El Plan Nacional de Desarrollo se presenta en cumplimiento al artículo 26 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y se elabora de acuerdo con lo establecido en la Ley de Planeación, tiene como finalidad establecer los objetivos nacionales, las estrategias y las prioridades que durante la Administración deberán regir la acción del gobierno, de tal forma que ésta tenga un rumbo y una dirección clara.

Dicho documento, representa el compromiso que el Gobierno Federal establece con los ciudadanos y que permitirá, por lo tanto, la rendición de cuentas, que es condición indispensable para un bueno gobierno. El Plan establece los objetivos y estrategias nacionales que serán la base para los programas sectoriales, especiales, institucionales y regionales que emanan de éste, así como , establecer y orientar todo el trabajo que realizarán las y los servidores públicos los próximos seis años, para lograr el desarrollo del país y el bienestar de las y los mexicanos.

Por lo anterior, es responsabilidad del Ejecutivo Federal conducir la planeación nacional, de acuerdo al plan de gobierno propuesto y enmarcado en la Ley de Planeación, donde el Presidente de la República debe diseñar el plan y luego remitir al Congreso de la Unión, en el ejercicio de sus atribuciones constitucionales y legales, posteriormente, el Poder Legislativo formulará, las observaciones que estime pertinentes durante la ejecución, revisión y adecuaciones del propio Plan.

Asimismo, la Ley establece un plazo máximo de seis meses para elaborar, aprobar y publicar el PND, desde que asume la presidencia. Si bien, el plan considera una temporalidad acorde a la duración de cada gobierno, en 2015 se adicionó al artículo 21 de la Ley de Planeación, considerar una visión a largo plazo de la política nacional de fomento económico, con el fin de impulsar elementos permanentes al desarrollo nacional y al crecimiento económico, sostenido y sustentable. Para lograrlo, cada presidente deberá agregar y/o considerar elementos de largo plazo, con un horizonte de hasta 20 años para la política nacional de fomento económico.

La actual administración federal ha enviado ante el H. Congreso de la Unión, el documento que pretenden cumpla con la normativa enunciada anteriormente y groso modo está estructurado de la siguiente forma:

El Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, está regido por doce principios, a saber: 1. Honradez y honestidad; 2. No al gobierno rico con pueblo pobre; 3. Nada al margen de la ley, por encima de la ley nadie; 4. Economía para el bienestar; 5. El mercado no sustituye al Estado; 6. Por el bien de todos, primero los pobres; 7. No dejar a nadie atrás, no dejar a nadie fuera; 8. No hay paz sin justicia; 9. El respeto al derecho ajeno es la paz; 10. No más migración por hambre y violencia; 11. Democracia significa el poder del pueblo; y 12. Ética, libertad y confianza.

Plantea tres ejes generales: 1. Justicia y Estado de Derecho; 2. Bienestar; y 3. Desarrollo económico; Tres ejes transversales: 1. Igualdad de género, no discriminación e inclusión; 2. Combate a la corrupción y mejora de la gestión pública; y 3. Territorio y desarrollo sostenible, con cada uno de estos temas en estos ejes a cubrirse las necesidades de la población en México.

Sin embargo, el documento el cual va a convertirse en el instrumento rector de la política sexenal y que debe plantear el desarrollo de nuestra nación, tiene de contenido tan solo 68 paginas, carente de objetivos, líneas de acción, sistemas de evaluación de resultados, tan es así que dentro de la de la Comisión de Puntos Constitucionales aseguraron que el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024, no cumple con los requisitos básicos que establece la Ley de Planeación y señalaron que, solo se queda en un decálogo de buenos deseos que dicen el 'qué' pero no el 'cómo' llevar a cabo las acciones de Gobierno para que se cumpla a cabalidad con las promesas de campaña.

Este análisis evidencia, que la administración federal no ha entendido que, un plan de desarrollo nacional no es para repartir los recursos que se produzcan en el país, debe ser toda una estrategia integral para invertir en educación, salud, seguridad. infraestructuras como carreteras, hidroeléctricas, acueductos, y en aspectos específicos que son necesarios para el desarrollo de la nación, como un todo, de manera que toda la población y todos los sectores tengan iguales oportunidades y las mejores condiciones, para poder, por ellos mismos, progresar.

Es necesario, hacer un alto y reflexionar en el sentido de que, la campaña termino tres días antes del primero de julio de 2018, se necesitan acciones reales y posibles, envestidas de estrategia y proyección, es decir, llego la hora de gobernar, la retórica política hoy debe estar apartada de las acciones, en otras palabras los mexicanos necesitan ver resultados y sobre todo que se reflejen en su entorno y en sus economía familiar. De no lograrse lo anterior, el nivel de popularidad y aceptación con que llegó a la Presidencia López Obrador seguramente irá a la baja.

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