Domingo, 16 Febrero 2020 20:20

Por fin, justicia a Gilberto Bosques

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

           Gilberto Bosques Saldivar, maestro normalita y diplomático, fue un poblano de excepción, que durante la Guerra Civil Española y durante la Segunda Guerra Mundial, logró poner a salvo la vida de más de 40 mil personas, perseguidas por la dictadura franquista en España, y por los nazis alemanes en toda Europa.

             Eso prestigió a México universalmente, pero en Puebla y en el resto del país durante años se guardó silencio y ni una humilde escuela llevó su nombre.

             En Viena, la capital austriaca, hay un parque y una avenida que se llaman “Gilberto Bosques”. En el puerto de Marsella, Francia, hay  en pequeño parque de esa ciudad,  un busto del maestro nacido en Chiautla de Tapia, al sur de la entidad, en un humilde hogar formado por un campesino poblano y una mujer guerrerense originaria de Huamuxtitlán.

            Fue en los años treinta cuando don Gilberto ingreso a la Escuela Normal del Estado y al finalizar su carrera, ejerció como maestro en esta capital.

            Pero en 1935, fue candidato a la gubernatura del Estado, apoyado por la FROC, en contra del candidato oficial Maximino Avila Camacho, que lógicamente “ganó”. De ahí que don Gilberto haya iniciado una carrera diplomática que lo llevó a la fama, al reconocimiento de varios países como un mexicano universal. En el año 2005, el diario español El País lo llamó, el Schindler mexicano, el alemán que salvó a tantos judíos de la segura muerte si han caído en manos de los nazis.

           Don Gilberto salvó a miles de españoles, judíos, austriacos, etc., que eran perseguidos por las dictaduras fascistas europeas, actuando como Cónsul de México en Francia.

           Han sido muchos los españoles, judíos, franceses, austriacos, que han vivido agradecidos a México, país que a través de las acciones de un diplomático de origen poblano, les salvó la vida imbuido de un gran sentimiento humanitario, que en Puebla apenas empieza a serle reconocido.

           Durante los gobiernos avilacamachistas, empezando por el de Maximino, su nombre fue proscrito. No se le mencionaba en ninguna parte. Ningua escuela, ninguna calle, ningún pequeño salón de actos llevaba su nombre.

            Hace menos de una década, cuando ya el nombre de Maximino Avila Camacho no causaba miedo; cuando ya habían desaparecido los restos de esa corriente que durante décadas dominó el ambiente político poblano, empezaron a surgir voces que reclamaban que a un poblano de excepción, a un poblano universal, se le tuviera relegado en su propio estado.

           Se aprovechó la construcción de un boulevard, en su tierra natal, Chiautla, la avenida más importante de esa población, para ponerle su nombre.

           Luego, ya en el nuevo milenio, en el 2012, varias organizaciones cívicas, lograron que su nombre se inscribiera con letras de oro en los muros del Palacio Legislativo.

           Ahora, quien lo dijera, cuando tantos errores se han cometido en el ayuntamiento de Puebla, se presenta una iniciativa al Cabildo poblano, para hacer un cambio de nomenclatura a una importante avenida de esta capital.

           Se pide en esa iniciativa solicitada por la Comisión de Derechos Humanos del ayuntamiento de esta capital, apoyada por el comité para la Liberación de los Presos Políticos y contra la Represión en Puebla, así como la Liga Estudiantil Democrática, el Colectivo Hermanos Serdán, el Movimiento Comunista en Puebla y la Brigada del 68, que al Boulevard Norte, se le dé el nombre de “Profesor Gilberto Bosques Saldivar.

             La presidenta municipal, Claudia Rivera Vivanco, puso el nombre de Bosques al parque biblioteca, que se reprodujo con gran éxito, en Bogotá, la capital de Colombia.

             Al finalizar la semana pasada, los regidores de Morena, presentaron un punto de acuerdo para cambiarle el nombre al boulevard mencionado, lo que deberá ser analizado por la Comisión de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente y aprobarse en consecuencia, pero será hasta los primeros días de marzo. La regidora Carmen Palma Benítez, dijo que será un reconocimiento al maestro diplomático y gran humanista poblano, realizado como cónsul de México en Francia, entre 1939 y 1944.

          Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, don Gilberto Bosques, su esposa y todo el personal del consulado, estaban recluidos en un hotel prisión de Francia, de donde fueron liberados por los aliados.

Publicado en COLUMNAS

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