Columna | P u l s o   P o l i t i c o

       Hace poco se dio a conocer a nivel nacional, que la Policía Estatal de Puebla, estaba en los primeros tres lugares de eficiencia entre las policías de los 32 estados de la república.

        Esto no es casual: el Secretario de Seguridad del Estado, Jesús Morales Rodríguez, tuvo siempre una vocación policíaca. Fue policía antes de ser abogado, hizo estudios para ser un profesional en la materia, tanto en México como en los Estados Unidos, y la política, pese a ser miembro de una familia de políticos, no le llama: “No tengo el carácter, ni la paciencia para ser político” nos dijo.

        Y tan es cierto eso, que rechazó la candidatura a una diputación que cualquiera se la pelea a muerte y sobre todo en la época actual.

        Como poblano que es, conoce al estado, sabe cuales son las regiones más complicadas desde el punto de vista de la inseguridad y conoce a los actores políticos y sociales que pueden ayudar para mejorar las cosas, pero sobre todo, conoce a los policías poblanos, pues ingresó a la corporación policíaca del Estado, desde los años noventa del siglo pasado, siendo un jovencito (nos mostró la fotografía de su ingreso)

          Su sueño fue siempre, llegar a ser el encargado de la Seguridad en el Estado, algo que pensó que no iba a lograr y era para lo que se había preparado con gran empeño.

          Pero ese sueño se hizo realidad y ya al frente de la Secretaría, empezó por mejorar las condiciones económicas y sociales de los policías estatales.

          Cuando se hizo cargo de la Seguridad, los policías ganaban 7 mil pesos mensuales. Gestionó con el gobernador Antonio Gali, una mejora salarial para quienes diariamente exponen su vida para garantizar la seguridad de los ciudadanos y logró que se autorizara un salario 40 por ciento mayor, cuyo aumento se hará gradualmente.

          Además, cada mes se otorgan cien compensaciones de cinco mil pesos a policías que hayan destacado en su trabajo.

          Se les hacen evaluaciones periódicamente y se les otorgan 600 pesos de recompensa a quienes pasen esas evaluaciones.

          Los policías gozan de los servicios médicos del ISSSTEP  para ellos y sus familias y su capacitación para el trabajo es constante, además de que se ha destrabado el sistema para que no se estanquen y puedan seguir avanzando en la carrera policíaca a fin de alcanzar los diferentes grados en la corporación que significa también mejoría en el salario.

         Tienen un seguro de vida no muy elevado, de cien mil pesos, pero también tienen garantizada su pensión en caso de invalidez o de muerte, lo que garantiza el ingreso para su familia en caso de faltar ellos.

         Todo lo anterior ha contribuido a mejorar la eficiencia y el rendimiento de los policías estatales cuya actividad se ha vuelto tan importante en estos tiempos de tanta violencia.

         Se le preguntó sobre el incremento de la violencia en Puebla y dijo que si bien eso es una realidad, se ha logrado que el crimen organizado, que opera en regiones como el “triangulo rojo”  “San Martín Texmelucan”  “la sierra norte y el sur del estado”, disminuya o esté mejor controlada, al disminuir la entrada de armas que generalmente vienen de los vecinos estados de Veracruz, Guerrero y Estado de México.

         Hay en la entidad, grupos que son restos de los “zetas”, pero no están operando aquí, ni han operado los del cártel “Jalisco Nueva Generación”.

          En la ciudad de Puebla se ha frenado la llagada de la delincuencia organizada, pero ha aumentado la delincuencia común.

          La coordinación con el Ejército y la Marina Armada de México, está funcionando eficazmente en Chiautla de Tapia, Amozoc, Jolalpan y Huehuetlán el Grande.

           Lo ideal es que la Policía Estatal, fuera colaboradora de las policías municipales para dar mejores resultados, desgraciadamente las policías municipales en la mayoría de los casos, esperan que la policía estatal sea la que enfrente todo el problema y ellos se concreten a colaborar. Poco a poco iremos avanzando en ese sentido, hasta lograr una buena coordinación con las policías municipales, que deben también mejorar su preparación para garantizar la seguridad de su respectivo municipio.

        El nuevo sistema penal, que ha sido tan criticado por la ciudadanía por poner en libertad a delincuentes probados o a quienes son encontrados portando armas propias del Ejército y la Armada, mediante el pago de una multa, es en realidad un problema para los trabajos de combate a la inseguridad.

        Las personas que portan armas largas y cortas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, deberían ser investigadas, pues de otra forma, van a reincidir pues saben que resuelven el problema fácilmente, pero eso no corresponde hacerlo a la Secretaría de Seguridad, sino a la Fiscalía General del Estado.

        Morales Rodríguez dijo mantener una buena comunicación y una buena relación con el Fiscal, pero él no puede intervenir en asuntos que no son de su competencia.

        La policía estatal cumple entregando a quienes infringen la ley, en manos de las autoridades judiciales. Lo que pase después ya no es algo que le corresponda resolver.

        Eso explica, decimos nosotros, el porqué la policía poblana está bien evaluada y la Fiscalía Estatal, está en los últimos lugares de una evaluación que también fue dada a conocer recientemente.

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