Miércoles, 11 Noviembre 2020 20:38

En situación de desastre, PRI, PAN y PRD, se unen

Columna | P U L S O   P O L I T I C O

            Ya prácticamente es un hecho: en los tiempos en que los tradicionales partidos, de derecha, PAN; de izquierda, PRD y de centro, PRI, se encuentran hechos trizas, como nunca antes. Con fuertes divisiones internas, con posturas ideológicas confusas, casi inexistentes; abandonados por miles de sus militantes; con elevada mediocridad de sus dirigentes y exhibidos públicamente como corruptos e ineptos para el ejercicio de gobierno, y habiendo  perdido además sus estructuras y organización, tienen que unirse, después de haber sido feroces adversarios en las lides políticas pasadas, para intentar ganarle a “Morena” el partido, que todavía no es partido, en el poder, la mayoría en el Congreso federal y en los congresos locales, además de 15 gubernaturas y casi dos mil ayuntamientos en todo el país.

          Ya se concretó la unificación en Aguascalientes y se pretende continuarla en toda la república. Contarán, según las crónicas periodísticas de la ciudad de México, con el apoyo de organizaciones empresariales derechistas, sobre todo regiomontanas, cuya única meta es acabar con el gobierno de la 4ª. Transformación que en casi dos años de gobierno, ha acabado con sus jugosos negocios con base en el erario público.

           Solo el PRI tuvo en sus buenos tiempos, durante casi 80 años, una estructura completa, como nunca la tuvo algún partido político en la historia de este país. Fue un auténtico partido nacional, lo que no fueron ni el PAN, ni el PRD.

           Pero el deterioro de esa estructura priísta consistente en comités seccionales, comités municipales y comités estatales, se inició antes de su caída brutal del 2018.

            El PAN fue un partido medianito que jamás llegó a ser nacional, excepción de cuando la gente se hartó del PRI, en el 2000 e hizo ganar a Acción Nacional con Vicente Fox. El arrepentimiento de los ciudadanos no se hizo esperar, pese a que contó con simpatías reales y ganó limpiamente. En la primera mitad de su gobierno, en el 2003, perdió más de 50 escaños en la Cámara de Diputados y al cambio de gobierno, hizo ganar a Felipe Calderón al más puro estilo priísta, con el apoyo total de la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo, que movilizó a sus huestes que le dieron menos de un punto porcentual más, para poder imponerse a sus competidor Andrés Manuel López Obrador, del PRD.

            El PRD, fue durante varios años el representante electoral de la izquierda mexicana. Tuvo sus tiempos de gloria cuando ganó, con Cuahutémoc Cárdenas la jefatura de gobierno del Distrito Federal, y después con López Obrador como candidato presidencial en dos ocasiones.

            Al surgir “Morena” el movimiento impulsado por el actual presidente, el PRD quedó prácticamente en los huesos, y no ha podido recobrarse desde entonces.

            “Morena” triunfó en las elecciones del 2018 en forma arrolladora con una votación de más de 30 millones que no pudo ser alterada pese a que el candidato de ese partido, era “un peligro para México” como se dijo durante la guerra sucia panista del 2006. Pero “Morena” vino arrastrando los grandes defectos de los partidos mexicanos: fuerte división interna, sin estructura, lógicamente sin organización ni disciplina interna y sin ideología precisa. Tuvo serias dificultades para elegir a su dirigencia nacional, pero ahora ya la tiene y esta ha planteado un programa de acción que si lo llevan a cabo, se convertirá en un auténtico partido político.

              Para las elecciones del 2021, no hay peligro de que pierda la mayoría en los congresos federal y locales, pues el respaldo de las clases populares y de muchos sectores de las clases medias, es real. Pero tendrá que esforzarse mucho para adquirir la fortaleza necesaria para continuar en el poder pese a los constantes ataques de quienes lo perdieron todo en el 2018. El líder del movimiento, sigue teniendo las simpatías mayoritarias. Los ataques de la oposición carecen de la más elemental lógica política y solo convences a los más desinformados o a quienes ya no pueden medrar a la sobra del poder. Ya veremos como se desarrollan los acontecimientos en el futuro.

                MAÑANA SE INICIA EN TEHUACAN, la Feria del Libro organizada por la Universidad Pedagógica Nacional, que ha proyectado un programa de conferencias que por el problema de la pandemia, no serán presenciales sino virtuales. La primera, la de este viernes, será dictada por el titular de Educación Pública en el estado, doctor Melitón Lezama; la segunda, el 18 de este mes, la dictará Beatriz Gutiérrez Muller, esposa del Presidente López Obrador y la tercera, el día 21, la impartirá Paco Ignacio Tibo, director del Fondo de Cultura Económica.

               Los temas que abordarán los tres primeros conferenciantes, no han sido dados a conocer, salvo el de Taibo, “Leer, abre universos”. En total habrá diez conferencias virtuales.

               En esta feria, se guardarán todas las medidas sanitarias recomendadas por la Secretaría de Salud.

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