Columna | P U L S O    P O L I T I C O

             El cambio, el próximo domingo, de la dirigencia nacional priísta, nada significa para la mayoría de los priístas poblanos, que se han mostrado indiferentes durante todo el proceso de elección interna que se ha venido realizando y que ha culminado con el segundo debate de los tres aspirantes al cargo de presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, debates que han puesto en evidencia la división interna del partido tricolor, que parece irreconciliable.

             Alejandro Moreno Cárdenas, gobernador de Campeche con licencia, ha acusado a su principal rival, Ivonne Ortega, ex gobernadora de Yucatán, de corrupción y de haber sido, como gobernante de su estado, muy ineficiente y de haberse apropiado de más de mil hectáreas en su pueblo.

               Por su parte, doña Ivonne, acusó a “Alito”, de haber propiciado el empobrecimiento de decenas de miles de campechanos, mientras él se enriquecía y se construía una casa con valor superior a los 30 millones de pesos.

               La candidata Lorena Piñón, que algunos dicen participa solo para hacer contrapeso a Ivonne Ortega, pues podría quitarle votos de mujeres priístas a la yucateca, ha sido más drástica; pretende la desaparición del PRI, pues dijo que si ella gana, hará una fumigación dentro de su partido, para acabar con todos los corruptos.

               Los debates de los aspirantes a dirigir nacionalmente al en otros tiempos poderoso Partido Revolucionario Institucional, sirvieron para demostrar, además de la división interna de ese partido, la pérdida del talento político de sus altos representantes.

               Acusaciones, insultos, descalificaciones, es lo que prevaleció en los encuentros verbales de los aspirantes a dirigir al ahora pequeño partido Revolucionario Institucional.

               Ninguno de los aspirantes, tiene un proyecto realista para reposicionar a su partido, para rescatarlo de la terrible debacle que ha sufrido y de la que parece, no tener ni idea de cómo salir de ella.

               Doña Ivonne, quiere que en una asamblea nacional, los priístas digan qué clase de partido quieren que sea el PRI, algo imposible en un partido que siempre ha recibido órdenes de sus cúpulas y está acostumbrado a acatarlas sumisamente.

                Don Alejandro (Alito, para los cuates) quiere que su partido, sea un opositor que hable, que encabece una oposición crítica, que el PRI no sea nunca más, un partido mudo. Parece olvidar, que el PRI nunca había sido opositor y que estuvo en el poder total del país, casi 80 años, tiempo que siempre mantuvo una actitud sumisa ante sus dirigencias y ante los presidentes de la república y la siguió manteniendo durante los gobiernos panistas.

             Hay que recordar que en Puebla, la ley bala, del primer gobierno estatal panista y la privatización del servicio de agua potable en Puebla, también de ese primer gobierno albiazul, ambas con gran repudio popular, fueron aprobadas y elogiadas por la fracción priísta del congreso local. ¿Se van a volver críticos y van a romper su sumisión de décadas ante los representantes del poder? Lo vemos difícil.

            Doña Lorena Piñón, tiene una propuesta radical: fumigar a todos los corruptos del partido. Con eso se acaba el PRI y se crea otro partido. Bueno, dicen que ella fue panista. A la mejor es una quintacolumnista del PAN y de ahí su propuesta de extinción.

              Se habrá enterado usted, de que las prerrogativas económicas que el gobierno federal da a los partidos políticos, constituyen un elevadísimo gasto, de más de 5 mil millones de pesos, que son literalmente tirados a la basura.

              Ningún partido político, ni Morena, que por la elevada votación que obtuvo en las pasadas elecciones federales, tiene una asignación de más de 2 mil millones de pesos, dan un uso adecuado para ser mejores partidos políticos.

               Por el contrario, los partidos mexicanos, nunca han estado peor que ahora: carecen de ideología, no son escuelas de política, como pregonó que deberían ser, don Manuel Gómez Morín, fundador del PAN hace ochenta años; ya ni el PRI tiene escuelas para la formación de cuadros y el PAN, cuyo fundador fue el autor de la frase que debería ser acatada por todas las organizaciones partidistas, nunca ha tenido escuelas de cuadros y ahora, ante su fracaso político nacional, quiere lanzar candidatos “ciudadanos”, pues carece de elementos preparados para desempeñarse adecuadamente como candidatos a puestos de elección popular.

              Son partidos, incluyendo a todos los demás: PRD, Verde Ecologista, Movimiento Ciudadano, PT, Encuentro Social, etc., sin estructura, sin organización, con gran número de oportunistas que van tras el botín que siempre ha representado la política en este país.

                Ningún partido hace esfuerzos por constituirse en una organización fuerte, con clara ideología, de derecha, de izquierda o de centro, pero una idea que guíe la actividad de sus militantes; con estructura, con organización.

                El PRI tenía todo eso y lo perdió en los últimos años; el PAN ha tenido el poder federal en dos ocasiones y el poder estatal también y no ha sido capaz de tener comités municipales en los 217 municipios de la entidad. En esta ocasión, solo puede hacer cambios en 122 de esos municipios, es decir, en los 95 restantes, ese partido no existe, y es de los partidos fuertes.....¿En qué se gastan los millones que reciben?

Publicado en COLUMNAS

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