuera de toda lógica.

       Entrevistamos a nuestro amigo José Guadalupe Sánchez Jiménez, académico de la BUAP y miembro del Consejo Estatal del PRD, sobre la situación que guarda su partido en los prolegómenos de las elecciones que muchos consideran, serán las más difíciles de la historia moderna de nuestro país.

        Nos dijo que además de acordar sobre el cambio o continuidad de las dirigencias actuales, el PRD debe hacer un esfuerzo para hacer alianzas políticas con organizaciones y liderazgos, más allá de las fobias que pudieran existir. Consideró que una alianza con el PAN, sería muy difícil porque ese partido pretendería que el candidato presidencial, surgiera de sus filas y no del PRD y además hay diferencias insalvables en cuestiones ideológicas y en las formas de afrontar los graves problemas de la nación, muchos de los cuales surgieron durante los dos gobiernos federales panistas, el de Fox y el de Calderón, como el de la inseguridad y la violencia.

         Como están las cosas actualmente, el PRD debe tener mucho cuidado con los políticos que se han acercado para adherirse a las filas del perredismo, pues algunos de ellos tienen una reputación que deja mucho qué decir. El partido debe ser muy cuidadoso con eso.

         También señaló, que los perredistas deben mejorar su discurso y enfocarlo más a los problemas que sufren los ciudadanos pertenecientes a las clases medias, que han sido golpeados por el nuevo sistema económico neoliberal, obligándolas a bajar su nivel de vida.

         Dijo que tanto el Instituto Nacional Electoral, como la Secretaría de Hacienda, han tenido fallas para fiscalizar las campañas y así, en el 2012, las políticas y los recursos se desviaron para financiar políticas clientelares principalmente en el partido dominante.

         Consideró difícil una alianza entre el PRD y Morena, por la posición de intransigencia que el líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, ha adoptado.

         En vez de plantear el fortalecimiento del gobierno sobre todo en política económica, para fortalecer al mercado interno, así como una reforma de estado, que fortalezca la vida institucional y el estado de derecho, plantea mandar al diablo a las instituciones, lo que considero es un grave error.

         El Partido de la Revolución Democrática, dice el licenciado Sánchez Jiménez, debe llamar a los mexicanos, a conformar un Frente Amplio, hacia el 2018, con intelectuales honestos, empresarios nacionalistas y dirigentes sociales de probidad comprobada, haciendo un deslinde del llamado Frente Opositor, que no es otra cosa que el reciclaje de salinistas, foxistas, chuchistas y peñistas, que han llevado al país a la grave situación actual.

        El gobierno actual cayó en excesos de corrupción y no ha podido resolver el problema de la inseguridad, cada día más grave. No ha podido implementar una estrategia eficiente para enfrentar este problema que tanto preocupa a la ciudadanía de todo el país.

         Sánchez Jiménez expresó también que en el actual contexto político del país, se observa que el gobierno ha tenido una errática política económica que ha propiciado el aumento de la pobreza y la afectación de las clases medias populares, que han visto una reducción de sus ingresos y una baja en su nivel de vida. Se ha descuidado el mercado interno, el apoyo a la agricultura y a la ganadería, lo que nos ha convertido en país dependiente alimentario.

          Tampoco ha sido un gobierno que haya defendido con eficiencia el interés nacional, ante los embates del señor que gobierna a los Estados Unidos, Donald Trump y ha hecho una débil defensa de los trabajadores emigrantes, golpeados por el gobierno estadounidense.

          Sobre el PAN, ya dije que los dos gobiernos federales que presidió, fueron un total y estrepitoso fracaso en todos sentidos.

          Creo que es el momento para que la izquierda se haga del poder en México, pero se requiere la unidad, que no tiene y una buena estructura y organización que tampoco tiene, pero podemos avanzar en eso, todavía haya tiempo, señaló.

         Ninguna sorpresa hubo en la Asamblea Nacional priista. Lo que las cúpulas de ese partido resaltan con mayor énfasis, fue la decisión de quitar los candados, para que puedan ser candidatos a cargos de elección popular, priistas y no priistas, llamados “simpatizantes”.

         Esto no cambia en nada las cosas. Como dijo el Presidente Adolfo Ruíz Cortines en su tiempo: “El Presidente de la República, decide quién debe ser su sucesor; designa candidatos a gobernadores, a senadores y a diputados federales; los gobernadores, designan a los diputados locales y a los presidentes municipales de los principales municipios de su estado, y el pueblo designa a los presidentes de sus comunidades”. Así se repartía el poder hace más de 50 años y así se sigue repartiendo ahora.

        Aunque dentro de los estatutos priistas se establece como forma para designar candidatos, la consulta a las bases, esta modalidad está prácticamente descartada. Las bases del PRI, no tienen vela en ese entierro.

       A veces llegan a tenerla: Aquí en Puebla se consultó a las bases en numerosos municipios en los tiempos del gobernador Mariano Piña Olaya, con bastante éxito, por cierto, pues pocos fueron los conflictos post-electorales que se presentaron. Pero los tiempos han cambiado y así como se quitaron los candados, “porque pasó su tiempo” “porque el PRI debería ser un partido abierto”, etc., así también se elimina en la práctica, la consulta a las bases, “para no dividir al partido”

         Las designaciones serán hechas como siempre y ahora el Presidente, tendrá oportunidad de nombrar al candidato que lo sucederá, entre sus amigos de dentro del PRI o entre sus amigos, de fuera del PRI, pero la militancia nada tendrá que ver en eso.

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